El chofer que registró durante diez años red de sobornos en Argentina
Oscar Centeno, chofer en el ministerio de Planificación en los gobiernos de los Kirchner, tomó apuntes durante diez años, en los que describe con lujode detalles los recorridos para llevar bolsos repletos de dólares en efectivo. Su expareja dice que lo hizo para sobornar, otros dicen que era un obsesivo.
-Redacción Internacional
Dieciséis personas, entre empresarios y exfuncionarios de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, se encuentran detenidas en Argentina, investigadas en una novelesca trama de corrupción que puede alcanzar hasta 160 millones de dólares.
Todo quedó registrado en ocho "cuadernos de la corrupción", que fueron entregados en fotocopia durante el verano austral a un periodista del diario La Nación, uno de los principales de Argentina.
Tras analizarlos por varias semanas, el reportero los entregó a la justicia. El jueves, al día siguiente de las detenciones, el diario comenzó a publicar extractos en facsímil de las curiosas páginas.
El escribidor
El hombre, que registró toda la trama corrupta, se llama Oscar Centeno, chofer en el ministerio de Planificación, quien durante diez años registró con lujo de detalles cada movimiento de su jefe, el exviceministro de Planificación Roberto Baratta, y el ministro de Planificación, Julio de Vido.Los movimientos que Centeno hacía eran ordenados por estos dos funiconarios, que le encomendaron la misión de llevar bolsos repletos de dólares en efectivo. Este dinero era presuntamente destinado a funcionarios con el fin de favorecer la concesión de contratos de obras.
Es por eso que el juez del caso, Claudio Bonadio, citó a declarar, entre otros, a la propia Cristina Fernández -para el próximo 13 de agosto-, aunque por el momento no podría ser detenida por ser senadora y contar con fueros parlamentarios.
Los cuadernos
Esas anotaciones son la base de la investigación, que se encuentra bajo secreto de sumario. Militar retirado, Centeno es descrito como un hombre obsesivo. De acuerdo con el diario La Nación de Argentina, el que destapó el escándalo de los sobornos, viejos compañeros de Centeno lo recuerdan como el hombre que lo anotaba todo, cada movimiento que hacía.Detallista y puntual, consignaba en cuadernos cada movimiento de su vida, era casi una obsesión.
Y así se evidencia en los cuadernos.
Ver más: El escándalo de los cuadernos, ¿comenzó el lava jato argentino?
“4:30 01/02/05 martes). 42.059 kms 8:10 Mi domicilio al ministerio
249 kilómetros. La Plata. Viaje Especial.
Y así se llenan las hojas con 810 reportes de movimientos, que van hasta el 16 de octubre de 2005. Hay siete cuadernos más, algunos con más detalle que otros.
"Además de kilómetros recorridos, fechas, direcciones y hasta el registro de un café a medio camino, que una vez se tomó en una estación de servicio", reportaba el diario argentino.
Y agrega a pie de página: "Pero sí disminuyó la frecuencia, con la diferencia que se recolectaba el dinero para el ministro De Vido y el propio Baratta, no quise anotar más por temor a que me descubran y quede sin trabajo (sic)”, señala La Nación en uno de los apartes de los registros de los cuadernos.
"Fueron diez años de manuscritos. De ver movimientos corruptos e impunidad. Y aunque logró mejorar sus ingresos, lo que el chofer recibido no es nada frente a las cantidades de dinero que se movían", señala la prensa.
Centeno es padre de 13 hijos que tuvo en dos matrimonios. Manejaba una flota de siete vehículos al servicio del ministerio de Planificación Federal. Sólo dos de ellos a su nombre. Su pareja también era titular del Ministerio.
La pareja compró una casa en Olivos, lugar donde fue arrestado el chofer. “Un obsesivo de la escritura. Casi como un trastorno obsesivo”, relató un empleado que trabajó con él.
Ver más: Cristina Fernández, a declarar por escándalo de corrupción
Sin embargo, Hilda Horovitz, expareja del chófer, aseguró que Oscar Centeno guardaba los cuadernos para extorsionar a su jefe, el exfuncionario público Roberto Baratta, por si le despedía.
En un adelanto de la entrevista que concedió a la revista Noticias, cuya versión completa se publicará este sábado, Horovitz remarcó que Centeno, cuando iba a terminar en 2015 la gestión de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), tuvo la idea de usar las anotaciones que realizó durante 12 años para mantener su empleo.
"Él tenía la idea de decir... bueno.. si Baratta a mí no me lleva con él o Baratta no me pone de chófer en otro lado o cualquier cosa... entonces él iba a utilizar esos cuadernos para mostrarlos, pero los terminé usando yo", concluyó la mujer entre risas, según se escucha en un audio difundido por la publicación.
En este sentido, Horovitz reconoció que las libretas estaban en su propio armario, y da a entender que fue ella la que finalmente las sacó a la luz.
Dieciséis personas, entre empresarios y exfuncionarios de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, se encuentran detenidas en Argentina, investigadas en una novelesca trama de corrupción que puede alcanzar hasta 160 millones de dólares.
Todo quedó registrado en ocho "cuadernos de la corrupción", que fueron entregados en fotocopia durante el verano austral a un periodista del diario La Nación, uno de los principales de Argentina.
Tras analizarlos por varias semanas, el reportero los entregó a la justicia. El jueves, al día siguiente de las detenciones, el diario comenzó a publicar extractos en facsímil de las curiosas páginas.
El escribidor
El hombre, que registró toda la trama corrupta, se llama Oscar Centeno, chofer en el ministerio de Planificación, quien durante diez años registró con lujo de detalles cada movimiento de su jefe, el exviceministro de Planificación Roberto Baratta, y el ministro de Planificación, Julio de Vido.Los movimientos que Centeno hacía eran ordenados por estos dos funiconarios, que le encomendaron la misión de llevar bolsos repletos de dólares en efectivo. Este dinero era presuntamente destinado a funcionarios con el fin de favorecer la concesión de contratos de obras.
Es por eso que el juez del caso, Claudio Bonadio, citó a declarar, entre otros, a la propia Cristina Fernández -para el próximo 13 de agosto-, aunque por el momento no podría ser detenida por ser senadora y contar con fueros parlamentarios.
Los cuadernos
Esas anotaciones son la base de la investigación, que se encuentra bajo secreto de sumario. Militar retirado, Centeno es descrito como un hombre obsesivo. De acuerdo con el diario La Nación de Argentina, el que destapó el escándalo de los sobornos, viejos compañeros de Centeno lo recuerdan como el hombre que lo anotaba todo, cada movimiento que hacía.Detallista y puntual, consignaba en cuadernos cada movimiento de su vida, era casi una obsesión.
Y así se evidencia en los cuadernos.
Ver más: El escándalo de los cuadernos, ¿comenzó el lava jato argentino?
“4:30 01/02/05 martes). 42.059 kms 8:10 Mi domicilio al ministerio
249 kilómetros. La Plata. Viaje Especial.
Y así se llenan las hojas con 810 reportes de movimientos, que van hasta el 16 de octubre de 2005. Hay siete cuadernos más, algunos con más detalle que otros.
"Además de kilómetros recorridos, fechas, direcciones y hasta el registro de un café a medio camino, que una vez se tomó en una estación de servicio", reportaba el diario argentino.
Y agrega a pie de página: "Pero sí disminuyó la frecuencia, con la diferencia que se recolectaba el dinero para el ministro De Vido y el propio Baratta, no quise anotar más por temor a que me descubran y quede sin trabajo (sic)”, señala La Nación en uno de los apartes de los registros de los cuadernos.
"Fueron diez años de manuscritos. De ver movimientos corruptos e impunidad. Y aunque logró mejorar sus ingresos, lo que el chofer recibido no es nada frente a las cantidades de dinero que se movían", señala la prensa.
Centeno es padre de 13 hijos que tuvo en dos matrimonios. Manejaba una flota de siete vehículos al servicio del ministerio de Planificación Federal. Sólo dos de ellos a su nombre. Su pareja también era titular del Ministerio.
La pareja compró una casa en Olivos, lugar donde fue arrestado el chofer. “Un obsesivo de la escritura. Casi como un trastorno obsesivo”, relató un empleado que trabajó con él.
Ver más: Cristina Fernández, a declarar por escándalo de corrupción
Sin embargo, Hilda Horovitz, expareja del chófer, aseguró que Oscar Centeno guardaba los cuadernos para extorsionar a su jefe, el exfuncionario público Roberto Baratta, por si le despedía.
En un adelanto de la entrevista que concedió a la revista Noticias, cuya versión completa se publicará este sábado, Horovitz remarcó que Centeno, cuando iba a terminar en 2015 la gestión de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), tuvo la idea de usar las anotaciones que realizó durante 12 años para mantener su empleo.
"Él tenía la idea de decir... bueno.. si Baratta a mí no me lleva con él o Baratta no me pone de chófer en otro lado o cualquier cosa... entonces él iba a utilizar esos cuadernos para mostrarlos, pero los terminé usando yo", concluyó la mujer entre risas, según se escucha en un audio difundido por la publicación.
En este sentido, Horovitz reconoció que las libretas estaban en su propio armario, y da a entender que fue ella la que finalmente las sacó a la luz.