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Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia no están precisamente en su momento más cálido. El martes, el presidente estadounidense, Joe Biden, llamará a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para discutir el último escándalo que ha minado la confianza entre Washington y Moscú: una supuesta invasión a Ucrania. ¿Qué esperar de la llamada? El Espectador le explica.
📞 ¿Por qué se da la llamada? Funcionarios ucranianos han advertido sobre un supuesto plan para invadir el país en el cual estaría participando Rusia. De hecho, Estados Unidos ya advirtió sobre movimientos inusuales en la frontera ucraniana, donde se han acumulado tropas rusas. Ucrania dice que más de 94.000 soldados rusos se han ubicado en la frontera.
💣 ¿Qué pruebas hay sobre los planes de una supuesta invasión? El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, recibió información sobre un supuesto golpe en su contra pronosticado para los primeros días de diciembre.
- El mandatario ucraniano afirmó que tenía en su posesión audios en los que se escuchaba la participación de ciudadanos rusos en los planes, aunque no acusó propiamente a Moscú de orquestar el supuesto ataque. Las pruebas no han sido compartidas en público y el Kremlin ha rechazado todas las acusaciones que lo vinculan con una supuesta invasión.
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La tensión entre Rusia y Ucrania, por el aumento de tropas en la frontera, ha llamado la atención de Europa y de Estados Unidos particularmente. De ahí a que Biden llame con urgencia a Putin para que responda sobre el panorama en la región.
🔵 De Biden se espera que anuncie sanciones contra el círculo íntimo de Putin antes de la llamada, incluidos algunos productores de energía de Rusia. Esta acción ya habría sido consultada con los socios europeos que también plantearon, según CNN, una “opción nuclear”. Con esta última se busca desconectar a Rusia del Society for World Interbank Financial Tellecommunication (SWIFT), el sistema de pagos internacionales que usan los bancos en todo el mundo.
La decisión no está tomada, pero esta pretende causar un severo daño económico a la economía rusa con el objetivo de detener la escalada militar de Moscú en su frontera con Ucrania.
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🔴 De Putin se espera que exija más garantías a los miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte para que no se expanda más hacia el este y prometa que no contribuirán con equipos o armas a sus países vecinos, como Ucrania particularmente. Según Moscú, el despliegue de sus tropas responde al “comportamiento agresivo” de la OTAN, que incluye maniobras en el Mar Negro y bombardeos estratégicos en la región. Sin embargo, los socios europeos y Estados Unidos señalan que Rusia no puede prohibir las aspiraciones de Ucrania de asociarse con la OTAN, por lo que este marca otro punto clave del conflicto.
De ambos líderes se espera que planteen un próximo encuentro presencial para abordar otros asuntos de carácter bilateral. La última vez que se vieron los presidentes de Estados Unidos y Rusia fue durante una cumbre celebrada en Ginebra a mitad de 2021.
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Pero Ucrania y los avances de la OTAN no son las únicas áreas de tensión entre Estados Unidos y Rusia. ¿Qué más se puede esperar?
La crisis fronteriza entre Polonia y Birmania, a quien se le acusa de provocar un drama migratorio para presionar a la Unión Europa sobre el retiro de ciertas sanciones, también podría ser un tema de conversación entre Biden y Putin. El líder ruso ha mostrado todo su respaldo al dictador bielorruso Alexander Lukashenko, protagonista de esta tragedia.
La diplomacia entre Estados Unidos y Rusia se vio golpeada por la constante reducción de funcionarios en las embajadas de cada país, producto de los conflictos desatados por los ataques cibernéticos contra empresas, instituciones e infraestructura estadounidense por parte de agentes rusos. Para el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, un primer paso para mejorar las relaciones puede ser la eliminación de las limitaciones sobre el cuerpo diplomático en ambos países. Sin embargo, el que no haya progreso sobre el tema de los ataques cibernéticos dificulta cualquier avance.
Otro punto de discordia es el trato que ha recibido el activista opositor ruso Alexei Navalny, principal opositor de Putin quien paga una condena en prisión de un año y enfrenta otros 10 por presuntas actividades relacionadas con el lavado de activos. El caso ha estado rodeado de procesos dudosos de la justicia rusa contra el opositor, quien cabe recordar sufrió un intento de asesinato en 2019. Estados Unidos ha lamentado la situación de Navalny y, a partir de su historia, ha llamado la atención sobre los derechos humanos en Rusia.
Siria, los países exsoviéticos y los acuerdos sobre armas se convierten en los últimos asuntos de política exterior que podrían tratar los dos líderes en su videollamada del martes. Sobre Siria, cabe resaltar que la figura de Bashar al-Assad, el presidente sirio, siempre ha causado discordia entre Moscú y Washington, siendo el primero un aliado del mandatario y el segundo un opositor a este.
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Sin embargo, Anthony Blinken, secretario de Estado de EE. UU., ha considerado que, a pesar de las diferencias sobre al-Assad, Rusia y Estados Unidos pueden trabajar juntos frente a la crisis siria. También pueden encontrar puntos en común para cooperar en la resolución de otros conflictos, como el de Armenia y Azerbaiyán. Respecto a los acuerdos sobre armas, hay pocos avances sobre los acuerdos firmados de control del arsenal nuclear.
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