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Los empleados de Amazon están furiosos con la compañía luego de la muerte de seis colegas en un centro de distribución en Edwardsville, Illinois, tras el paso de un devastador tornado el pasado fin de semana. Según Cherie Jones, novia de uno de los fallecidos, a los trabajadores no se les permitió salir para buscar refugio cuando se acercaba el tornado.
“Amazon no me dejará ir hasta que pase la tormenta”, le escribió Larry Virden, conductor del centro de distribución de la compañía en Edwardsville, a su novia. Jones advirtió en entrevista con The New York Post que cuando su pareja le escribió tenía tiempo suficiente para regresar a casa.
El pasado fin de semana, más de 30 tornados arrasaron con pueblos en seis estados del bautizado “Tornado Alley” o “Callejón de los tornados” en Estados Unidos, dejando hasta ahora más de 70 muertos. Aunque Jones no culpa a Amazon por la muerte de su novio, sí se pregunta qué habría pasado si lo hubieran dejado ir.
“Mi hijo mayor cree que su papá va a volver a casa, pero ahora tenemos que decirle que no volverá”, dijo Jones.
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Para los colegas de Virden y las otras víctimas en el centro de Edwardsville, este es un claro recordatorio de la necesidad de sindicalizarse. Chris Smalls, exempleado de Amazon que lidera los esfuerzos por la sindicalización, señaló que no es la primera vez que la compañía mantiene a sus empleados trabajando pese a las alertas sobre una tragedia.
“En Staten Island, durante el huracán Ida, Amazon también mantuvo los turnos”, dijo Smalls.
Las muertes de los seis empleados en Illinois plantearon preguntas sobre la capacitación que ofrece la compañía sobre protocolos de seguridad durante desastres. Según los compañeros de los trabajadores fallecidos, Amazon da poca capacitación para prepararse para los tornados. De hecho, denunciaron que se esperaba desde arriba que continuaran con su trabajo pese a las circunstancias, según NBC.
“Nunca hemos tenido simulacros de tornado, ni nos habíamos refugiado en el lugar para ninguna de las advertencias que habíamos recibido en el pasado”, le dijo una trabajadora de Edwardsville a la NBC.
Por otro lado, los empleados reiteraron su inconformidad con la política de no usar celulares que tiene la compañía. Una empleada en un edificio cercano a la instalación de Amazon que se desplomó tras el paso del tornado dijo que si no hubiera tenido su teléfono escondido no habría sabido en qué momento correr a buscar refugio.
“No puedes refugiarte si no recibes la advertencia”, resaltó.
La Administración de Salud y Seguridad Ocupacional abrió el lunes una investigación sobre el siniestro en Edwardsville, donde Amazon asegura que “todos los procedimientos se siguieron correctamente”.
Sin embargo, los problemas para la compañía no se detienen ahí, pues a los señalamientos de falta de protocolos de emergencia se han unido las denuncias sobre las lesiones que sufren los empleados de Amazon en el trabajo. Según un informe del Proyecto de Ley Nacional de Empleo, los accidentes en los almacenes de la compañía doblan en número a los que ocurren en otros almacenes en estados como Minnesota.
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En general, las malas condiciones laborales en Estados Unidos afloraron tras la serie de tornados del fin de semana. Amazon no es la única compañía que ha sido blanco de críticas. Los trabajadores de Mayfield Consumer Products, una fábrica de velas que luego quedó en las ruinas, dijeron que recibieron amenazas de despidos si dejaban sus turnos antes de tiempo, pese a las advertencias de que una tormenta se avecinaba.
Bob Ferguson, portavoz de la fábrica de velas, dijo que esas declaraciones eran “absolutamente falsas” y que se siguieron todos los protocolos. Sin embargo, empleados como Latavia Halliburton sostienen que cuando algunas personas preguntaron si podían irse, los gerentes dijeron que los despedirían si lo hacían. Algunos de los empleados quedaron con marcas de quemaduras químicas en su cuerpo tras el paso del tornado.
“Incluso con el clima como está, ¿todavía me vas a despedir si me voy?”, preguntó un empleado de la fábrica. “Sí”, contestó un gerente.
En el caso de Amazon se encontró un problema más grande: la falta de una relación contractual fija hace más difícil la preparación para una emergencia. La compañía mantiene cientos de empleos a tiempo parcial, lo que les permite evitar responsabilidad civil cuando hay accidentes y además complica las labores de rescate durante un siniestro, pues dificultar un censo de urgencia.
“Este es otro ejemplo escandaloso de cómo la empresa prioriza las ganancias por encima de la salud y la seguridad de sus trabajadores, y no podemos tolerarlo”, dijo Stuart Appelbaum, presidente del todopoderoso Sindicato de Minoristas, Mayoristas y Grandes Almacenes.
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