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Más del 70% de la población cubana recuperó el servicio eléctrico tras cuatro días de apagón total, en un contexto de emergencia agravada por el paso del huracán Oscar que dejó seis muertos en el este de la isla, informaron el martes las autoridades.
“Esta mañana el 70,89% de los clientes en Cuba tienen servicio eléctrico”, dijo el Ministerio de Energía y Minas en su cuenta de X, donde agregó que continúa “la ampliación de la cobertura eléctrica en el país”.
Cuba vivió los últimos días una situación excepcional con la caída del sistema eléctrico nacional tras una avería el viernes en la termoeléctrica más importante del país, y por la llegada del huracán Oscar, como categoría uno, por el extremo este de la isla.
Oscar, que se degradó unas horas después a tormenta tropical, causó seis muertos y dejó graves daños materiales en la provincia de Guantánamo, antes de abandonar Cuba el lunes por la noche.
Las autoridades hicieron el fin de semana grandes esfuerzos por levantar el sistema eléctrico nacional, que en varias ocasiones se volvió a desplomar.
Sin embargo, el lunes por la noche el presidente Miguel Díaz-Canel informó que había en el país “un 36% del servicio restablecido funcionando con estabilidad en estos momentos”.
En La Habana, de dos millones de habitantes, gran parte de la población tenía luz, pero en el resto de la isla la mayoría seguía sin servicio.
La vida de los cubanos se complicó porque en muchos casos fue interrumpido también el servicio de agua y gas, mientras que las comunicaciones telefónicas y el transporte el fin de semana fueron casi nulos.
La gente se sintió aliviada con el restablecimiento del servicio: “Claro que estoy contenta, a mí me hace falta que haya corriente, que todo se restablezca, porque tengo una madre senil de 85 años y un niño autista”, dijo a la AFP Olga Gómez, un ama de casa de 59 años que vive en la parte vieja de la ciudad.
En Cuba, la electricidad se genera a través de ocho desgastadas termoeléctricas dependientes de carburante, que en algunos casos presentan averías o se encuentran en mantenimiento.
A esto se suman varias plantas flotantes -que el gobierno renta a empresas turcas- y grupos electrógenos.
Con escasez de alimentos, medicinas, una inflación disparada y apagones crónicos que limitan el desarrollo de las actividades productivas, Cuba enfrenta su peor crisis económica en tres décadas.
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