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La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo (Usaid) firmó en la mañana de este martes un pacto para apoyar la inclusión laboral y financiera de la población migrante en Colombia. El acuerdo, bautizado como “Oportunidades sin fronteras”, tiene como objetivo ejecutar un plan a largo plazo para contribuir al mejoramiento de la situación de los “migrantes, retornados y colombianos en situación de vulnerabilidad”.
El pacto, que busca crear 100.000 empleos y atender desde otros frentes la situación y las “barreras” que enfrenta la población venezolana en territorio colombiano, está dirigido a incluir a los más de dos millones de migrantes en la economía del país.
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La firma del acuerdo se llevó a cabo en el hotel JW Marriott de Bogotá, donde más de 50 empresas públicas y privadas que funcionan en Colombia manifestaron su apoyo y financiación. También estuvo presente Luis Felipe Quintero, viceministro de Comercio. El funcionario expresó la importancia que tiene este nuevo acuerdo para el país y para la población migratoria.
“Identificar el perfil de los migrantes, sus capacidades, su potencialidad […] es clave para impulsar el empleo y las iniciativas emprendedoras”, señaló Quintero.
¿Cómo se aplicará?
Según establece el pacto de “Oportunidad sin fronteras”, más de 100.000 ciudadanos venezolanos en Colombia recibirán apoyo para estabilizar su situación. Así se hará durante los próximos cinco años “a través del perfilamiento, acceso a la formación, subsidios y acompañamiento”, según indicó la organización.
Uno de los motivos por los cuales la población migrante carece de trabajo es “la falta de información”, aseguró Angi Velásquez, directora de la Unidad del Servicio Público de Empleo. Además, agregó que esta población tiene una “nula red de apoyo”.
Por esta razón, el pacto está enfocado en que a través de esta entidad se hagan campañas en las cuales se divulgue qué empresas buscan contratarlos. También está enfocado en orientar a las empresas para que los trabajos que oferten no cuenten con demasiados requisitos.
En una segunda parte, Usaid y las empresas colombianas servirán de ayuda para que esta población pueda emprender y con sostenibilidad económica. Según dijo Anu Rajamaran, directora de la entidad en Colombia, el hecho de generar emprendimientos causa un efecto consecuente de crear más empleos para los “migrantes y retornados”.
Las empresas, entre las cuales se encuentran algunas de las más grandes del país (estuvieron presentes algunas como Claro y Nestlé, así como gremios como la ANDI y Asocapitales), contarán con asesoría de parte de Usaid para poder contratar a la población migrante y y “reforzar su fuerza laboral”.
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Otra de las aristas del acuerdo versará sobre generar ayudas a los migrantes para que “puedan acceder a servicios financieros” y tener independencia económica.
¿Qué regiones harán parte del pacto?
Teniendo en cuenta que los recursos de este pacto son limitados, Usaid estableció que inicialmente trabajarán en nueve regiones del país.
Según la agencia, son lugares donde más densidad de migrantes y dificultades hay. Estas regiones son: Guajira, Magdalena, Norte de Santander, Bogotá, Cundinamarca, Antioquia, Santander, Bolívar y Valle del Cauca. “Se buscará también generar un ambiente […] que favorezca la integración económica de los migrantes y los colombianos vulnerables”, aseguró la entidad.
“Tenemos algo de flexibilidad” en el proyecto “para que este proyecto de derechos humanos puedan moverse”, aseguró Elisa Zogbi, funcionaria de registro exterior de Usaid. “Hemos visto la situación en Ipiales (Pasto) y Necoclí (Chocó)”, señaló Zogbi.
La situación de los migrantes en Colombia
Colombia es el país que más flujo migratorio ha recibido desde Venezuela en toda Latinoamérica. De acuerdo con los últimos sondeos de Migración Colombia, hay más de 2,5 millones de venezolanos en el país, la gran mayoría de ellos en condiciones que “dan cuenta de un desastre humanitario de difícil comparación en la historia de América Latina”, en palabras de la ONG Bethany.
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De acuerdo con cifras del GIFMM, la población migrante en Colombia no tiene acceso a todos los servicios. Por ejemplo, solo uno de cada dos migrantes comen dos veces en el día; el 25 % tiene acceso a agua de calidad y el 36 % vive en condición de hacinamiento.
Además, según el DANE, 85 % de la población venezolana en Colombia ha tenido dificultades para tener un trabajo pago, situación que se agudiza principalmente para las mujeres, con 89,2%.
Una publicación del Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos (GIFMM) en diciembre aseguró que en 2023 los gastos para cubrir las necesidades básicas de los migrantes en Colombia costarían alrededor de US$665 millones.
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