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El magnate y candidato a las primarias republicanas de 2016 Donald Trump se negó a disculparse por sus polémicos comentarios ofensivos sobre la presentadora de Fox Megyn Kelly y aseguró que "estima" a las mujeres.
"Yo no hice nada malo en absoluto", dijo Trump en una entrevista en CNN, en la que aseguró que se han malinterpretado los comentarios que hizo sobre Kelly en una entrevista en la misma cadena el viernes por la noche.
El magnate insinuó entonces que la presentadora fue dura con él en el debate republicano del jueves porque tenía la menstruación.
"Podías ver cómo le salía sangre de sus ojos. Le salía sangre de su...donde sea", dijo Trump sobre Kelly, la única mujer entre los tres moderadores, cuyas preguntas incisivas al magnate se situaron entre lo más comentado del primer gran debate presidencial de 2016.
Hoy el magnate, a quien esta polémica le ha costado el veto en un evento conservador y la marcha del asesor principal de su campaña, trató de explicar que él no quería insinuar que la presentadora era dura con él porque tenía la menstruación.
"Yo estimo a las mujeres. ¿Quién diría algo así? ¿Crees que yo haría una declaración como esa? ¿Quién haría una declaración como esa? Solo una persona enferma podría siquiera pensar algo así", esgrimió el magnate.
La campaña del magnate sufrió ayer un importante revés con el veto a su discurso en una influyente reunión conservadora en Atlanta (EE.UU.) por sus comentarios sobre la presentadora de Fox, que para muchos han cruzado todas las líneas.
Estaba previsto que Trump fuera el orador estrella del evento que organiza este fin de semana el blog conservador RedState y por el que entre el viernes y el sábado pasaron 9 de los 17 candidatos de las primarias republicanas.
"(Trump) no es un político profesional y es conocido por ser directo al hablar. Pero hay líneas que no deben cruzar incluso quienes son directos al hablar y políticos no profesionales. La decencia es una de ellas", argumentó ayer en un editorial Erick Erickson, director de RedState, para explicar la exclusión del magnate.
Trump, fiel a su estilo bravucón, desdeñó hoy el evento conservador en la entrevista con CNN y dijo que Erickson "es un perdedor que ha apoyado a muchos candidatos perdedores".
El magnate iba a ser el ponente principal dada su condición de líder en las encuestas tras haberse adueñado de la campaña desde hace mes y medio con sus exabruptos y salidas de tono.
Molesto por el revés que supone este veto para su candidatura, Trump intentó ya ayer esgrimir que con su comentario no se refería a la menstruación sino a la sangre que le salía de la "nariz".
"La cita sobre Megyn Kelly: podías ver cómo le salía sangre de sus ojos, sangre saliendo de su donde sea (nariz)", escribió ayer el magnate en su cuenta de Twitter.
La exclusión del evento de RedState no es el único contratiempo que ha sufrido este fin de semana la campaña de Trump: su asesor principal, Roger Stone, abandonó el equipo.
La campaña dice que lo despidió pero él ha dicho que se fue por su desacuerdo con los ataques del magnate a la presentadora, que le desvían del mensaje.