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Desde el descubrimiento del territorio que hoy es llamado Venezuela, pasando primero por el Virreinato del Perú y posteriormente el de la Nueva Granada hasta el establecimiento de la Capitanía General, tan solo 33 años antes de las guerras de independencia, Colombia y Venezuela fueron durante 279 años parte de la misma unidad administrativa, lo que contrasta con los 188 años de vida independiente como repúblicas.
A pesar de los matices venezolanos como la administración alemana de los Welser, el paso de la Compañía Guipuzcoana o incluso la dependencia de la Real Audiencia de Santo Domingo, ante las dificultades geográficas que representaba el desplazamiento hasta Santa Fe (Bogotá). La unidad colombo-venezolana no es solo parte de un discurso de hermandad y fraternidad binacional sino el resultado de un origen común y de un desarrollo paralelo que vincula a sus dos pueblos.
Tras la separación en 1830 y el surgimiento de las repúblicas, los dos países se han convertido en el vecino más importante del otro. La delimitación terrestre fue el tema central de la relación bilateral durante poco más de un siglo. Y a pesar de los altos niveles de crispación que produjo la fijación fronteriza el Uti Possidetis Jure orientó la relación al punto que por ejemplo los venezolanos rechazaron la solicitud de anexión de Arauca.
Siempre se evitó la confrontación y la relación se ha caracterizado por el dialogo y la vía diplomática como el camino para resolver las diferencias, incluso en la crisis de la corbeta Caldas, único momento en que se llegó a contemplar realmente la vía bélica.
No obstante, las diferencias respecto al control del paso fronterizo siempre fueron una constante, muchos de los caudillos venezolanos se refugiaron en territorio colombiano en sus gestas contra los gobiernos de Caracas. Cipriano Castro y Juan Vicente Gómez iniciaron la rebelión que los llevó al poder, implantando el gobierno militar de los tachirenses por medio siglo desde tierras colombianas.
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La democracia y los partidos políticos venezolanos tienen episodios en Colombia, el denominado Plan Barranquilla, primer diagnóstico político y económico de la dictadura de Gómez, fue redactado por un grupo de jóvenes exiliados. En Colombia se refugiaron diferentes actores de la vida política venezolana, desde sublevados hasta los perseguidos por las dictaduras y como se evidencia en los informes de la Casa Amarilla, Cancillería de Venezuela, el paso de dichos actores tensionó la relación en diferentes momentos.
En los 2.219 kilómetros de frontera terrestre se comparte la continuidad socio-cultural de los habitantes de la región, la cual no está supeditada a la diferenciación y otredad que se pretende imponer desde Bogotá y Caracas. Los habitantes de la zona fronteriza no se identifican como dos naciones o dos pueblos diferentes. Por el contrario, los andinos, como se denomina a los habitantes del occidente venezolano, siempre han tenido una estrecha relación con los habitantes de los Santanderes, muchos de ellos cursaron sus estudios de secundaria en Pamplona, asimismo muchos colombianos pasaron la frontera para cursar sus estudios de postgrado en Venezuela en un constante ir y venir que difumina la línea punteada en el mapa.
La vida de los habitantes de la región trasciende las fronteras y el conflicto armado colombiano no fue la excepción. Al igual que Colombia, Venezuela vivió el surgimiento de grupos subversivos de izquierda en la segunda mitad del Siglo XX, con la diferencia de que fueron derrotados militarmente entre las décadas del 60 y 70 y los restantes se acogieron a la política de pacificación de la primera presidencia de Rafael Caldera. Así, mientras el conflicto colombiano se prolongaba en el tiempo, Venezuela era vista como un territorio de paz, pero también de prosperidad, gracias a los grandes yacimientos petroleros.
En el marco de la bonanza, muchos colombianos se radicaron en Venezuela, convirtiéndose en la migración más importante en un país receptor de españoles, portugueses, italianos, alemanes y latinoamericanos, sobre todo los que escapaban de las dictaduras del Cono Sur. No hay una sola familia venezolana que no esté emparentada con un colombiano. En el pasado reciente, durante los años más difíciles del conflicto armado, muchos colombianos se refugiaron en Venezuela huyendo de los grupos paramilitares y guerrilleros.
Ahora se ha iniciado un nuevo episodio en la historia de la hermandad colombo-venezolana. Cientos de miles de venezolanos, colombianos retornados y colombo-venezolanos huyen de la crisis humanitaria en que la Revolución Bolivariana hundió a Venezuela.
*Profesor e investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario. @ronalfrodriguez