Colombia le quita el apoyo a Cuba y se abstiene de votar en contra del embargo de EE.UU.
Es la primera vez que el gobierno colombiano no condena el bloqueo económico impuesto por Washington a La Habana desde que este se somete a votación en la ONU en 1992. Con la decisión de hoy se rompe una tradición de 27 años en la que el país votaba en contra del embargo.
Jesús Mesa / @JesusMesa
El gobierno de Colombia se abstuvo por primera vez desde que se somete a votación en las Naciones Unidas el condenar el embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba. Una decisión sorpresiva, que rompe con una tradición diplomática de 27 años seguidos votando en contra de que se mantenga el embargo.
Aunque la votación no es vinculante, pues el embargo fue y es una decisión tomada unilateralmente por Estados Unidos, la decisión de Colombia de abstenerse ha llamado la atención, porque a pesar de sus marcadas diferencias ideológicas, el país ha sido solidario con Cuba en esta batalla desde 1992, año en el que este tema se sometió a votación por primera vez.
La resolución presentada por la misión diplomática de la isla ante la ONU y que dice: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, aunque tiene gran trascendencia diplomática, no tiene ningún efecto legal, pues solo el Congreso estadounidense puede obligar al presidente de ese país a levantar el embargo.
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De acuerdo con la Cancillería, Colombia se abstuvó "como una manifestación política de rechazo a la actitud hostil de Cuba hacia Colombia, la cual no se compadece con las buenas relaciones que se venían forjando desde años atrás entre los dos países".
Para justificar su decisión, el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que lo hizo por la negativa del gobierno cubano de extraditar a los guerrilleros del ELN que permanecen en la isla, pedidos por Colombia tras los atentados a la Escuela General Santander en enero de este año. Cuba, por su parte, dice que no los entrega a Colombia porque había un acuerdo entre las partes firmado con unos rigurosos protocolos para adelantar una negociación de paz.
El gobierno colombiano también hizo énfasis al apoyo de Cuba al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y acusó a la isla de participar "en intentos desestabilizadores a varios gobiernos de la región", en referencia a una denuncia de la OEA de una supuesta injerencia de la isla en las protestas de Chile y Ecuador de los últimos meses.
Para Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, esta decisión marca un antes y un después en materia de política exterior con Cuba, país con el que desde hace varios años se tenía una relación diplomática seria y objetiva.
"Colombia está regresando a los años en los que la política exterior eran un reflejo de la política interna, algo que claramente es un error", explica Jaramillo a El Espectador. "Es un rompimiento de años de tradición diplomática pues se está privilegiando a la ideología", agrega.
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El internacionalista aclara que incluso en los años de Uribe la relación con la isla fue seria y cordial y que el gobierno cubano intercedió para que el conflicto diplomàtico que enfrentó a Venezuela y a Colombia en el año 2007 no pasara a mayores. Así mismo, en los años del Caguán, durante el gobierno de Andrés Pastrana, Fidel Castro fue facilitador en el proceso de paz que se adelantaba con la guerrilla de las Farc.
"Cuba ha sido siempre vista como un eventual aliado para solucionar varios de los conflictos que mantiene Colombia", explica Jaramillo.
De acuerdo con el analista, con esta decisión, Colombia sacrifica un poco de independencia de su política exterior alineándola con la postura de Estados Unidos, algo que puede significar un "aislamiento" del resto de la región. Una opinión que es compartida por el exjefe negociador del proceso de paz con las Farc, Humberto de la Calle.
"Esta decisión deja mucho que pensar. Porque así como Cuba hay otros países de la región como México, Uruguay y ahora Argentina que tienen relaciones con Venezuela. ¿Condenaremos también a esos países? Lo que veo es que es una decisión diplomática netamente ideológica", añade Jaramillo, profesor de la Universidad del Rosario.
"Una cosa es reclamar al gobierno cubano, con o sin razón. Pero el embargo causa estragos es en la población. Se trata de un acto de solidaridad humanitaria. Grave error de Colombia al abstenerse de votar en contra del embargo. Torpe aislacionismo", opinó Humberto de la Calle.
Sin embargo, para Carlos Araque, periodista y magister en Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, esta decisión de Colombia muestra es un descontento diplomático frente al accionar de la isla y no cree que se mantenga con el tiempo.
"Colombia con la abstención no le está diciendo a Cuba que es su enemigo, pero si le manifiesta diplomáticamente que está molesta por varias razones", explica Araque.
Una de las grandes sorpresas de la jornada la protagonizó Brasil, que fue más allá de la abstención y votó en contra de la condena del embargo estadounidense a la isla. El gobierno de Jair Bolsonaro se alineó así con Estados Unidos e Israel, países que desde 1992 han defendido el bloqueo a la isla en la Asamblea de la ONU.
Pero a pesar de las posturas de Brasil y Colombia, el apoyo del resto de América Latina fue unánime. Países como México y Argentina, hoy gobernados desde orillas ideológicas opuestas, concordaron en la necesidad de ponerle fin al embargo impuesto por Washington a la isla.
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En las últimas horas, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, había denunciado "presiones" de Estados Unidos a países latinoamericanos para obtener su voto contra el proyecto de resolución que Cuba presenta cada año.
No obstante, a pesar de la abstención, 187 países se manifestaron en contra del embargo estadounidense impuesto a Cuba hace más de medio siglo, tildándolo de "anacrónico" e "indefendible".
Hace un año, la resolución que reclamaba el fin del embargo contra Cuba fue apoyada en la ONU por 189 países y rechazada solo por Estados Unidos e Israel, igual que en 2017. Ucrania y Moldavia se abstuvieron en ese momento.
El gobierno de Colombia se abstuvo por primera vez desde que se somete a votación en las Naciones Unidas el condenar el embargo económico impuesto por Estados Unidos a Cuba. Una decisión sorpresiva, que rompe con una tradición diplomática de 27 años seguidos votando en contra de que se mantenga el embargo.
Aunque la votación no es vinculante, pues el embargo fue y es una decisión tomada unilateralmente por Estados Unidos, la decisión de Colombia de abstenerse ha llamado la atención, porque a pesar de sus marcadas diferencias ideológicas, el país ha sido solidario con Cuba en esta batalla desde 1992, año en el que este tema se sometió a votación por primera vez.
La resolución presentada por la misión diplomática de la isla ante la ONU y que dice: “Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, aunque tiene gran trascendencia diplomática, no tiene ningún efecto legal, pues solo el Congreso estadounidense puede obligar al presidente de ese país a levantar el embargo.
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De acuerdo con la Cancillería, Colombia se abstuvó "como una manifestación política de rechazo a la actitud hostil de Cuba hacia Colombia, la cual no se compadece con las buenas relaciones que se venían forjando desde años atrás entre los dos países".
Para justificar su decisión, el Ministerio de Relaciones Exteriores afirmó que lo hizo por la negativa del gobierno cubano de extraditar a los guerrilleros del ELN que permanecen en la isla, pedidos por Colombia tras los atentados a la Escuela General Santander en enero de este año. Cuba, por su parte, dice que no los entrega a Colombia porque había un acuerdo entre las partes firmado con unos rigurosos protocolos para adelantar una negociación de paz.
El gobierno colombiano también hizo énfasis al apoyo de Cuba al gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela y acusó a la isla de participar "en intentos desestabilizadores a varios gobiernos de la región", en referencia a una denuncia de la OEA de una supuesta injerencia de la isla en las protestas de Chile y Ecuador de los últimos meses.
Para Mauricio Jaramillo Jassir, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad del Rosario, esta decisión marca un antes y un después en materia de política exterior con Cuba, país con el que desde hace varios años se tenía una relación diplomática seria y objetiva.
"Colombia está regresando a los años en los que la política exterior eran un reflejo de la política interna, algo que claramente es un error", explica Jaramillo a El Espectador. "Es un rompimiento de años de tradición diplomática pues se está privilegiando a la ideología", agrega.
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El internacionalista aclara que incluso en los años de Uribe la relación con la isla fue seria y cordial y que el gobierno cubano intercedió para que el conflicto diplomàtico que enfrentó a Venezuela y a Colombia en el año 2007 no pasara a mayores. Así mismo, en los años del Caguán, durante el gobierno de Andrés Pastrana, Fidel Castro fue facilitador en el proceso de paz que se adelantaba con la guerrilla de las Farc.
"Cuba ha sido siempre vista como un eventual aliado para solucionar varios de los conflictos que mantiene Colombia", explica Jaramillo.
De acuerdo con el analista, con esta decisión, Colombia sacrifica un poco de independencia de su política exterior alineándola con la postura de Estados Unidos, algo que puede significar un "aislamiento" del resto de la región. Una opinión que es compartida por el exjefe negociador del proceso de paz con las Farc, Humberto de la Calle.
"Esta decisión deja mucho que pensar. Porque así como Cuba hay otros países de la región como México, Uruguay y ahora Argentina que tienen relaciones con Venezuela. ¿Condenaremos también a esos países? Lo que veo es que es una decisión diplomática netamente ideológica", añade Jaramillo, profesor de la Universidad del Rosario.
"Una cosa es reclamar al gobierno cubano, con o sin razón. Pero el embargo causa estragos es en la población. Se trata de un acto de solidaridad humanitaria. Grave error de Colombia al abstenerse de votar en contra del embargo. Torpe aislacionismo", opinó Humberto de la Calle.
Sin embargo, para Carlos Araque, periodista y magister en Relaciones Internacionales de la Universidad Externado de Colombia, esta decisión de Colombia muestra es un descontento diplomático frente al accionar de la isla y no cree que se mantenga con el tiempo.
"Colombia con la abstención no le está diciendo a Cuba que es su enemigo, pero si le manifiesta diplomáticamente que está molesta por varias razones", explica Araque.
Una de las grandes sorpresas de la jornada la protagonizó Brasil, que fue más allá de la abstención y votó en contra de la condena del embargo estadounidense a la isla. El gobierno de Jair Bolsonaro se alineó así con Estados Unidos e Israel, países que desde 1992 han defendido el bloqueo a la isla en la Asamblea de la ONU.
Pero a pesar de las posturas de Brasil y Colombia, el apoyo del resto de América Latina fue unánime. Países como México y Argentina, hoy gobernados desde orillas ideológicas opuestas, concordaron en la necesidad de ponerle fin al embargo impuesto por Washington a la isla.
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En las últimas horas, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, había denunciado "presiones" de Estados Unidos a países latinoamericanos para obtener su voto contra el proyecto de resolución que Cuba presenta cada año.
No obstante, a pesar de la abstención, 187 países se manifestaron en contra del embargo estadounidense impuesto a Cuba hace más de medio siglo, tildándolo de "anacrónico" e "indefendible".
Hace un año, la resolución que reclamaba el fin del embargo contra Cuba fue apoyada en la ONU por 189 países y rechazada solo por Estados Unidos e Israel, igual que en 2017. Ucrania y Moldavia se abstuvieron en ese momento.