EE. UU.: Cámara de Representantes aprueba primeras reformas tras elegir presidente
En la búsqueda de conseguir los votos necesarios para ser presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy hizo acuerdos y concesiones con el Partido Republicano que ahora debe cumplir.
La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó las primeras medidas bajo la presidencia de Kevin McCarthy. El “paquete” de medidas fue propuesto por el Partido Republicano, colectividad política del nuevo orador de la Cámara Baja.
Este nuevo “paquete” de reformas arraiga cambios en el funcionamiento de la Cámara y modifica la manera en que el Congreso financia al Gobierno. También da vía libre a que se pasen mociones para dejar vacante la presidencia de la Cámara de Representantes, cargo en el que McCarthy lleva solo tres días.
En su intento para lograr los votos necesarios para convertirse en presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy hizo concesiones y acuerdos con varios miembros del Partido Republicano. Ahora las debe cumplir.
La discusión y votación de este “paquete de reformas” se llevó a cabo en la última jornada de este lunes. Con un margen estrecho, la medida se aprobó con un conteo de votos de 220 frente a 213. Un militante del Partido Republicano votó no y otro se encontraba ausente.
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Justo después de la jornada de debate y votación de las medidas, McCarthy anunció que “el Congreso lleva roto mucho tiempo”. Sin embargo, el alcance de las reformas debilita la figura y autoridad del presidente de la Cámara de Representantes.
McCarthy, por su parte, justificó los cambios en la legislación al mencionar que “durante años” ha habido “una concentración de poder […] del presidente de la Cámara de Representantes”, lo cual “ha impedido a los legisladores participar en el proceso” de crear, hacer y proponer las leyes en Estados Unidos.
El comunicado que difundió la oficina de prensa de McCarthy también señaló “la elaboración de leyes debe estar abierta a todos, no solo a unos pocos elegidos, para que ganen las mejores ideas”.
“Las reglas aumentan la transparencia”, afirma el New York Times al catalogar el nuevo paquete de medidas. Sin embargo, “podría dificultar que la Cámara lleve a cabo sus funciones más básicas […] como financiar al gobierno, o evitar un catastrófico incumplimiento de la deuda federal”, según el medio estadounidense.
Estas son, una a una, las reformas que se aprobaron en la noche de este lunes:
“Motion to vacate”
Esta reforma implica aceptar una vía rápida para dejar vacante el tercer cargo más importante de Estados Unidos. Es decir, facilita los trámites dentro de la Cámara de Representantes para que los legisladores presenten mociones a favor de remover al “speaker” de esta corporación.
McCarthy insistió en que esta reforma debería ser aceptada, sí y solo si cinco miembros de la Cámara Baja promovían la moción. No obstante, la modificación se aprobó estipulando que un solo legislador puede llevar a cabo la “moción de dejar vacante la silla” presidencial de la Cámara de Representantes.
Esto implica que el presidente de la corporación puede ser destituido en cualquier momento por los mismos legisladores que lo eligieron el pasado viernes.
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Anteriormente, la Cámara de Representantes tenía esta función de remover al “speaker”, solo que exigía una mayoría de los miembros del Legislativo para que pudiera ser discutida y posteriormente votada. En 2015 fue utilizada como el as bajo la manga de los republicanos para amenazar al presidente de la Cámara de ese entonces, John Boehener.
La regla Holman
La reforma Holman es una regulación al gasto de parte de los legisladores y de los presupuestos que se aprueban dentro de la Cámara Baja del Legislativo. Esta nueva reforma pretende reducir y limitar los gastos que el Congreso aprueba, como, por ejemplo, en programas de seguridad social o salarios públicos.
Esta nueva modificación a la legislación pone sobre la mesa que se cancelen más de US $ 70.000 millones destinados al Internal Revenue Service (IRS), un programa propuesto por el partido Demócrata que busca reducir la inflación a través de regularizar impuestos, salud y proyectos relacionados con medio ambiente. Esta medida pasará a ser discutida y votada en el Senado de Estados Unidos.
La reforma implica que funcionarios públicos puedan ser despedidos o que sus sueldos sean reducidos.
Cambios de forma
El paquete de reformas modifica la manera en que la Cámara Baja de Estados Unidos ha venido trabajando últimamente. La aprobación de las medidas significa que los legisladores podrán introducir enmiendas dentro de los proyectos de ley que se debatan.
También se obliga a que todos los miembros de la Cámara tengan 72 horas de anticipación antes de votar cualquier programa. Esta medida volvería más lento el trámite de los proyectos y leyes que se discuten en el Congreso.
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Finalmente, la reforma estipula que se debe tratar un “tema único”. Es decir, que la legislación solo puede tratar un tema, problema o proyecto a la vez; e impide que temas relacionados se discutan y voten dentro de un mismo proyecto de ley. De acuerdo con el New York Times, esto significaría “más transparencia” en la discusión de las leyes dentro de Estados Unidos.
El Comité de Ética
Las demandas dentro de este paquete de reformas buscan que cualquier ciudadano pueda tramitar una queja dentro del Comité de Ética del Congreso de EE. UU. También aprueba que tres congresistas catalogados como “Pro-Trump” se conviertan en miembros del Comité, que actualmente está compuesto por 13 legisladores de ambos partidos (Demócrata y Republicano).
De acuerdo con el análisis de EuropaPress, con “esta nueva medida […] el Partido Republicano podría perder libertad en la iniciativa legislativa, ya que se vería expuesto a las decisiones de los tres congresistas más radicales”.
Discrepancias en el Congreso
La votación despertó el malestar de miembros del Partido Demócrata frente al paquete de reformas. Jim McGovern, representante de Massachusetts, manifestó su temor a las nuevas medidas al mencionar que “no me preocupa lo que está escrito […] me preocupan los acuerdos de trastienda que hizo el presidente McCarthy” con el ala más extrema del Partido Republicano.
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Para McGovern, estas medidas las describió como una “nota de rescate de la extrema derecha para Estados Unidos”.
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La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó las primeras medidas bajo la presidencia de Kevin McCarthy. El “paquete” de medidas fue propuesto por el Partido Republicano, colectividad política del nuevo orador de la Cámara Baja.
Este nuevo “paquete” de reformas arraiga cambios en el funcionamiento de la Cámara y modifica la manera en que el Congreso financia al Gobierno. También da vía libre a que se pasen mociones para dejar vacante la presidencia de la Cámara de Representantes, cargo en el que McCarthy lleva solo tres días.
En su intento para lograr los votos necesarios para convertirse en presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy hizo concesiones y acuerdos con varios miembros del Partido Republicano. Ahora las debe cumplir.
La discusión y votación de este “paquete de reformas” se llevó a cabo en la última jornada de este lunes. Con un margen estrecho, la medida se aprobó con un conteo de votos de 220 frente a 213. Un militante del Partido Republicano votó no y otro se encontraba ausente.
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Justo después de la jornada de debate y votación de las medidas, McCarthy anunció que “el Congreso lleva roto mucho tiempo”. Sin embargo, el alcance de las reformas debilita la figura y autoridad del presidente de la Cámara de Representantes.
McCarthy, por su parte, justificó los cambios en la legislación al mencionar que “durante años” ha habido “una concentración de poder […] del presidente de la Cámara de Representantes”, lo cual “ha impedido a los legisladores participar en el proceso” de crear, hacer y proponer las leyes en Estados Unidos.
El comunicado que difundió la oficina de prensa de McCarthy también señaló “la elaboración de leyes debe estar abierta a todos, no solo a unos pocos elegidos, para que ganen las mejores ideas”.
“Las reglas aumentan la transparencia”, afirma el New York Times al catalogar el nuevo paquete de medidas. Sin embargo, “podría dificultar que la Cámara lleve a cabo sus funciones más básicas […] como financiar al gobierno, o evitar un catastrófico incumplimiento de la deuda federal”, según el medio estadounidense.
Estas son, una a una, las reformas que se aprobaron en la noche de este lunes:
“Motion to vacate”
Esta reforma implica aceptar una vía rápida para dejar vacante el tercer cargo más importante de Estados Unidos. Es decir, facilita los trámites dentro de la Cámara de Representantes para que los legisladores presenten mociones a favor de remover al “speaker” de esta corporación.
McCarthy insistió en que esta reforma debería ser aceptada, sí y solo si cinco miembros de la Cámara Baja promovían la moción. No obstante, la modificación se aprobó estipulando que un solo legislador puede llevar a cabo la “moción de dejar vacante la silla” presidencial de la Cámara de Representantes.
Esto implica que el presidente de la corporación puede ser destituido en cualquier momento por los mismos legisladores que lo eligieron el pasado viernes.
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La regla Holman
La reforma Holman es una regulación al gasto de parte de los legisladores y de los presupuestos que se aprueban dentro de la Cámara Baja del Legislativo. Esta nueva reforma pretende reducir y limitar los gastos que el Congreso aprueba, como, por ejemplo, en programas de seguridad social o salarios públicos.
Esta nueva modificación a la legislación pone sobre la mesa que se cancelen más de US $ 70.000 millones destinados al Internal Revenue Service (IRS), un programa propuesto por el partido Demócrata que busca reducir la inflación a través de regularizar impuestos, salud y proyectos relacionados con medio ambiente. Esta medida pasará a ser discutida y votada en el Senado de Estados Unidos.
La reforma implica que funcionarios públicos puedan ser despedidos o que sus sueldos sean reducidos.
Cambios de forma
El paquete de reformas modifica la manera en que la Cámara Baja de Estados Unidos ha venido trabajando últimamente. La aprobación de las medidas significa que los legisladores podrán introducir enmiendas dentro de los proyectos de ley que se debatan.
También se obliga a que todos los miembros de la Cámara tengan 72 horas de anticipación antes de votar cualquier programa. Esta medida volvería más lento el trámite de los proyectos y leyes que se discuten en el Congreso.
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Finalmente, la reforma estipula que se debe tratar un “tema único”. Es decir, que la legislación solo puede tratar un tema, problema o proyecto a la vez; e impide que temas relacionados se discutan y voten dentro de un mismo proyecto de ley. De acuerdo con el New York Times, esto significaría “más transparencia” en la discusión de las leyes dentro de Estados Unidos.
El Comité de Ética
Las demandas dentro de este paquete de reformas buscan que cualquier ciudadano pueda tramitar una queja dentro del Comité de Ética del Congreso de EE. UU. También aprueba que tres congresistas catalogados como “Pro-Trump” se conviertan en miembros del Comité, que actualmente está compuesto por 13 legisladores de ambos partidos (Demócrata y Republicano).
De acuerdo con el análisis de EuropaPress, con “esta nueva medida […] el Partido Republicano podría perder libertad en la iniciativa legislativa, ya que se vería expuesto a las decisiones de los tres congresistas más radicales”.
Discrepancias en el Congreso
La votación despertó el malestar de miembros del Partido Demócrata frente al paquete de reformas. Jim McGovern, representante de Massachusetts, manifestó su temor a las nuevas medidas al mencionar que “no me preocupa lo que está escrito […] me preocupan los acuerdos de trastienda que hizo el presidente McCarthy” con el ala más extrema del Partido Republicano.
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