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Las autoridades estadounidenses continuaban este sábado la hasta ahora infructuosa búsqueda de los 159 desaparecidos que dejó el derrumbe parcial de un edificio en Florida, el cual tenía “daños estructurales importantes”, según un informe de 2018. Al menos cuatro personas murieron después de que el edificio de 12 plantas, situado frente al mar en Surfside, cerca de Miami Beach, se derrumbara mientras los residentes dormían en su interior en la madrugada del jueves.
Del total de desaparecidos, casi un tercio son extranjeros. Nueve argentinos, tres uruguayos, seis paraguayos -entre los que se encuentra la hermana de la primera dama de Paraguay- y al menos cuatro canadienses, según las autoridades.
Entre las marañas de vigas y metal, montones de escombros, olores a goma y plástico carbonizados, bomberos, unidades caninas y grúas buscan debajo de las ruinas de las Torres Champlain. Las familias, cada vez más frustradas, se impacientan y temen que la elevada cifra de desaparecidos haga subir el número de muertos.
72 horas
“Mantenemos la esperanza. Seguimos buscando sobrevivientes entre los escombros, es nuestra prioridad y nuestros equipos no han detenido” las labores, aseguró este sábado la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, en una conferencia de prensa.
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Sin embargo, algunos familiares de las víctimas critican las operaciones de rescate y comienzan a perder las esperanzas. “Ni un solo socorrista ha intentado retirar los escombros, poco a poco, incluso a mano, sin una máquina, para evacuar a la gente”, aseguró el viernes Maurice Wachsmann a la AFP.
Su mejor amigo y otro conocido suyo se encuentran desaparecidos. “El amigo de mi madre está allí (bajo los escombros). Queremos tener esperanza, pero tenemos que ser realistas. El siguiente paso es estar al lado de las familias y averiguar por qué ocurrió esto”, dijo Mark, de 55 años, sin dar su apellido.
Las operaciones de rescate son particularmente difíciles debido a un estalló incendio en el sitio que los bomberos tratan de controlar. “Nuestra experiencia es que, durante las primeras 72 horas, hay muchas posibilidades de que la gente siga viva ahí dentro”, aseguró el bombero del condado de Miami-Dade, Danny Cardeso, a la cadena CBS.
Los rescatistas, que oyen ruidos que emanan de los escombros pero no están seguros de que sean humanos, hicieron un túnel bajo el aparcamiento inundado del edificio para intentar llegar a posibles supervivientes.
Cerca del lugar de la catástrofe, se alzó un monumento con velas, flores y unas 40 fotos de los desaparecidos. “Tenemos una amiga que pudo escapar del edificio con su marido”, dijo el sábado a la AFP Gina Berlin, de 54 años, que vive en la zona desde 1992. “Todavía estoy en shock y he venido a rezar por los desaparecidos”.
Daños estructurales
Las interrogantes sobre las causas del derrumbe se han multiplicado en los últimos días y la investigación probablemente durará meses. Sin embargo, un informe de 2018 sobre el estado del edificio dio cuenta de “daños estructurales importantes” y “grietas” en el sótano, según documentos publicados la noche del viernes por la ciudad de Surfside, donde se produjo la tragedia.
“La impermeabilización bajo el borde de la piscina y la vía de acceso para vehículos (...) superó su vida útil y por lo tanto debe ser removida y reemplazada por completo”, señaló en el informe el experto Frank Morabito, titular de Morabito Consultores.
“La impermeabilización defectuosa provoca un daño estructural importante a la losa de concreto estructural debajo de estas áreas”, agregó el documento. “Si no se reemplaza la impermeabilización en el futuro cercano, el grado de deterioro del concreto se expandirá exponencialmente”, señala el estudio, que no menciona el riesgo de derrumbe aunque insta a realizar reparaciones para mantener la “integridad estructural”.
Hasta ahora, la atención se había centrado especialmente en un informe de 2020 que revelaba que el edificio había sufrido un hundimiento a un ritmo de unos 2 milímetros por año entre 1993 y 1999. Sin embargo, Shimon Wdowinski, uno de los autores del estudio y profesor de la Universidad Internacional de Florida (FIU), dijo a la cadena CNN que no sabía “si el colapso era previsible”.