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Los congresistas estadounidenses hacen esfuerzos de último minuto para evitar que se concrete este viernes una parálisis presupuestaria, luego de que Donald Trump y Elon Musk sabotearon un acuerdo bipartidista que habría mantenido el Gobierno en funcionamiento más allá de Navidad.
La financiación de las actividades de la administración se agotará a medianoche del viernes y la Cámara de Representantes, liderada por los republicanos, necesita encontrar una solución a corto plazo para reemplazar un paquete de fondos que parecía un acuerdo cerrado antes de la intervención del presidente electo.
Si no se llega antes a un acuerdo, las agencias federales, los parques nacionales y diversos otros servicios comenzarán a cerrar el sábado, mientras el Gobierno deberá enviar a casa a 875.000 trabajadores en licencia sin sueldo.
Esto ocurre después de una semana intensa en el Congreso, que comenzó con el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, presentando un gigantesco proyecto de ley de financiación, repleto de medidas no vinculadas que aumentaron el presupuesto.
Los conservadores expresaron inmediatamente su frustración por los añadidos en el texto de 1.547 páginas y Musk, un hombre clave del nuevo gobierno de Trump en materia de recortes del gasto federal, se dedicó a criticar el acuerdo.
“Que comience ya”: Donald Trump sobre el posible “shutdown”
Trump asestó el golpe fatal al proyecto con una declaración en la que exigía que se renegociara el acuerdo para eliminar gran parte del gasto superfluo y adjuntar un texto que suspendiera el límite de endeudamiento autoimpuesto por el país durante dos años.
La nueva demanda, que apunta a liberar a Trump de las negociaciones de la deuda externa, tomó a los republicanos desprevenidos y sus legisladores pasaron el jueves luchando por redactar un nuevo paquete más acotado que mantenga contentos a los conservadores del gasto público, pero también a Trump, Musk y sus rivales demócratas.
Esto se ha convertido en una tarea imposible, ya que los demócratas se sintieron traicionados por la caída del acuerdo bipartidista y no están dispuestos a aportar sus votos, mientras docenas de integrantes de filas republicanas se rebelan contra su propio liderazgo para hundir el último paquete.
“Si ocurre una parálisis del Gobierno, que comience ya, durante Biden, y no con Trump. Es un problema que él debe resolver, pero si los republicanos pueden ayudar, lo harán”, escribió el presidente electo este viernes en su red social, Truth Social, en un intento por evitar que se le culpe de sembrar el caos.
Una difícil discusión del presupuesto en el congreso estadounidense
“Durante décadas, el Partido Republicano ha dado lecciones a Estados Unidos sobre la responsabilidad fiscal, la deuda y el déficit. Siempre ha sido una farsa”, sentenció el líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, en el plenario.
El vicepresidente electo JD Vance culpó a los demócratas, argumentando que “votaron para cerrar el gobierno”, en un intento de frustrar la agenda de Trump, a pesar de que los republicanos son mayoría. La falta de aprobación marcó la primera derrota importante para Trump un mes antes de que asuma el cargo, ya que tanto él como Musk apoyaron el plan revisado.
El expresidente republicano dejó claro que se debe llevar a cabo un cierre si su versión preferida de la normativa de presupuesto no logra aprobación en el Congreso, y ahora parece casi un hecho que sucederá.
La Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca ya comenzó a comunicar a las agencias federales sobre un posible cierre, y los republicanos no parecen tener un camino claro para elaborar un nuevo proyecto de ley.
La aprobación de la financiación del Gobierno federal siempre es complicada, pero los legisladores están bajo presión esta vez porque no lograron ponerse de acuerdo sobre los presupuestos para todo el año 2025, a pesar de meses de negociaciones.
Mike Johnson ha enfrentado críticas de todas partes por su manejo de las negociaciones y su cargo parece pender de un hilo para presentarse a la reelección en enero. El congresista proveniente de Luisiana fue señalado por evaluar mal la tolerancia que tendrían sus propios correligionarios ante los costos aumentados del parche de financiación original, y por permitir que Musk y Trump lo tomaran por sorpresa con sus posturas.
Los demócratas, que controlan el Senado, tienen pocos incentivos políticos para ayudar a los republicanos y Jeffries ha insistido en que solo votarán por el paquete aprobado en el acuerdo bipartidista, lo que significa que la fuerza de Trump deberá contar con su propio esfuerzo para destrabar el asunto el viernes.
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