Colombia y Venezuela: tres años sin relaciones y una historia que está por cambiar
El reciente acercamiento que tuvo el canciller designado de Gustavo Petro, Álvaro Leyva, con el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela y el gobernador del estado fronterizo de Táchira muestra un cambio en la aproximación de Colombia hacia Venezuela. Presentamos un recuento de las tensiones que han existido entre los dos países desde 2019, cuando se rompieron los lazos diplomáticos entre ellos.
Álvaro Leyva, el canciller designado de Gustavo Petro, estuvo en Táchira, un estado fronterizo venezolano y, desde allí, hizo un anuncio en conjunto con su homólogo, Carlos Faría: desde el 7 de agosto, día de la posesión del mandatario electo, se trabajará en el restablecimiento de las relaciones bilaterales, empezando con la labor de nombrar embajadores y de abrir los consulados en ambos países. Tras el anuncio, Leyva dijo: “Hemos reafirmado los lazos de hermandad, con voluntad de restablecer las relaciones a partir del 7 de agosto, momento en el que cambia de nuevo la historia de estos dos países”.
Y es que han pasado un poco más de tres años desde que Nicolás Maduro tomó la decisión de romper las relaciones diplomáticas con Colombia, el 23 de febrero de 2019. Durante una masiva movilización de oficialistas en Caracas, en la que se manifestó en contra de Washington y Bogotá, el mandatario venezolano afirmó: “He decidido romper todas las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno de Colombia ¡Les doy 24 horas a sus representantes diplomáticos para salir del país!”.
Le sugerimos: Colombia y Venezuela restablecerán sus relaciones desde el 7 de agosto
En ese momento, Marta Lucía Ramírez, en su posición de vicepresidenta, dijo: “Maduro no puede romper relaciones diplomáticas que Colombia no tiene con él. Nuestro gobierno no ha nombrado embajador allá ni reconocemos el embajador de Maduro, pues su mandato terminó el 9 de enero. Es un simple dictador que ocupa por la fuerza Miraflores”.
Tras el anuncio, que se dio cuando las relaciones entre los países estaban deterioradas, pero que fue detonado por el reconocimiento que Iván Duque le dio a Juan Guadió (el 23 de enero de 2019), los colombianos en Venezuela, que para ese entonces eran unos 3,4 millones, y la migración se convirtieron en dos focos de preocupación. “Aunque el diálogo estaba reducido, no tener una opción para manejar estos problemas binacionales enredan más el tema para Colombia, que es el país que más migrantes venezolanos ha recibido en los últimos años”, le afirmó a este diario Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, en ese entonces. Las cifras hablan por sí mismas: para 2014, 23.573 venezolanos llegaron al país y, según los últimos datos proporcionados por Migración Colombia, para 2022, con corte a febrero, en el país hay 2′477.588 venezolanos.
¿Qué ha pasado en este tiempo?
Desde la salida del último embajador, Ricardo Lozano, no ha habido una autoridad encargada de los intereses colombianos en el vecino país. Así, según lo escribió Rodríguez en el artículo “Dos años sin relaciones con Venezuela, en donde se consolida la dictadura”, se ha perdido autonomía en la interpretación que puede hacer el Estado colombiano sobre Venezuela y la cercanía de actores de la oposición venezolana al gobierno colombiano”.
El mismo analista ha hablado acerca de la necesidad de hacer un cambio en la estrategia con respecto a Caracas. En medio de ello, ha dicho que el “cerco diplomático”, respaldado por Donald Trump durante sus años en la Casa Blanca, y secundado por Duque en la región, ha sido un fracaso. La idea de presionar a Nicolás Maduro al máximo, en un intento por incentivar una transición a la democracia, no funcionó, escribió el analista en el texto “Cambio de estrategia: ¿qué hacer con las relaciones con Venezuela?”.
Le puede interesar: Mal rodeado: en un año, Pedro Castillo ha nombrado a más de 50 ministros
Lo cierto es que la dictadura de Nicolás Maduro persiste, pero también que hay unas necesidades muy específicas en la frontera, como la reactivación del comercio y la mejora de las condiciones en la seguridad, que ameritan ser atendidas. Y es que la normalización de las relaciones impulsaría el intercambio comercial, que rozó los US$7.200 millones en 2008, pero que se vino a pique con el cierre parcial de la frontera en 2015 y total en 2019. La Cámara Colombo-Venezolana maneja proyecciones de US$800 millones a US$1.200 millones en 2022, luego de que el año pasado la cifra bordeara los US$400 millones.
La presencia de actores armados ilegales en los territorio de lado y lado de la frontera también dan cuenta de la necesidad de cambiar la aproximación de Colombia hacia Venezuela. Según lo reportó Human Rights Watch, “varios grupos armados operan en los departamentos colombianos de Arauca y Vichada, y en el vecino estado venezolano de Apure, incluyendo el ELN, el Comando Conjunto de Oriente y, en Apure, la Segunda Marquetalia y las Fuerzas Patrióticas de Liberación Nacional”.
Nuevos indicios en las relaciones
La frontera fue cerrada al paso de vehículos en agosto de 2015 por orden del gobierno de Nicolás Maduro y la circulación de personas quedó suspendida tras la ruptura de relaciones decidida por el mandatario el 23 de febrero de 2019, cuando el líder opositor Juan Guaidó intentó ingresar desde Cúcuta una caravana de ayuda humanitaria.
Desde entonces la crisis se ha intensificado, aunque Maduro no lo reconozca. Una encuesta sobre pobreza en ese país, para 2021, lo muestra: tres de cada cuatro venezolanos viven en pobreza extrema, en medio de una larga crisis económica complicada por los confinamientos por la pandemia de COVID-19 y la escasez de combustible, según un estudio académico.
Además, un 76,6 % de los hogares sufren pobreza extrema, ya que sus ingresos no cubren sus necesidades alimenticias, y un 94,5 % están en la pobreza, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2021, coordinada por la privada Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Y es en medio de esta coyuntura que los gobiernos locales y los gremios comenzaron a trabajar por su lado para lograr una reactivación económica, a pesar de los palos en la rueda que desde las administraciones centrales le ponían al proceso.
Por eso, en octubre de 2021, el gobierno venezolano anunció la reapertura del principal paso fronterizo con Colombia, a lo que después le siguió la aprobación del paso peatonal entre los países. Más recientemente, con el gobierno de Gustavo Petro próximo a entrar en funciones, la visita de Álvaro Leyva a Venezuela terminó por evidenciar que la aproximación de Colombia hacia Venezuela parece estar cambiando.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Le invitamos a verlas en El Espectador.
Álvaro Leyva, el canciller designado de Gustavo Petro, estuvo en Táchira, un estado fronterizo venezolano y, desde allí, hizo un anuncio en conjunto con su homólogo, Carlos Faría: desde el 7 de agosto, día de la posesión del mandatario electo, se trabajará en el restablecimiento de las relaciones bilaterales, empezando con la labor de nombrar embajadores y de abrir los consulados en ambos países. Tras el anuncio, Leyva dijo: “Hemos reafirmado los lazos de hermandad, con voluntad de restablecer las relaciones a partir del 7 de agosto, momento en el que cambia de nuevo la historia de estos dos países”.
Y es que han pasado un poco más de tres años desde que Nicolás Maduro tomó la decisión de romper las relaciones diplomáticas con Colombia, el 23 de febrero de 2019. Durante una masiva movilización de oficialistas en Caracas, en la que se manifestó en contra de Washington y Bogotá, el mandatario venezolano afirmó: “He decidido romper todas las relaciones políticas y diplomáticas con el gobierno de Colombia ¡Les doy 24 horas a sus representantes diplomáticos para salir del país!”.
Le sugerimos: Colombia y Venezuela restablecerán sus relaciones desde el 7 de agosto
En ese momento, Marta Lucía Ramírez, en su posición de vicepresidenta, dijo: “Maduro no puede romper relaciones diplomáticas que Colombia no tiene con él. Nuestro gobierno no ha nombrado embajador allá ni reconocemos el embajador de Maduro, pues su mandato terminó el 9 de enero. Es un simple dictador que ocupa por la fuerza Miraflores”.
Tras el anuncio, que se dio cuando las relaciones entre los países estaban deterioradas, pero que fue detonado por el reconocimiento que Iván Duque le dio a Juan Guadió (el 23 de enero de 2019), los colombianos en Venezuela, que para ese entonces eran unos 3,4 millones, y la migración se convirtieron en dos focos de preocupación. “Aunque el diálogo estaba reducido, no tener una opción para manejar estos problemas binacionales enredan más el tema para Colombia, que es el país que más migrantes venezolanos ha recibido en los últimos años”, le afirmó a este diario Ronal Rodríguez, investigador del Observatorio de Venezuela de la Universidad del Rosario, en ese entonces. Las cifras hablan por sí mismas: para 2014, 23.573 venezolanos llegaron al país y, según los últimos datos proporcionados por Migración Colombia, para 2022, con corte a febrero, en el país hay 2′477.588 venezolanos.
¿Qué ha pasado en este tiempo?
Desde la salida del último embajador, Ricardo Lozano, no ha habido una autoridad encargada de los intereses colombianos en el vecino país. Así, según lo escribió Rodríguez en el artículo “Dos años sin relaciones con Venezuela, en donde se consolida la dictadura”, se ha perdido autonomía en la interpretación que puede hacer el Estado colombiano sobre Venezuela y la cercanía de actores de la oposición venezolana al gobierno colombiano”.
El mismo analista ha hablado acerca de la necesidad de hacer un cambio en la estrategia con respecto a Caracas. En medio de ello, ha dicho que el “cerco diplomático”, respaldado por Donald Trump durante sus años en la Casa Blanca, y secundado por Duque en la región, ha sido un fracaso. La idea de presionar a Nicolás Maduro al máximo, en un intento por incentivar una transición a la democracia, no funcionó, escribió el analista en el texto “Cambio de estrategia: ¿qué hacer con las relaciones con Venezuela?”.
Le puede interesar: Mal rodeado: en un año, Pedro Castillo ha nombrado a más de 50 ministros
Lo cierto es que la dictadura de Nicolás Maduro persiste, pero también que hay unas necesidades muy específicas en la frontera, como la reactivación del comercio y la mejora de las condiciones en la seguridad, que ameritan ser atendidas. Y es que la normalización de las relaciones impulsaría el intercambio comercial, que rozó los US$7.200 millones en 2008, pero que se vino a pique con el cierre parcial de la frontera en 2015 y total en 2019. La Cámara Colombo-Venezolana maneja proyecciones de US$800 millones a US$1.200 millones en 2022, luego de que el año pasado la cifra bordeara los US$400 millones.
La presencia de actores armados ilegales en los territorio de lado y lado de la frontera también dan cuenta de la necesidad de cambiar la aproximación de Colombia hacia Venezuela. Según lo reportó Human Rights Watch, “varios grupos armados operan en los departamentos colombianos de Arauca y Vichada, y en el vecino estado venezolano de Apure, incluyendo el ELN, el Comando Conjunto de Oriente y, en Apure, la Segunda Marquetalia y las Fuerzas Patrióticas de Liberación Nacional”.
Nuevos indicios en las relaciones
La frontera fue cerrada al paso de vehículos en agosto de 2015 por orden del gobierno de Nicolás Maduro y la circulación de personas quedó suspendida tras la ruptura de relaciones decidida por el mandatario el 23 de febrero de 2019, cuando el líder opositor Juan Guaidó intentó ingresar desde Cúcuta una caravana de ayuda humanitaria.
Desde entonces la crisis se ha intensificado, aunque Maduro no lo reconozca. Una encuesta sobre pobreza en ese país, para 2021, lo muestra: tres de cada cuatro venezolanos viven en pobreza extrema, en medio de una larga crisis económica complicada por los confinamientos por la pandemia de COVID-19 y la escasez de combustible, según un estudio académico.
Además, un 76,6 % de los hogares sufren pobreza extrema, ya que sus ingresos no cubren sus necesidades alimenticias, y un 94,5 % están en la pobreza, de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida 2021, coordinada por la privada Universidad Católica Andrés Bello (UCAB). Y es en medio de esta coyuntura que los gobiernos locales y los gremios comenzaron a trabajar por su lado para lograr una reactivación económica, a pesar de los palos en la rueda que desde las administraciones centrales le ponían al proceso.
Por eso, en octubre de 2021, el gobierno venezolano anunció la reapertura del principal paso fronterizo con Colombia, a lo que después le siguió la aprobación del paso peatonal entre los países. Más recientemente, con el gobierno de Gustavo Petro próximo a entrar en funciones, la visita de Álvaro Leyva a Venezuela terminó por evidenciar que la aproximación de Colombia hacia Venezuela parece estar cambiando.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Le invitamos a verlas en El Espectador.