¿Cuál será el rol de J. D. Vance en la Vicepresidencia, junto a Donald Trump?
Es uno de los más jóvenes en el cargo, en el que tendrá una ventaja sobre otros aspirantes a la Presidencia dentro de cuatro años.
Céline Elber
J. D. Vance, de 40 años, está preparado para asumir el cargo de vicepresidente de los Estados Unidos, uno de los más jóvenes de la historia, en la próxima administración. Su nuevo puesto, como el segundo funcionario de mayor rango en el gobierno federal, lo colocará en el corazón de los poderes Ejecutivo y Legislativo de Estados Unidos.
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J. D. Vance, de 40 años, está preparado para asumir el cargo de vicepresidente de los Estados Unidos, uno de los más jóvenes de la historia, en la próxima administración. Su nuevo puesto, como el segundo funcionario de mayor rango en el gobierno federal, lo colocará en el corazón de los poderes Ejecutivo y Legislativo de Estados Unidos.
Como vicepresidente, Vance será un asesor clave para el presidente, y se espera que su papel sea altamente participativo. “Sé que el presidente quiere que participe en todo, y ciertamente espero hacerlo”, comentó en una entrevista con USA Today en septiembre. “El presidente es el líder del partido. Si gana, es el líder del país, y mi trabajo es ayudarlo a ser lo más exitoso posible”.
John Adams, el primer vicepresidente de la joven nación estadounidense, lo describió una vez como “el cargo más insignificante que el hombre haya inventado o imaginado”. Pero los tiempos han cambiado. Aunque históricamente las responsabilidades del vicepresidente se limitaban principalmente a presidir el Senado y asumir la presidencia en caso de vacante, los vicepresidentes modernos son cada vez más vistos como figuras políticas influyentes y decisores de políticas importantes.
Las principales funciones de un vicepresidente
Una de las responsabilidades principales del vicepresidente sigue siendo la de asumir la presidencia en caso de vacante debido a fallecimiento, renuncia o incapacidad. Este plan de sucesión se consolidó con la aprobación de la 25ª Enmienda en 1967, que clarificó los procedimientos en caso de vacante o incapacidad presidencial. Además de esto, el vicepresidente también tiene la tarea de presidir el Senado, aunque este poder se ejerce rara vez, excepto cuando es necesario emitir un voto de desempate. Esta responsabilidad, aunque limitada, puede tener consecuencias importantes en legislaturas muy divididas.
A lo largo del siglo XX, los vicepresidentes comenzaron a asumir roles más visibles e influyentes. Dado que un presidente no puede simplemente despedir a su vicepresidente como haría con otro funcionario, la relación de trabajo entre ambos es crucial. El vicepresidente a menudo se convierte en el asesor más cercano del presidente, cumple funciones representativas, realiza visitas de Estado y es encargado de ciertos temas específicos. En el caso de Kamala Harris, el presidente Biden le asignó temas como el derecho al aborto, el derecho al voto, inmigración y la frontera sur de Estados Unidos.
¿Cuál será el papel de Vance?
La función exacta que desempeñará Vance sigue siendo imprecisa. En la campaña, Vance dijo poco sobre el tipo de vicepresidente que espera ser. Mencionó a NBC News su interés en influir en la política fronteriza y fomentar conversaciones sobre el abuso de sustancias, un problema que su madre enfrentó hasta hace 10 años. Antes de las elecciones del martes, Vance comentó al New York Times que él y Trump eran demasiado supersticiosos como para hablar mucho sobre su papel en la Casa Blanca.
Los expertos tienen opiniones diversas sobre cuán activo será el rol de J. D. Vance como vicepresidente. Lawrence Gumbiner, exdiplomático y consultor internacional, no espera que Vance sea una figura importante. “Primero, porque es el mundo de Donald Trump. A él no le gusta la competencia, especialmente en temas que le importan”, explicó el experto. Sin embargo, Vance podría encontrar cierta autoridad en temas que no interesan tanto a Trump. “Pero el segundo problema para Vance es que es nuevo en la política y en Washington, así que no tiene muchos contactos propios ni un equipo consolidado que pueda llevar con él”, continuó Gumbiner. “Es el clásico ‘outsider’, recientemente en el Senado, y su valor para Trump como intermediario en el mundo de Washington (como Biden fue para Obama) es limitado”.
También Alejandro Bohórquez-Keeney, profesor de la Universidad Externado, no cree que J. D. Vance desempeñe un papel administrativo fuerte, “debido a que Trump es bien como controlador”. La función de Vance la ve más bien en mantener el apoyo leal de los votantes de Trump, especialmente de la clase trabajadora blanca y pobre en áreas rurales, debido también a la influencia que ha ganado a través de su libro Hillbilly Elegy.
Pero el profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Dayton Christopher Devine dijo a USA Today que Vance podría ser un vicepresidente más influyente que Pence, quien se encargó de algunas tareas de alto perfil, pero en última instancia no tuvo influencia con Trump. Devine dijo que la capacidad de Vance para abrirse camino en la órbita interna de MAGA (en parte, debido a su amistad con Donald Trump Jr.) podría posicionarlo mejor para inclinar la oreja de Trump en ciertos temas.
¿Será el próximo presidente?
Como vicepresidente, Vance pronto estará primero en la línea de sucesión presidencial. De hecho, la mayoría de los vicepresidentes han tenido aspiraciones de alcanzar la presidencia. Según el Pew Research Center, 29 de los 49 vicepresidentes en la historia de EE. UU. han intentado postularse para la presidencia, y diez de ellos (aproximadamente un tercio) lo lograron.
Según los expertos, es probable que Vance también lo intente. “Como vicepresidente, Vance tiene una ventaja si decide postularse para la presidencia en cuatro años. Sería inusual que no lo intentara”, afirmó Gumbiner. Sin embargo, si será elegido o no es otra cuestión. Aún es temprano para hacer predicciones. Mucho dependerá de a quién Trump, de 82 años cundo termine el mandato, designe como su sucesor; eso sería el “dedazo” que necesitaría para tener éxito.
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