En el último día de la Convención Republicana, llevada a cabo en el estado de Wisconsin, Donald Trump aceptó la nominación del Partido Republicano como candidato a las elecciones presidenciales de noviembre: “Me presento ante ustedes esta noche con un mensaje de confianza, fortaleza y esperanza. Dentro de cuatro meses, tendremos una victoria increíble y comenzaremos los cuatro mejores años de la historia de nuestro país”. En su discurso agregó: “Nos levantamos juntos o nos desmoronamos. Me postulo para ser presidente de todo Estados Unidos, no de la mitad, porque no hay victoria en ganar para la mitad de Estados Unidos”.
El espacio lo aprovechó también para hablar del intento de asesinato en su contra, ocurrido el sábado pasado: “Como ya saben, la bala del asesino estuvo a un cuarto de pulgada de quitarme la vida (...). Si no hubiera movido la cabeza en ese último instante, la bala habría dado en el blanco y yo no estaría aquí esta noche. No estaríamos juntos”. Ahora bien, su intervención no estuvo exenta de ataques a sus rivales. De hecho, le recriminó a los demócratas por “utilizar el sistema de justicia como arma” e insistió en que él, a pesar de sus intentos de revocar las elecciones de 2020 y de alegar fraude en los comicios que ganó Joe Biden en ese entonces, es un defensor de la democracia.
“Somos una nación bajo Dios, indivisible, con libertad y justicia para todos. Y no debemos criminalizar la disidencia ni demonizar el desacuerdo político, que es lo que ha estado sucediendo en nuestro país últimamente a un nivel que nadie ha visto antes. En ese espíritu, el Partido Demócrata debería dejar de inmediato de utilizar el sistema de justicia como arma y de etiquetar a su oponente político como enemigo de la democracia, sobre todo porque eso no es cierto. Soy yo quien salva la democracia para la gente de nuestro país”, aseguró el exocupante de la Casa Blanca.
En su discurso, Trump también celebró que apenas el lunes la jueza federal Aileen Cannon tomó la decisión de desestimar el caso de los documentos clasificados de Mar-a-Lago, “hallando que el fiscal y el caso de documentos falsos en mi contra eran totalmente inconstitucionales”. En su fallo, la autoridad judicial concluyó que el fiscal especial Jack Smith estaba desempeñando su función ilegalmente, pues no había sido designado por el presidente ni había sido confirmado por el Senado de Estados Unidos.
Aunque algunos medios dijeron que el republicano no mencionaría a su rival demócrata, al final sí lo hizo: “Si tomamos a los 10 peores presidentes de la historia de Estados Unidos, piénsenlo, los 10 peores, los sumamos, no habrán hecho el daño que ha hecho Biden. Solo voy a usar el término una vez, Biden. No voy a usar más el nombre”. A esto sumó el asunto migratorio: “En el centro de la plataforma republicana está nuestro compromiso de poner fin a esta pesadilla fronteriza y restaurar por completo las fronteras sagradas y soberanas de los Estados Unidos de América. Vamos a hacerlo desde el primer día y eso significa perforar, perforar y cerrar nuestras fronteras”.
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