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“Por primera vez en 200 años de la república me convertiré en la primera mujer presidenta de México”. Así celebró Claudia Sheinbaum, candidata del oficialismo, su victoria en las elecciones en los primeros minutos de este lunes.
Momentos antes, el conteo oficial rápido del Instituto Nacional Electoral (INE) dio como ganadora a la candidata de la coalición Sigamos Haciendo Historia (Morena, Partido Verde y Partido del Trabajo), con un estimado entre 58 % y 60 % de los votos.
“No llego sola, llegamos todas”, dijo en reconocimiento a las pioneras que abrieron el camino para la participación política de las mujeres, así como a las nuevas generaciones a las que dedica este triunfo.
En sus palabras, informó algo muy esperado: la llamada de felicitación que recibió de su contendora, Xóchitl Gálvez, quien más temprano había dado por sentada su propia victoria, lo que había despertado temores de que la candidata de la coalición del PAN, del PRI y el PRD no reconociera su derrota.
Asimismo, agradeció la felicitación del tercer candidato, el centrista Jorge Álvarez Máynez, cuya participación reconoció.
En su discurso, destacó los positivos resultados preliminares que también darían a su colectividad el triunfo en la Cámara baja, y probablemente también en el Senado.
Reiteró los principios que regirán su gobierno: impunidad y corrupción cero, disciplina fiscal e independencia del banco central.
Se refirió también a la garantía de las libertades, como la de expresión, la de prensa y la de reunión.
Dijo que su administración luchará contra todas las formas de discriminación y trabajará por un desarrollo económico con libertad de empresa y respeto al medioambiente.
Prometió continuidad de los programas sociales de la actual administración de Andrés López Obrador, a quien también agradeció y reconoció como un “hombre excepcional”. Los programas sociales, precisamente, son los que le han valido una aprobación de alrededor de 60 % al saliente presidente, que entregará el cargo el próximo 1.° de octubre, para un periodo de seis años.
Sheinbaum habló de una política exterior basada en los principios constitucionales, de cooperación y desarrollo.
Específicamente con Estados Unidos, en donde también habrá elecciones el próximo mes de noviembre, dijo que “habrá una relación de amistad, respeto mutuo e igualdad, como hasta ahora ha sido”.
Con el sur del continente y el Caribe dijo que seguirá ampliando la amistad, al igual que con el resto del mundo. Estas palabras llegan justo en medio de la crisis diplomática entre México y Ecuador, luego de la invasión de la embajada en Quito, hecho que la administración de López Obrador denunció a instancias de la Corte Internacional de Justicia, caso que sigue abierto.
“Llevaremos a México por el camino de la paz y la seguridad”, dijo en referencia al que es quizá su mayor reto: la violencia.
Dijo que su gobierno atenderá las causas de este flagelo y que trabajará en la consolidación de la Guardia Nacional (cuerpo de policía), así como en la investigación para la seguridad pública y la coordinación de las instituciones de los diferentes poderes y niveles de gobierno.
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