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Rusia y Estados Unidos cruzaron duras acusaciones este miércoles en la ONU en torno a la fracasada operación armada para sacar del poder al líder venezolano, Nicolás Maduro, con Moscú denunciando una supuesta implicación estadounidense y Washington asegurando que todo el incidente es un intento del Gobierno chavista por desviar la atención.
Rusia, que es el principal apoyo del Gobierno de Maduro en el Consejo de Seguridad, defendió que esos ataques supusieron una violación de la soberanía venezolana por parte de agentes extranjeros y propuso al resto de miembros una declaración de condena. Para Estados Unidos, por su parte, este "supuesto golpe de estado" es un intento por parte del chavismo de distraer y confundir para tapar sus "asesinatos extrajudiciales" y su gestión del país.
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Rusia arremete contra Estados Unidos
El embajador adjunto de Moscú, Dmitry Polyanskiy, recordó que entre los detenidos hay dos ciudadanos estadounidenses y subrayó que es muy difícil de creer que Washington no estuviese al corriente de la operación.
"Desafortunadamente Estados Unidos tiene un historial de tratar a Latinoamérica como su patio trasero", dijo Polyanskiy, subrayando que ahora es Venezuela la que "está en el menú" del Gobierno estadounidense y que la Administración de Donald Trump ni siquiera se preocupa de disimularlo.
En ese sentido, denunció que la operación marítima contra el narcotráfico puesta en marcha por EE.UU. en el Caribe es un realidad una "operación militar" y arremetió contra la decisión de ofrecer una recompensa por la captura de Maduro, acusado por la Justicia estadounidense de narcoterrorismo.
"Hoy queremos preguntar: ¿Cuál es el verdadero propósito del desfile de la Armada estadounidense en el Caribe? ¿Hay más mercenarios sobre el terreno en Venezuela? ¿Quién es responsable de los ataques contra infraestructuras críticas, incluidas redes eléctricas?", dijo Polyanskiy.
El representante ruso llamó además la atención sobre los vínculos entre la operación y el equipo del líder opositor Juan Guaidó y consideró que ello le descalifica como un interlocutor político a la hora de negociar con las autoridades.
Estados Unidos reitera que no estuvo involucrado
En su réplica, inmediatamente después, la embajadora de EE.UU. ante la ONU, Kelly Craft, reiteró que su Gobierno no estuvo involucrado en la operación rechazó categóricamente cualquier acusación al respecto.
"De hecho, las únicas naciones que parecen estar violando la soberanía venezolana son Rusia y Cuba, que sin aprobación de la Asamblea Nacional envían oficiales militares y mercenarios al país", dijo Craft.
La diplomática dijo que EE.UU. está investigando la "supuesta operación" y que, aunque no puede hacer público todo lo que ha reunido, resulta "obvio" que la trama había sido descubierta y "totalmente penetrada por el régimen" con mucha antelación.
En la reunión también intervino el embajador colombiano, Guillermo Fernández de Soto, que aseguró que su país tampoco ha llevado a cabo ningún tipo de acción encubierta y rechazó las acusaciones venezolanas, subrayando que en ningún momento ha violado la ley internacional y que la "restauración" de la democracia en el país vecino es un "imperativo moral" para toda la comunidad global.
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El gobierno de Maduro denuncia una agresión
El representante venezolano, Samuel Moncada, denunció una "agresión" contra su país, acusó a EE.UU. y Colombia de estar detrás de los ataques y de ahora proteger a responsables de la trama, al tiempo que dijo que las investigaciones continúan y hay evidencias de que se están preparando otras acciones.
Además, acusó a Trump de cometer "crímenes contra la humanidad" por sus sanciones contra Venezuela, que impactan en la población civil, y de comportarse como un "gángster" por sus amenazas de usar la fuerza contra el Gobierno de Maduro.
"El Gobierno de los Estados Unidos y sus aliados están creando un espacio sin ley en las relaciones internacionales en el que pueden desconocer sus obligaciones en virtud del derecho internacional e imponer prácticas tiránicas, caprichosas y coloniales al resto del mundo", denunció Moncada.
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La ONU urge a una negociación política
La responsable de Asuntos Políticos de la ONU, Rosemary DiCarlo, fue la encargada de abrir la reunión y pasó de puntillas sobre la "Operación Gedeón", insistiendo sobre todo en la postura de la organización de que únicamente una negociación política entre las distintas partes venezolanas permitirá superar la crisis.
Ese enfoque fue el que defendieron numerosos países del Consejo de Seguridad, que aunque ha abordado la cuestión venezolana en numerosas ocasiones, sigue sin tomar ninguna acción al respecto.
Dada la fractura entre Estados Unidos y Rusia -dos de los miembros permanentes del órgano y, por tanto, con derecho de veto- es prácticamente imposible que salga del Consejo de Seguridad cualquier decisión sobre Venezuela, según fuentes diplomáticas.