El asesinato de Ronald Ojeda sería un crimen político, planeado en Venezuela: Chile
Las investigaciones realizadas por la Fiscalía chilena apuntan a que el Tren de Aragua, que tiene presencia en varios Estados latinoamericanos, estaría detrás del homicidio del exteniente venezolano, quien había recibido la condición de refugiado en Santiago.
Héctor Barros, fiscal chileno, aseguró que el homicidio del exteniente Ronald Ojeda, disidente del gobierno de Nicolás Maduro, fue organizado desde Venezuela. En una entrevista con el canal Chilevisión, el encargado de las investigaciones del caso comentó que las evidencias apuntan a que sería un crimen político: “Nosotros sostenemos que se solicitó el secuestro y posterior homicidio del señor Ojeda desde Venezuela. Hasta el momento, no tengo otro antecedente que nos demuestre, que nos indique, otro lado”.
En su declaración, el funcionario descartó la tesis que vinculaba al exteniente venezolano, que habría recibido la condición de refugiado en Chile, con algún ilícito, y detalló, además, que el crimen podría estar relacionado con el Tren de Aragua, una banda criminal de origen venezolano que se ha extendido por varios países de Latinoamérica, entre ellos Colombia, y que justo esta semana el canciller venezolano, Yván Gil, se refirió a ella como una “ficción mediática internacional”. Por esas declaraciones, Chile llamó a consultas a su embajador en Caracas, Jaime Gazmuri.
Hasta el momento, solo hay un joven venezolano de 17 años, vinculado a dicha organización, detenido por el homicidio de Ojeda, quien en redes sociales se definía como un expreso político y oficial de las Fuerzas Armadas venezolanas. Barros no confirmó si el joven era un militar o si la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela podría estar implicada en el crimen.
Lo que se sabe es que Ojeda fue secuestrado el 21 de febrero, cuando fue sacado de su casa en Santiago de Chile, en ropa interior. En respuesta, el Gobierno chileno alertó a la Interpol y reforzó sus fronteras para evitar que pudiera ser sacado del país. Sin embargo, a los pocos días, fue hallado muerto. En respuesta, la oposición venezolana, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática, le pidió al Gobierno chileno investigar y castigar a los autores materiales e intelectuales del crimen.
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En su declaración, el funcionario descartó la tesis que vinculaba al exteniente venezolano, que habría recibido la condición de refugiado en Chile, con algún ilícito, y detalló, además, que el crimen podría estar relacionado con el Tren de Aragua, una banda criminal de origen venezolano que se ha extendido por varios países de Latinoamérica, entre ellos Colombia, y que justo esta semana el canciller venezolano, Yván Gil, se refirió a ella como una “ficción mediática internacional”. Por esas declaraciones, Chile llamó a consultas a su embajador en Caracas, Jaime Gazmuri.
Hasta el momento, solo hay un joven venezolano de 17 años, vinculado a dicha organización, detenido por el homicidio de Ojeda, quien en redes sociales se definía como un expreso político y oficial de las Fuerzas Armadas venezolanas. Barros no confirmó si el joven era un militar o si la Dirección General de Contrainteligencia Militar de Venezuela podría estar implicada en el crimen.
Lo que se sabe es que Ojeda fue secuestrado el 21 de febrero, cuando fue sacado de su casa en Santiago de Chile, en ropa interior. En respuesta, el Gobierno chileno alertó a la Interpol y reforzó sus fronteras para evitar que pudiera ser sacado del país. Sin embargo, a los pocos días, fue hallado muerto. En respuesta, la oposición venezolana, agrupada en la Plataforma Unitaria Democrática, le pidió al Gobierno chileno investigar y castigar a los autores materiales e intelectuales del crimen.
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