El camino casi despejado de Biden para la candidatura demócrata a la presidencia
El presidente número 46 de Estados Unidos es el favorito de su bancada para competir en las elecciones de 2024. Su edad, 80 años, puede jugarle en contra de forma más fuerte que cualquiera de los candidatos que actualmente compiten contra él. La falta de aspirantes de peso en su contra contrasta con los casi 10 precandidatos republicanos que quieren arrebatarle el aval a Donald Trump.
Hugo Santiago Caro
Mientras en las filas del Partido Republicano casi diez precandidatos intentan arrebatarle —con poco éxito— el favoritismo en las encuestas a Donald Trump para las elecciones presidenciales de 2024, quien también quiere repetir candidatura, el victorioso en 2020, el presidente Joe Biden, pasó de enfrentarse a casi una quincena de candidatos a prácticamente no tener un rival de peso en el Partido Demócrata para las primarias de cara al próximo año.
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Mientras en las filas del Partido Republicano casi diez precandidatos intentan arrebatarle —con poco éxito— el favoritismo en las encuestas a Donald Trump para las elecciones presidenciales de 2024, quien también quiere repetir candidatura, el victorioso en 2020, el presidente Joe Biden, pasó de enfrentarse a casi una quincena de candidatos a prácticamente no tener un rival de peso en el Partido Demócrata para las primarias de cara al próximo año.
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Hasta este momento solamente aparecen en el camino de Biden, que ha sido comparado con la figura de una estrella de rock demócrata, Marianne Williamson, autora de autoayuda y exasesora espiritual de Oprah Winfrey, quien ya se postuló en 2020; y Robert F. Kennedy Jr., uno de los últimos eslabones de la familia del expresidente John F. Kennedy (su tío), cuyo legado, para algunos, “Bobby Jr.” ha perjudicado en el ámbito político debido a sus controversiales posturas antivacunas, en especial desde la pandemia por covid-19.
Tal vez esta tranquilidad demócrata obedezca a la tradición de unidad del partido que gobierna, como lo explica Lawrence Gumbiner, exdiplomático estadounidense. “Es muy típico que un presidente que va a ser candidato otra vez no encuentre mucha gente dentro del partido que confronte su propia candidatura. Todo es muy típico, es un respeto hacia el presidente. Ha habido incidentes famosos, por ejemplo, durante la guerra de Vietnam y cuando Jimmy Carter fue retado por Ted Kennedy, pero no es la tradición”, explica.
Es por esto que ni Williamson, ni Kennedy representan un contendor de peso que ponga en peligro la candidatura de Biden, con quien los demócratas muestran estar a gusto. “No ha habido ningún presidente que haya hecho más en los últimos dos años”, añadió Ken Martin, líder del Partido Demócrata de Minnesota a la AFP, señalando el único paquete de medidas que Biden promulgó para reconstruir las deterioradas infraestructuras de Estados Unidos, y sus esfuerzos por impulsar la sindicalización del trabajo.
Williamson, que también fue precandidata en 2020, es la candidata que representa la habitual figura del “outsider”, el aspirante poco conocido o de muy poca tradición política que espera dar la sorpresa y el golpe de opinión. Sin embargo, las encuestas parecen no topar su candidatura, que parece ir encaminada a pasar desapercibida.
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“No es una figura significativa, es decir, es una candidata que no tiene trayectoria dentro del partido. Creo que no va a tener casi nada de apoyo; es común que un candidato bien conocido, con el apoyo del pueblo, termine buscando un puesto como ministro o embajador, estaría haciendo un gran esfuerzo”, indica Gumbiner.
Sin embargo, quien sí cuenta con tradición y huella amplia es Robert F. Kennedy Jr. Sobrino de un presidente y de un candidato presidencial, cuenta con toda la tradición labrada por su familia para querer ser un retador de Biden, al mejor estilo de su tío Ted cuando fue derrotado en las primarias por Jimmy Carter, cuando buscaba la reelección.
Cabe resaltar que a Kennedy, más que el favoritismo de Biden, le juegan fuertemente en contra sus controversiales posiciones frente a temas como las vacunas, pues desde la pandemia por covid-19 se convirtió en un fuerte activista antivacunas, llegando a comparar la política de vacunación obligatoria con políticas alemanas de la época nazi.
“Además de las vacunas, tiene algunas ideas sobre el wifi y el daño cerebral que son un poco diferentes a las habituales. Y todas esas posiciones creo que pueden dañar el legado de los Kennedy”, explica Gumbiner.
El exdiplomático también asegura que para Kennedy lograr llegar a un debate contra Joe Biden por el aval demócrata podría ser el gran logro de su campaña, pues existen analistas que creen que los demócratas que no comulgan con la imagen del presidente podrían estar promoviendo esta candidatura controversial para dañar la imagen del mandatario. “Kennedy es el último en una historia de aspirantes presidenciales marginales de ambos partidos que se postulan para llamar la atención sobre una causa o sobre sí mismos”, afirma Trip Gabriel en The New York Times.
Sin embargo, más que cualquier otro candidato, la edad es el aspecto que más le juega en contra a Joe Biden a la hora de presentarse para la reelección. El dato que se ha mencionado desde que inició su campaña es que ante un eventual segundo mandato, entregaría las llaves de la casa blanca en 2029 con 86 años.
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Entre todas las complicaciones que pueda traerle la vejez al presidente Biden, su estado mental es una de las que más preocupan al electorado estadounidense.
“Como cualquier persona de esa edad (tiene 80 años), ha perdido algo. Cuánto ha perdido en cuanto a sus capacidades va a ser muy importante en la campaña, y yo creo que Joe Biden va a tener que demostrar no sólo en discursos ya preparados con teleprompter que él todavía tiene la capacidad para otros cuatro años”, afirma Gumbiter.
A Biden también le puede jugar en contra la popularidad que ha venido perdiendo su vicepresidenta, Kamala Harris. Los opositores han puesto en duda que el mandatario llegue a cumplir por completo un segundo periodo, por lo que sostienen que un voto por Biden sería un voto por Harris, quien ya fue anunciada como la eventual fórmula.
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