Mientras patrullaba por la maleza de la frontera del sur de Texas, el asistente Don White, de la oficina del alguacil del condado de Brooks, se detuvo a estudiar algunas jarras de agua vacías, ropa desgarrada y varias huellas indistintas, en busca de señales de inmigrantes que pudieran haberse perdido en el calor abrasador.
Durante el largo verano, por varios días, las temperaturas se han mantenido a 37 grados o más. El calor ha sido sofocante para muchos tejanos, pero mortal para algunos de los que se abren camino a través de la calurosa y...