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La Casa Blanca ha lanzado un plan para abordar una de las mayores amenazas que azotan las calles del país: la xilacina. Este sedante veterinario, que ha sido usado por humanos como droga, ha conducido a un alarmante aumento de las muertes por sobredosis en Estados Unidos en casi todos los estados. Y es que la sustancia, también conocida como “tranq” o la “droga zombi”, resulta mucho más letal cuando se mezcla con fentanilo, el opiáceo que ha sido responsable de dos terceras partes de las muertes por sobredosis en la nación durante 2022.
“Si pensábamos que el fentanilo era peligroso, la xilazina combinada con fentanilo es aún más letal”, le dijo el Dr. Rahul Gupta, director de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de la Casa Blanca.
La xilacina, que se encuentra en el fármaco veterinario XylaMed, aumentó su presencia un 1127 % en los exámenes forenses realizados entre 2020 y 2021, razón por la que prendió las alarmas de la Casa Blanca. Entre sus efectos secundarios están úlceras en la piel, heridas abiertas y desfigurantes en el cuerpo y necrosis que pueden llevar a amputaciones en sus peores casos. Al mezclarese con el fentanilo, esta combinación puede provocar la ralentización de la respiración y paros respiratorios.
“Como médico, nunca había visto heridas tan graves a esta escala”, dijo Gupta.
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El sur del país es el más afectado por el uso de este sedante: las muertes por sobredosis con xilacina aumentaron un 750 % entre 2020 y 2021. Le sigue el oeste con un aumento de 516 % de muertes por sobredosis. En junio, el Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas le advirtió a la necesidad de un plan para tratar este caso.
El plan presentado por la Casa Blanca el martes pone como prioridad la recopilación de datos sobre el alcance de la xilacina en las calles para ver el “panorama completo de esta amenaza”. También se busca educar a los profesionales de la salud para tratar la abstinencia y la adicción a la xilacina. Sin embargo, no se han incluido medidas para endurecer los requisitos para su comercialización.
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Finalmente, se busca profundizar la investigación sobre los efectos de este sedante y su manejo. Para tratar los casos de sobredosis por fentanilo existe un fármaco que se llama Narcan que ha demostrado ser muy eficaz, por lo que la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) autorizó su venta sin prescripción para usarlo como antídoto en las calles. Sin embargo, cuando el consumidor ha mezclado fentanilo con xilacina, el Narcan pierde su efecto.
“Si existe un síndrome de abstinencia, ¿cómo se trata? ¿Cómo se previene? ¿Hasta qué punto es grave?”, son algunas de las preguntas que plantea la doctora Jeanmarie Perrone, directora de la División de Toxicología Médica e Iniciativas de Medicina de la Adicción de la Facultad de Medicina Perelman de la Universidad de Pennsylvania, para la investigación sobre la xilacina.
Los objetivos de la Casa Blanca son claros: reducir las muertes por sobredosis de esta combinación un 15 % en los próximos dos años. Durante los próximos 60 días, un grupo de agencias federales agregará más detalles sobre cómo pondrán en práctica el plan. Para expertas como Perrone, citada por TeleMundo, este es un buen inicio, pero le gustaría que se tuviera más en cuenta a los consumidores y a los profesionales que los tratan. Otro frente que debe cubrirse es el del tráfico en la frontera sur. El Gobierno también está trabajando en formas de detener las importaciones en línea de xilazina y sus ingredientes de China y México para drogas callejera, según la NPR.
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