Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Hace poco más de dos semanas, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que el enfoque de la administración Biden era garantizar que todos los estadounidenses recibieran la vacuna. En otras palabras, no compartirían las dosis con México y Canada. Sin embargo, este jueves Psaki informó que el país planea compartir 2,5 millones de dosis de la vacuna de AstraZeneca con México y 1,5 millones con Canadá, según informó el New York Times.
Le puede interesar: ¿Cómo van los planes de vacunación masiva contra el COVID-19 en Suramérica?
Psaki explicó que las entregas de vacunas a estos grandes socios comerciales de Estados Unidos se realizarían en forma de préstamo, reembolsado con futuras dosis de AstraZeneca cuando Canadá y México tengan sus propios excedentes.
“El enfoque de la administración es garantizar que todos los estadounidenses estén vacunados. Y una vez que logremos ese objetivo, nos complace discutir más pasos (...) El siguiente paso es la recuperación económica. Y eso es asegurar que nuestros vecinos, México y Canadá, hayan manejado la pandemia de manera similar, para que podamos abrir nuestras fronteras”, dijo la secretaria de prensa en una conferencia en la Casa Blanca el 1 de marzo.
En una carrera por vacunar a la mayor cantidad de estadounidenses en el menor tiempo posible, Biden dijo inicialmente que quería que se administraran 100 millones de vacunas en 100 días. Sin embargo, ese objetivo se cumplirá este viernes, es decir, en menos de 60 días. “Estoy orgulloso de anunciar que mañana (...) habremos cumplido mi objetivo”, afirmó en una alocución en la Casa Blanca.
Hasta ahora, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) autorizó el uso de emergencia de las vacunas de Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, pero AstraZeneca aún no se ha presentado para su revisión.
¿Los ricos se llevan las vacunas?
Se han administrado más de 400 millones de dosis en 132 países, según datos recopilados por Bloomberg. La última tasa fue de aproximadamente 9,64 millones de dosis al día. En EE. UU. la tasa de vacunación es de 2.473.762 dosis por día en promedio, de acuerdo con la plataforma. Es decir, a ese ritmo, se necesitarán unos cinco meses más para cubrir al 75 % de los estadounidenses con una vacuna de dos dosis.
Le puede interesar: A esto se enfrentan los países ricos si los países pobres no tienen vacunas
En Estados Unidos parece que todo va muy bien. El problema es que desde que empezó la distribución de vacunas, se ha experimentado un acceso desigual a ellas. La situación es tan grave que el Foro Económico Mundial precisó que el nacionalismo de vacunas podría ralentizar la recuperación económica mundial, costando a los países de altos ingresos US$119 mil millones por año. Estados Unidos y Reino Unido acompañan a los canadienses en el escalafón de acaparadores de vacunas.
Incluso, en enero, Bloomberg advirtió que Canadá reservó más del triple de lo necesario para inocular a su población. “Canadá, con una población de 38 millones, tiene contratos con al menos siete empresas para suministrar suficientes vacunas para 122 millones de personas, y eso no incluye las vacunas que acordó comprar a través del consorcio Covax”.
De hecho, el mismo presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha criticado reiteradamente el “acaparamiento” que los países más ricos del mundo harían de la producción de vacunas contra el nuevo coronavirus. México ha recibido solo 870.000 dosis de la vacuna de AstraZeneca tras un acuerdo con el fabricante de India, aunque el gobierno firmó en diciembre un convenio preliminar de compra con el laboratorio para adquirir 77,4 millones de dosis.
El contexto con México
El anuncio de Estados Unidos se da en un momento clave en las relaciones con México. Y es que varios miembros de la administración de Biden han cuestionado a quienes denuncian que en la actualidad hay una crisis en la frontera. “No hay crisis”, es la respuesta rotunda de su secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Pero lo cierto es que las cifras y el panorama dicen lo contrario.
Le puede interesar: Biden se precipita a su primera crisis fronteriza
“Estamos en vías de registrar más personas en la frontera sur que en los últimos 20 años”, dijo Mayorkas. Y aunque insistió en que el problema no es nuevo, y que el gobierno enfrentó aumentos en los flujos migratorios en 2019 y 2014, en febrero fueron arrestadas unas 100.000 personas en la frontera sur -entre ellas 9.457 menores no acompañados-, un aumento del 28% respecto a enero, según las autoridades.
A esto se suma que los refugios están prácticamente colapsados. En los primeros días de marzo, varios reportes sugerían que los refugios estaban recibiendo un promedio de 321 niños por día, frente a los 47 de la primera semana de enero. Hace dos semanas, la ocupación de estos refugios se acercaba al 90 %.
Le puede interesar: En la frontera de México y Estados Unidos: angustia y más migrantes
Con todo y esto, Psaki dijo que las discusiones sobre las vacunas y la seguridad fronteriza entre Estados Unidos y México no estaban “relacionadas” pero también “se superponen”, de acuerdo informó el diario estadounidense. Una posición similar a la de Roberto Velasco, director general para la región de América del Norte en el Ministerio de Relaciones Exteriores de México, quien dijo que “estos son dos temas separados”.
#AtandoCabos
— Denise Maerker (@DeniseMaerker) March 18, 2021
@r_velascoa informa que el tema migratorio con Estados Unidos ha sido una conversación muy amplia entre ambos países para que sea ordenada.
“No hay relación”, dice, entre el préstamo de vacunas y la restricción en la frontera sur
Con información de Afp*