EE le explica: el drama que desató la política de separación de familias de Trump
Desde mediados de 2017, la administración de Donald Trump ha separado a niños de sus padres en la frontera sur de Estados Unidos. Ahora, tres años después, 545 de esos niños no pueden encontrar a sus padres. La tragedia no ha terminado. ¿Cómo llegamos aquí? El Espectador le explica.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y otros bufetes de abogados pro-bono han tenido la tarea de reunir a los miembros de las familias separadas por la política de migración de Donald Trump en los últimos tres años. Esta semana, la ACLU dijo que no se han podido encontrar a los padres de 545 niños separados por este programa del gobierno. ¿Por qué? El Espectador le explica.
¿Por qué Trump separó familias de migrantes?
En abril de 2018, el presidente Trump anunció la implementación de una política conocida como el programa de “tolerancia cero” para enfrentar la migración de indocumentados. La idea de esta política era que el Departamento de Justicia abriera procesamientos judiciales penales contra todos los adultos que cruzaban ilegalmente la frontera estadounidense. Así, miles de migrantes fueron a parar a cárceles federales.
Como los menores no podían ir a las cárceles federales como los adultos, estos fueron separados brutalmente de sus padres. El objetivo último de este proyecto de la administración Trump era enviar un mensaje: si cruzan las fronteras de manera ilegal separaremos a sus familias. Pero ahí no terminaba el drama.
Le recomendamos: Los niños, el “pasaporte” de entrada a EE.UU. para los migrantes deportados
Los niños fueron puestos bajo la supervisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Las organizaciones defensoras de los derechos humanos y los medios de comunicación comenzaron a publicar informes de las dramáticas condiciones en las que vivían estos niños: estaban viviendo en jaulas, hacinados, sin protección y, más importante que las anteriores, la separación de sus familias les había generado un gran trauma psicológico.
Según una evaluación hecha por el Physicians for Human Rights en 2019, esta situación constituían una tortura a menores que ya se habían enfrentado a un trauma por salir huyendo de sus países de origen por la violencia.
Para enero de 2020 se habían reportado 4.368 casos de niños separados de sus padres o tutores. El programa funcionó entre abril y junio de 2018. Sin embargo, la ACLU reportó que desde que el gobierno Trump dijo que ya no separaría familias, el 20 de junio de 2018, más de 1.100 niños fueron arrancados de sus padres.
¿Por qué no se pueden reunir los padres y sus hijos?
Porque nunca hubo un plan para hacerlo. La política no incluyó medidas que pensaran en el reencuentro de las familias, lo que condujo a una grave crisis de migración infantil, condenada por organismos nacionales e internacionales. Pero eso no es lo peor.
En 2019, las investigaciones realizadas por los demócratas a esta política encontraron que, aunque la administración Trump dijo que había dado inicio al programa en abril de 2018, este se desarrolló como un plan piloto antes, en el verano estadounidense de 2017, en El Paso, Texas.
Ahora, la ACLU dice que a pesar de los esfuerzos realizados no se han podido comunicar con 545 padres de los niños afectados. Y es posible que estos nunca vuelvan a ver a sus padres. ¿Por qué? El gobierno estadounidense no vinculó los datos de los menores con los datos de sus acompañantes en las bases de datos, dificultando la tarea de búsqueda. ¿Quieren saber algo dramático? Algunos de los niños tenían entre 4 meses y 5 años.
“Algunos de estos niños eran solo bebés cuando fueron separados. Algunos de estos niños ahora pueden haber estado separados por más de la mitad de sus vidas. Casi toda su vida, no han estado con sus padres”, dijo Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Migrantes de la ACLU a la NPR.
¿Qué dice el gobierno de Trump?
Lo niegan todo, por supuesto. La antigua secretaria de Seguridad Nacional de Trump, Kirstjen Nielsen, le dijo al Congreso en diciembre de 2018 que nunca hubo una “política de separación de familias”. Pero en 2019 se reveló un documento en el que ella dio luz verde a esa práctica y que dice claramente que su departamento, el Departamento de Seguridad Nacional, podía “ordenar la separación de los padres o tutores legales y menores detenidos para que el padre o tutor legal pueda ser procesado”.
¿Continuaron haciéndolo?
Lo han intentado. En plena pandemia, el gobierno les ofreció a las familias de migrantes una “separación voluntaria” que consistía en permitir que los menores de los indocumentados fueran puestos bajo el cuidado de familias de acogida en el país mientras sus padres se encontraban en las prisiones federales. Era eso o permanecer en una detención indefinida, y que los niños corrieran el riesgo de contraer el coronavirus.
¿Dónde pueden estar los padres de estos niños?
Según la ACLU, los padres podrían estar en sus países de origen. Las búsquedas continúan, pero la pandemia obligó a suspender estas tareas de identificación. Hasta ahora han comenzado a reanudarse de manera limitada.
El jueves, Dana Sabraw, una jueza de distrito de San Diego examinará cómo van los esfuerzos de reunificación de familias separadas por el gobierno.
Le recomendamos: Estados Unidos no sabe a cuántos niños migrantes separó de sus familias
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y otros bufetes de abogados pro-bono han tenido la tarea de reunir a los miembros de las familias separadas por la política de migración de Donald Trump en los últimos tres años. Esta semana, la ACLU dijo que no se han podido encontrar a los padres de 545 niños separados por este programa del gobierno. ¿Por qué? El Espectador le explica.
¿Por qué Trump separó familias de migrantes?
En abril de 2018, el presidente Trump anunció la implementación de una política conocida como el programa de “tolerancia cero” para enfrentar la migración de indocumentados. La idea de esta política era que el Departamento de Justicia abriera procesamientos judiciales penales contra todos los adultos que cruzaban ilegalmente la frontera estadounidense. Así, miles de migrantes fueron a parar a cárceles federales.
Como los menores no podían ir a las cárceles federales como los adultos, estos fueron separados brutalmente de sus padres. El objetivo último de este proyecto de la administración Trump era enviar un mensaje: si cruzan las fronteras de manera ilegal separaremos a sus familias. Pero ahí no terminaba el drama.
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Los niños fueron puestos bajo la supervisión del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Las organizaciones defensoras de los derechos humanos y los medios de comunicación comenzaron a publicar informes de las dramáticas condiciones en las que vivían estos niños: estaban viviendo en jaulas, hacinados, sin protección y, más importante que las anteriores, la separación de sus familias les había generado un gran trauma psicológico.
Según una evaluación hecha por el Physicians for Human Rights en 2019, esta situación constituían una tortura a menores que ya se habían enfrentado a un trauma por salir huyendo de sus países de origen por la violencia.
Para enero de 2020 se habían reportado 4.368 casos de niños separados de sus padres o tutores. El programa funcionó entre abril y junio de 2018. Sin embargo, la ACLU reportó que desde que el gobierno Trump dijo que ya no separaría familias, el 20 de junio de 2018, más de 1.100 niños fueron arrancados de sus padres.
¿Por qué no se pueden reunir los padres y sus hijos?
Porque nunca hubo un plan para hacerlo. La política no incluyó medidas que pensaran en el reencuentro de las familias, lo que condujo a una grave crisis de migración infantil, condenada por organismos nacionales e internacionales. Pero eso no es lo peor.
En 2019, las investigaciones realizadas por los demócratas a esta política encontraron que, aunque la administración Trump dijo que había dado inicio al programa en abril de 2018, este se desarrolló como un plan piloto antes, en el verano estadounidense de 2017, en El Paso, Texas.
Ahora, la ACLU dice que a pesar de los esfuerzos realizados no se han podido comunicar con 545 padres de los niños afectados. Y es posible que estos nunca vuelvan a ver a sus padres. ¿Por qué? El gobierno estadounidense no vinculó los datos de los menores con los datos de sus acompañantes en las bases de datos, dificultando la tarea de búsqueda. ¿Quieren saber algo dramático? Algunos de los niños tenían entre 4 meses y 5 años.
“Algunos de estos niños eran solo bebés cuando fueron separados. Algunos de estos niños ahora pueden haber estado separados por más de la mitad de sus vidas. Casi toda su vida, no han estado con sus padres”, dijo Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Migrantes de la ACLU a la NPR.
¿Qué dice el gobierno de Trump?
Lo niegan todo, por supuesto. La antigua secretaria de Seguridad Nacional de Trump, Kirstjen Nielsen, le dijo al Congreso en diciembre de 2018 que nunca hubo una “política de separación de familias”. Pero en 2019 se reveló un documento en el que ella dio luz verde a esa práctica y que dice claramente que su departamento, el Departamento de Seguridad Nacional, podía “ordenar la separación de los padres o tutores legales y menores detenidos para que el padre o tutor legal pueda ser procesado”.
¿Continuaron haciéndolo?
Lo han intentado. En plena pandemia, el gobierno les ofreció a las familias de migrantes una “separación voluntaria” que consistía en permitir que los menores de los indocumentados fueran puestos bajo el cuidado de familias de acogida en el país mientras sus padres se encontraban en las prisiones federales. Era eso o permanecer en una detención indefinida, y que los niños corrieran el riesgo de contraer el coronavirus.
¿Dónde pueden estar los padres de estos niños?
Según la ACLU, los padres podrían estar en sus países de origen. Las búsquedas continúan, pero la pandemia obligó a suspender estas tareas de identificación. Hasta ahora han comenzado a reanudarse de manera limitada.
El jueves, Dana Sabraw, una jueza de distrito de San Diego examinará cómo van los esfuerzos de reunificación de familias separadas por el gobierno.
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