Policías vigilan los exteriores de la sede de la Asamblea Nacional (Parlamento), el 17 de mayo, en Quito (Ecuador).
Foto: EFE - Jose Jacome
Narran las crónicas desde Ecuador que, aunque desde tiempo atrás había impredecibles tensiones en el campo político, no habría sido fácil prever lo que ha ocurrido. El presidente Guillermo Lasso disolvió el Parlamento y eludió de esa manera un juicio político por haber permitido (¿o facilitado?) un posible desfalco en una empresa del Estado. Las primeras versiones hablaban de un panorama confuso: ¿se pondrá en peligro la estabilidad? ¿Habría fugas significativas de capitales? ¿Se echaron para atrás algunos logros del gobierno de Lasso en...