Crece indignación por muerte de bebé venezolano en el mar de Trinidad y Tobago
Un bebé de un año murió en brazos de su madre durante maniobras de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago para interceptar una embarcación donde viajaban migrantes que partieron desde Venezuela.
Redacción Mundo y Afp
Luego de la muerte de un bebé durante una interceptación en el mar frente a la costa sureste de la isla de Trinidad, varias organizaciones de Naciones Unidas rechazaron los hechos, e hicieron un llamado para establecer mecanismos de protección para los migrantes, en particular para las mujeres, las niñas y niños.
“Nadie en búsqueda de seguridad, protección y nuevas oportunidades debería perder la vida“, dijo Eduardo Stein, representante Especial Conjunto del ACNUR y la OIM para los refugiados y migrantes venezolanos. “Este incidente pone de manifiesto la difícil situación a la que se enfrentan las personas que se desplazan durante los desesperados y peligrosos viajes buscando seguridad”, agregó.
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Por su parte, Jean Gough, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, sostuvo que “ningún niño o niña migrante debería morir jamás, ya sea viajando con sus padres o solo. Ninguna madre quiere poner en riesgo la vida de sus hijos en un pequeño barco en alta mar, a menos que no tenga otra opción”.
De acuerdo con el experto, dos de cada tres venezolanos en movimiento son mujeres y niños. “Este trágico evento es un claro recordatorio de que ellos son los más vulnerables entre los vulnerables. Merecen especial atención, protección y seguridad, en cualquier lugar y en cualquier momento”, agregó Gough.
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La Agencia de la ONU para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Oficina del Alto Comisionado de la ONU ara los Derechos Humanos y UNICEF, explicaron que mantienen su compromiso de compartir su experiencia en normas internacionales de derechos humanos, “y están dispuestos a prestar asistencia técnica a Trinidad y Tobago para garantizar el acceso a la protección y la asistencia a las personas afectadas por la movilidad humana”, se lee en un comunicado emitido.
¿Qué pasó?
Un bebé de un año murió en brazos de su madre durante maniobras de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago para interceptar una embarcación donde viajaban migrantes que partieron desde Venezuela, confirmaron autoridades trinitarias este domingo.
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El hecho se registró a la medianoche del sábado cuando agentes trinitarios a bordo de una embarcación militar detectaron un barco que cruzó la frontera entre Trinidad y Tobago y Venezuela.
Según las autoridades, la embarcación procedente de Venezuela se negó a detenerse por lo que emplearon “disparos de advertencia en defensa propia”, pues alegan que temieron por las vidas de la tripulación ante la “embestida” que dicen haber sufrido por parte del barco donde se trasladaban los migrantes.
“Se descubrió que había inmigrantes ilegales a bordo que habían permanecido ocultos y, por lo tanto, no habían sido vistos antes. Una migrante ilegal adulta sostenía a un bebé que estaba sangrando”, añadió el texto de la Guardia Costera. La mujer fue estabilizada y trasladada a un centro de salud local, pero “lamentablemente, el bebé no respondía”.
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La lancha salió la noche del sábado desde Delta Amacuro, un empobrecido estado con población en su mayoría indígena, donde se calcula que zarpan entre seis y 10 embarcaciones a diario con emigrantes que huyen de la crisis, contó a la AFP en activista de derechos humanos Orlando Moreno.
“Esto es un episodio que se veía venir porque ellos disparan a los motores de las embarcaciones para que se detengan, en este caso se les fue de las manos el protocolo”, indicó Moreno, quien ha estado en contacto con familiares del bebé fallecido.
¿Qué dice el gobierno de Trinidad y Tobago?
“Quiero expresar mis condolencias en nombre de todos las ciudades de Trinidad y Tobago, referente a la desafortunada pérdida de un niño durante un operativo de seguridad”, sostuvo el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, en un comunicado de prensa difundido en su página oficial de Facebook.
Según dijo Rowley, luego de conversar con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, esta prometió agilizar el proceso de presentación de credenciales para el embajador trinitense, Edmund Dillon, para que él pueda reunirse lo más temprano posible con oficiales de alto rango de la Guardia Costera de su país.
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Ante ello, el primer ministro dijo que dicha reunión ayudará a tener una mejor comunicación y colaboración con el Gobierno venezolano relacionado a los viajes de contrabando de migrantes, narcotráfico y tráfico ilegal de armas
La crisis migratoria y los zarpes clandestinos en la zona
Estos viajes han dejado al menos un centenar de muertos y desaparecidos desde 2018, como resultado de una peligrosa travesía en embarcaciones precarias y con sobrepeso que cruzan los 120 kilómetros de trayecto marino que separan a ambos países.
Naciones Unidas estima que más de cinco millones de venezolanos han emigrado desde 2015 forzados por la aguda crisis en su país y que unos 25.000 viven en Trinidad y Tobago. Este país caribeño de 1,3 millones de habitantes sostiene que tiene registrados a 16.000.
Trinidad y Tobago ha endurecido su política de deportaciones para prevenir la entrada ilegal de personas, al señalar que sus habitantes se encuentran bajo “asalto” de inmigrantes ilegales que “usan niños inocentes” para sus fines.
Luego de la muerte de un bebé durante una interceptación en el mar frente a la costa sureste de la isla de Trinidad, varias organizaciones de Naciones Unidas rechazaron los hechos, e hicieron un llamado para establecer mecanismos de protección para los migrantes, en particular para las mujeres, las niñas y niños.
“Nadie en búsqueda de seguridad, protección y nuevas oportunidades debería perder la vida“, dijo Eduardo Stein, representante Especial Conjunto del ACNUR y la OIM para los refugiados y migrantes venezolanos. “Este incidente pone de manifiesto la difícil situación a la que se enfrentan las personas que se desplazan durante los desesperados y peligrosos viajes buscando seguridad”, agregó.
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Por su parte, Jean Gough, directora regional de UNICEF para América Latina y el Caribe, sostuvo que “ningún niño o niña migrante debería morir jamás, ya sea viajando con sus padres o solo. Ninguna madre quiere poner en riesgo la vida de sus hijos en un pequeño barco en alta mar, a menos que no tenga otra opción”.
De acuerdo con el experto, dos de cada tres venezolanos en movimiento son mujeres y niños. “Este trágico evento es un claro recordatorio de que ellos son los más vulnerables entre los vulnerables. Merecen especial atención, protección y seguridad, en cualquier lugar y en cualquier momento”, agregó Gough.
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La Agencia de la ONU para los Refugiados, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Oficina del Alto Comisionado de la ONU ara los Derechos Humanos y UNICEF, explicaron que mantienen su compromiso de compartir su experiencia en normas internacionales de derechos humanos, “y están dispuestos a prestar asistencia técnica a Trinidad y Tobago para garantizar el acceso a la protección y la asistencia a las personas afectadas por la movilidad humana”, se lee en un comunicado emitido.
¿Qué pasó?
Un bebé de un año murió en brazos de su madre durante maniobras de la Guardia Costera de Trinidad y Tobago para interceptar una embarcación donde viajaban migrantes que partieron desde Venezuela, confirmaron autoridades trinitarias este domingo.
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El hecho se registró a la medianoche del sábado cuando agentes trinitarios a bordo de una embarcación militar detectaron un barco que cruzó la frontera entre Trinidad y Tobago y Venezuela.
Según las autoridades, la embarcación procedente de Venezuela se negó a detenerse por lo que emplearon “disparos de advertencia en defensa propia”, pues alegan que temieron por las vidas de la tripulación ante la “embestida” que dicen haber sufrido por parte del barco donde se trasladaban los migrantes.
“Se descubrió que había inmigrantes ilegales a bordo que habían permanecido ocultos y, por lo tanto, no habían sido vistos antes. Una migrante ilegal adulta sostenía a un bebé que estaba sangrando”, añadió el texto de la Guardia Costera. La mujer fue estabilizada y trasladada a un centro de salud local, pero “lamentablemente, el bebé no respondía”.
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La lancha salió la noche del sábado desde Delta Amacuro, un empobrecido estado con población en su mayoría indígena, donde se calcula que zarpan entre seis y 10 embarcaciones a diario con emigrantes que huyen de la crisis, contó a la AFP en activista de derechos humanos Orlando Moreno.
“Esto es un episodio que se veía venir porque ellos disparan a los motores de las embarcaciones para que se detengan, en este caso se les fue de las manos el protocolo”, indicó Moreno, quien ha estado en contacto con familiares del bebé fallecido.
¿Qué dice el gobierno de Trinidad y Tobago?
“Quiero expresar mis condolencias en nombre de todos las ciudades de Trinidad y Tobago, referente a la desafortunada pérdida de un niño durante un operativo de seguridad”, sostuvo el primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, en un comunicado de prensa difundido en su página oficial de Facebook.
Según dijo Rowley, luego de conversar con la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, esta prometió agilizar el proceso de presentación de credenciales para el embajador trinitense, Edmund Dillon, para que él pueda reunirse lo más temprano posible con oficiales de alto rango de la Guardia Costera de su país.
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La crisis migratoria y los zarpes clandestinos en la zona
Estos viajes han dejado al menos un centenar de muertos y desaparecidos desde 2018, como resultado de una peligrosa travesía en embarcaciones precarias y con sobrepeso que cruzan los 120 kilómetros de trayecto marino que separan a ambos países.
Naciones Unidas estima que más de cinco millones de venezolanos han emigrado desde 2015 forzados por la aguda crisis en su país y que unos 25.000 viven en Trinidad y Tobago. Este país caribeño de 1,3 millones de habitantes sostiene que tiene registrados a 16.000.
Trinidad y Tobago ha endurecido su política de deportaciones para prevenir la entrada ilegal de personas, al señalar que sus habitantes se encuentran bajo “asalto” de inmigrantes ilegales que “usan niños inocentes” para sus fines.