Crece polémica en Estados Unidos por medida que permite la impresión de armas en 3D
A solo días de que sean publicados en internet los planos para la fabricación de armas en impresoras 3D, fiscales, gobernadores y activistas se han manifestado en contra de la medida, que califican como peligrosa. Un juez federal bloqueó la polémica decisión.
redacción internacional
Un juez estadounidense bloqueó temporalmente el martes la distribución en línea de planos para fabricar armas de fuego en impresoras 3D, poniendo fin a un acuerdo que el gobierno de Donald Trump alcanzó con la compañía que planea comercializar los documentos.
El juez federal Robert Lasnik de Seattle, estado de Washington, aceptó la solicitud de los fiscales de ocho estados del país y el Distrito de Columbia, donde está la capital Washington, calificando al acuerdo con el grupo Defense Distributed como "arbitrario y caprichoso".
A partir del 1 de agosto, cualquier estadounidense con Internet podía descargar de manera gratuita planos para fabricar armas en su propia casa. Luego de una larga batalla judicial, el mes de junio el gobierno autorizó la publicación en línea de instrucciones de fabricación de armas en impresoras 3-D, algo que ha levantado la polémica en Estados Unidos.
A solo días de que se haga efectiva la medida, varios gobiernos estatales y los partidarios de un mayor control de armas de fuego en Estados Unidos intentaron el martes bloquear la comercialización de los planos digitales. Quienes están en contra argumentan que ante el ya número elevado de armas que hay en Estados Unidos es "ilógico" permitir que se imprima armamento "sin discreción ni control alguno".
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Estas armas, que se hacen de plástico, funcionan como las reales. Al no ser industrializados por un fabricante autorizado, no tienen número de serie, tampoco suenan al pasar por un detector de metales y potencialmente no se pueden rastrear.
La cercanía de la fecha ha puesto el tema de las armas ·D sobre la mesa en Estados Unidos. De hecho, el mismo presidente Donald Trump, que está en contra del control de armas y es un defensor de la segunda enmienda parece oponerse a esta nueva forma de armarse.
"Estoy investigando este caso de armas de plástico 3D vendidas al gran público", escribió Trump en Twitter. El mandatario, que ya había consultado el tema con el principal lobby estadounidense de armas de fuego, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), añadió: "¡Eso no parece tener mucho sentido!".
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La NRA, el principal cabildero de armas de fuego, que reúne a los principales fabricantes de armamento, no se ha expresado sobre el tema pero pude ser que no vea con bueno ojos esta competencia.
Los planos serán publicados por la compañía Defense Distributed, cuya cabeza es el estadounidense Cody Wilson, un libertario de 30 años, que desde el año 2013 empezó con esta lucha. "El momento de las armas descargables realmente comienza", promete el sitio web de su grupo.
Sin embargo, el mismo Wilson, de acuerdo con una entrevista con la revista Wired, y había publicado las instrucciones para la fabricación de armas de plástico hacía tiempo. De acuerdo con la publicación, estos "ya han sido descargados miles de veces".
Reacciones en contra
Una docena de fiscales de estados demócratas habían presentado el lunes una demanda ante la justicia para impedir la publicación de esos manuales."Es una locura dar a los delincuentes las herramientas para imprimir en 3D armas que son imposibles de rastrear y que no se pueden detectar, con solo apretar un botón", dijo la fiscal del estado de Nueva York, Barbara Underwood.
Los fiscales presentaron el caso a un tribunal federal de Seattle, en el estado de Washington, y pidieron un juicio sumario a la luz de la inminente fecha límite.
Una veintena de fiscales estatales también escribieron al Fiscal General de Estados Unidos, Jeff Sessions, y al secretario de Estado, Mike Pompeo, para denunciar el acuerdo entre Trump y Defense Distributed. Es un acuerdo "profundamente peligroso que podría tener un impacto sin precedentes en la seguridad pública", indicaron.
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"De hecho, no tiene mucho sentido. Y no tiene mucho sentido que su Fiscal General y su departamento de Estado hayan autorizado que se pongan a disposición del público las armas impresas en 3D", comentó Ed Markey, senador de Massachusetts.
Estados Unidos, donde unas 30.000 personas mueren al año a causa de las armas de fuego, está profundamente dividido por la discusión sobre el control de armas personales, particularmente por numerosas matanzas masivas, muchas veces perpetradas con armas que fueron compradas de manera legal.
Con información de AFP y EFE
Un juez estadounidense bloqueó temporalmente el martes la distribución en línea de planos para fabricar armas de fuego en impresoras 3D, poniendo fin a un acuerdo que el gobierno de Donald Trump alcanzó con la compañía que planea comercializar los documentos.
El juez federal Robert Lasnik de Seattle, estado de Washington, aceptó la solicitud de los fiscales de ocho estados del país y el Distrito de Columbia, donde está la capital Washington, calificando al acuerdo con el grupo Defense Distributed como "arbitrario y caprichoso".
A partir del 1 de agosto, cualquier estadounidense con Internet podía descargar de manera gratuita planos para fabricar armas en su propia casa. Luego de una larga batalla judicial, el mes de junio el gobierno autorizó la publicación en línea de instrucciones de fabricación de armas en impresoras 3-D, algo que ha levantado la polémica en Estados Unidos.
A solo días de que se haga efectiva la medida, varios gobiernos estatales y los partidarios de un mayor control de armas de fuego en Estados Unidos intentaron el martes bloquear la comercialización de los planos digitales. Quienes están en contra argumentan que ante el ya número elevado de armas que hay en Estados Unidos es "ilógico" permitir que se imprima armamento "sin discreción ni control alguno".
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Estas armas, que se hacen de plástico, funcionan como las reales. Al no ser industrializados por un fabricante autorizado, no tienen número de serie, tampoco suenan al pasar por un detector de metales y potencialmente no se pueden rastrear.
La cercanía de la fecha ha puesto el tema de las armas ·D sobre la mesa en Estados Unidos. De hecho, el mismo presidente Donald Trump, que está en contra del control de armas y es un defensor de la segunda enmienda parece oponerse a esta nueva forma de armarse.
"Estoy investigando este caso de armas de plástico 3D vendidas al gran público", escribió Trump en Twitter. El mandatario, que ya había consultado el tema con el principal lobby estadounidense de armas de fuego, la Asociación Nacional del Rifle (NRA), añadió: "¡Eso no parece tener mucho sentido!".
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La NRA, el principal cabildero de armas de fuego, que reúne a los principales fabricantes de armamento, no se ha expresado sobre el tema pero pude ser que no vea con bueno ojos esta competencia.
Los planos serán publicados por la compañía Defense Distributed, cuya cabeza es el estadounidense Cody Wilson, un libertario de 30 años, que desde el año 2013 empezó con esta lucha. "El momento de las armas descargables realmente comienza", promete el sitio web de su grupo.
Sin embargo, el mismo Wilson, de acuerdo con una entrevista con la revista Wired, y había publicado las instrucciones para la fabricación de armas de plástico hacía tiempo. De acuerdo con la publicación, estos "ya han sido descargados miles de veces".
Reacciones en contra
Una docena de fiscales de estados demócratas habían presentado el lunes una demanda ante la justicia para impedir la publicación de esos manuales."Es una locura dar a los delincuentes las herramientas para imprimir en 3D armas que son imposibles de rastrear y que no se pueden detectar, con solo apretar un botón", dijo la fiscal del estado de Nueva York, Barbara Underwood.
Los fiscales presentaron el caso a un tribunal federal de Seattle, en el estado de Washington, y pidieron un juicio sumario a la luz de la inminente fecha límite.
Una veintena de fiscales estatales también escribieron al Fiscal General de Estados Unidos, Jeff Sessions, y al secretario de Estado, Mike Pompeo, para denunciar el acuerdo entre Trump y Defense Distributed. Es un acuerdo "profundamente peligroso que podría tener un impacto sin precedentes en la seguridad pública", indicaron.
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"De hecho, no tiene mucho sentido. Y no tiene mucho sentido que su Fiscal General y su departamento de Estado hayan autorizado que se pongan a disposición del público las armas impresas en 3D", comentó Ed Markey, senador de Massachusetts.
Estados Unidos, donde unas 30.000 personas mueren al año a causa de las armas de fuego, está profundamente dividido por la discusión sobre el control de armas personales, particularmente por numerosas matanzas masivas, muchas veces perpetradas con armas que fueron compradas de manera legal.
Con información de AFP y EFE