El Espectador le explica: el amigo de Trump acusado de tráfico de menores
No solo el presidente estadounidense tuvo una amistad con Jeffrey Epstein; el actual secretario de Trabajo de la administración, Alex Acosta, le ayudó a gestionar un acuerdo muy favorable cuando era fiscal federal, en 2008, y el magnate enfrentaba las primeras acusaciones por abuso de menores.
redacción internacional
Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha burlado de todas las acusaciones de acoso y abuso sexual que se han hecho en su contra, el caso del inversionista Jeffrey Epstein podría ser el primero que se convierta en un verdadero dolor de cabeza. No solo por su amistad con Epstein, sino porque un miembro de su gobierno fue responsable de hacer un acuerdo con la justicia que benefició al magnate, hoy detenido y acusado de explotar sexualmente a decenas de niñas y adolescentes.
Epstein, un exprofesor de matemáticas de 66 años, amasó una inmensa fortuna como corredor de bolsa en Nueva York, pero luego multiplicó sus ganancias siendo gerente de fondos de inversiones. Su emporio se cayó el sábado, al ser detenido en el aeropuerto de Nueva Jersey cuando regresaba de París en su avión privado, acusado de crear una red de tráfico sexual de menores y de un cargo de conspiración para ejercer el tráfico sexual de menores, según la acusación de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York. Luego de su captura, funcionarios del gobierno habrían revisado su mansión, en la que encontraron numerosas fotos de menores desnudas a las que él mismo habría abusado. Enfrenta una pena máxima de 45 años de cárcel.
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Los fiscales lo tienen catalogado como un hombre que plantea “un riesgo extraordinario de fuga”. Sin embargo, sus abogados aseguraron ayer ante un tribunal federal de Manhattan que no es necesario mantenerlo en prisión y que solo bastaría mantenerlo en su casa vigilado y con seguimiento electrónico. El millonario, además, estaría dispuesto a pagar una fianza de US$77 millones, escenario imposible para las autoridades.
Epstein “explotó y abusó sexualmente a decenas de chicas menores de edad en sus residencias de Manhattan (Nueva York) y Palm Beach (Florida), entre otros lugares”, señala la inculpación. Las invitaba a sus mansiones, donde tenía actos sexuales con ellas, y “luego pagaba a las víctimas cientos de dólares en efectivo”, él mismo o sus empleados. “También pagaba a algunas de sus víctimas para que reclutaran a más chicas para ser abusadas”, indica la acusación.
“Epstein era muy consciente de que muchas de sus víctimas eran menores de edad y sin sorpresas, algunas de las chicas que Epstein presuntamente victimizó eran particularmente vulnerables a la explotación”, dijo el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Geoffrey Berman.
¿Qué tiene que ver Trump?
Hace años, el actual presidente de EE. UU. alardeaba de su relación con Epstein (hoy la niega diciendo que discutieron). La amistad entre Trump y Epstein se remonta a finales de la década de 1980, cuando ambos magnates pasaban mucho tiempo en Palm Beach. Y al menos hasta mediados de la década pasada el recién detenido era un visitante asiduo del club privado del ahora presidente: Mar-a-Lago.
En una entrevista en 2002 con la revista New York, Trump dijo que conocía a Epstein desde hacía “quince años” y que era “muy divertido estar con él. Se dice incluso que le gustan las mujeres guapas tanto como a mí, y muchas de ellas son bastante jóvenes. No hay duda de que Jeffrey disfruta de su vida privada”, afirmó Trump en esa ocasión.
Puede leer: Millonario amigo de Trump es acusado de tráfico sexual de menores
Sin embargo, otros periódicos recordaron que en abril de 2016 una mujer, Katie Johnson, presentó una demanda civil contra Epstein y Trump, acusando principalmente al actual presidente de haberla violado y golpeado en una fiesta sexual en 1994, cuando ella solo tenía trece años. La demanda fue desestimada por motivos técnicos.
¿Qué hizo el actual secretario de Trabajo?
El caso de Epstein llevó a la oposición demócrata a pedir la dimisión de Alex Acosta, el secretario de Trabajo de Trump. Resulta que cuando Acosta era fiscal federal en Miami, en 2008, trabajó en acusaciones similares contra Epstein.
Acosta cerró entonces un acuerdo extrajudicial, por el que el magnate fue condenado a trece meses de cárcel y llegó a un acuerdo económico con las víctimas, pero evitó una imputación federal. El secretario afirmó que en 2008, cuando era fiscal federal en Florida, su equipo optó por este acuerdo porque temían que quedara libre si presionaban para llevarlo a juicio por cargos más graves.
Epstein finalmente se declaró culpable de utilizar prostitutas menores de edad. “Nuestro objetivo era claro”, declaró Acosta: “Poner a Epstein en prisión, para aseguramos de que estuviera registrado en la lista de delincuentes sexuales, dar a las víctimas los medios para pedir la reparación”.
Trump defendió a Acosta al asegurar que la decisión de llegar a ese acuerdo “no la tomó solo él, sino mucha gente” en la Fiscalía, y que en cualquier carrera larga siempre hay casos en los que la gente “desearía haber hecho algunas cosas de otra manera”.
“Me siento muy mal por el secretario Acosta, porque es alguien que trabaja muy duro y que ha hecho un trabajo muy bueno. Pero vamos a examinar (sus acciones en el caso de Epstein) muy cuidadosamente”, agregó.
Acosta, el único latino del Gabinete de Trump, defendió su actuación en 2008, al insinuar en Twitter que son las “nuevas pruebas y testimonios” que han surgido recientemente los que están permitiendo sacar adelante cargos federales más duros contra Epstein.
No obstante, un juez federal consideró recientemente que el acuerdo liderado por Acosta fue contrario a la ley, ya que se ocultó a las más de treinta denunciantes de abusos sexuales.
Más denuncias
Son tres las denuncias actuales contra Epstein. Sin embargo, este miércoles se sumó una nueva: una mujer de Nueva York alegó que Jeffrey Epstein la captó fuera del instituto en el que estudiaba, por medio de una persona asociada y que este la violó a los 15 años.
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Jennifer Araoz, que hoy tiene 32 años, explicó en una entrevista en el programa Today del canal NBC que esa persona, una mujer joven y amigable, se aproximó a ella en distintas ocasiones y más adelante le presentó a Epstein, con el que entonces empezó a tener encuentros a lo largo de un año en los que le daba masajes.
De acuerdo con ese medio, Araoz no es una de las tres víctimas que se mencionan en la querella presentada este lunes contra Epstein por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, en la que se le acusa de tráfico sexual de menores y hacer planes para cometer ese grave delito contra decenas de niñas entre 2002 y 2005.
La mujer, entonces una adolescente en situación vulnerable, no se contactó con las autoridades por miedo a sufrir represalias, pero ante la reciente imputación del magnate sus abogados solicitaron este miércoles información en un juzgado de la ciudad para preparar una demanda, indica el canal. Araoz relató que a los 14 años había perdido recientemente a su padre por el virus del sida y acudía a una escuela especializada en artes porque soñaba con ser actriz, información que reveló a una mujer que “intentaba decididamente” conocerla a la vez que le hablaba de un hombre “poderoso, muy rico y bueno”.
Esa mujer la acompañó a la mansión de Epstein en el acaudalado barrio del Upper East Side, cercano a la escuela, y más adelante Araoz comenzó a ir sola a lo largo de un año, donde el magnate la manipulaba para que se quedara en ropa interior y le diera masajes, tras los que este se masturbaba y le pagaba US$300.
“Me sentía casi obligada por el dinero que me estaba dando”, afirmó Araoz, que en aquel momento “era muy joven y no sabía qué hacer”.
Un día, ya con 15 años, el acusado la presionó de manera violenta para que se desnudara entera, la agarró a la fuerza y la violó pese a que ella le pidió que parara, según recordó la mujer, que no volvió allí y acabó abandonando sus estudios para no acercarse al barrio, afectada por una fuerte ansiedad.
¿Le gustaría saber más sobre este tema? Escríbanos a redaccioninternacionalee@gmail.com
Aunque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha burlado de todas las acusaciones de acoso y abuso sexual que se han hecho en su contra, el caso del inversionista Jeffrey Epstein podría ser el primero que se convierta en un verdadero dolor de cabeza. No solo por su amistad con Epstein, sino porque un miembro de su gobierno fue responsable de hacer un acuerdo con la justicia que benefició al magnate, hoy detenido y acusado de explotar sexualmente a decenas de niñas y adolescentes.
Epstein, un exprofesor de matemáticas de 66 años, amasó una inmensa fortuna como corredor de bolsa en Nueva York, pero luego multiplicó sus ganancias siendo gerente de fondos de inversiones. Su emporio se cayó el sábado, al ser detenido en el aeropuerto de Nueva Jersey cuando regresaba de París en su avión privado, acusado de crear una red de tráfico sexual de menores y de un cargo de conspiración para ejercer el tráfico sexual de menores, según la acusación de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York. Luego de su captura, funcionarios del gobierno habrían revisado su mansión, en la que encontraron numerosas fotos de menores desnudas a las que él mismo habría abusado. Enfrenta una pena máxima de 45 años de cárcel.
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Los fiscales lo tienen catalogado como un hombre que plantea “un riesgo extraordinario de fuga”. Sin embargo, sus abogados aseguraron ayer ante un tribunal federal de Manhattan que no es necesario mantenerlo en prisión y que solo bastaría mantenerlo en su casa vigilado y con seguimiento electrónico. El millonario, además, estaría dispuesto a pagar una fianza de US$77 millones, escenario imposible para las autoridades.
Epstein “explotó y abusó sexualmente a decenas de chicas menores de edad en sus residencias de Manhattan (Nueva York) y Palm Beach (Florida), entre otros lugares”, señala la inculpación. Las invitaba a sus mansiones, donde tenía actos sexuales con ellas, y “luego pagaba a las víctimas cientos de dólares en efectivo”, él mismo o sus empleados. “También pagaba a algunas de sus víctimas para que reclutaran a más chicas para ser abusadas”, indica la acusación.
“Epstein era muy consciente de que muchas de sus víctimas eran menores de edad y sin sorpresas, algunas de las chicas que Epstein presuntamente victimizó eran particularmente vulnerables a la explotación”, dijo el fiscal del Distrito Sur de Nueva York, Geoffrey Berman.
¿Qué tiene que ver Trump?
Hace años, el actual presidente de EE. UU. alardeaba de su relación con Epstein (hoy la niega diciendo que discutieron). La amistad entre Trump y Epstein se remonta a finales de la década de 1980, cuando ambos magnates pasaban mucho tiempo en Palm Beach. Y al menos hasta mediados de la década pasada el recién detenido era un visitante asiduo del club privado del ahora presidente: Mar-a-Lago.
En una entrevista en 2002 con la revista New York, Trump dijo que conocía a Epstein desde hacía “quince años” y que era “muy divertido estar con él. Se dice incluso que le gustan las mujeres guapas tanto como a mí, y muchas de ellas son bastante jóvenes. No hay duda de que Jeffrey disfruta de su vida privada”, afirmó Trump en esa ocasión.
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Sin embargo, otros periódicos recordaron que en abril de 2016 una mujer, Katie Johnson, presentó una demanda civil contra Epstein y Trump, acusando principalmente al actual presidente de haberla violado y golpeado en una fiesta sexual en 1994, cuando ella solo tenía trece años. La demanda fue desestimada por motivos técnicos.
¿Qué hizo el actual secretario de Trabajo?
El caso de Epstein llevó a la oposición demócrata a pedir la dimisión de Alex Acosta, el secretario de Trabajo de Trump. Resulta que cuando Acosta era fiscal federal en Miami, en 2008, trabajó en acusaciones similares contra Epstein.
Acosta cerró entonces un acuerdo extrajudicial, por el que el magnate fue condenado a trece meses de cárcel y llegó a un acuerdo económico con las víctimas, pero evitó una imputación federal. El secretario afirmó que en 2008, cuando era fiscal federal en Florida, su equipo optó por este acuerdo porque temían que quedara libre si presionaban para llevarlo a juicio por cargos más graves.
Epstein finalmente se declaró culpable de utilizar prostitutas menores de edad. “Nuestro objetivo era claro”, declaró Acosta: “Poner a Epstein en prisión, para aseguramos de que estuviera registrado en la lista de delincuentes sexuales, dar a las víctimas los medios para pedir la reparación”.
Trump defendió a Acosta al asegurar que la decisión de llegar a ese acuerdo “no la tomó solo él, sino mucha gente” en la Fiscalía, y que en cualquier carrera larga siempre hay casos en los que la gente “desearía haber hecho algunas cosas de otra manera”.
“Me siento muy mal por el secretario Acosta, porque es alguien que trabaja muy duro y que ha hecho un trabajo muy bueno. Pero vamos a examinar (sus acciones en el caso de Epstein) muy cuidadosamente”, agregó.
Acosta, el único latino del Gabinete de Trump, defendió su actuación en 2008, al insinuar en Twitter que son las “nuevas pruebas y testimonios” que han surgido recientemente los que están permitiendo sacar adelante cargos federales más duros contra Epstein.
No obstante, un juez federal consideró recientemente que el acuerdo liderado por Acosta fue contrario a la ley, ya que se ocultó a las más de treinta denunciantes de abusos sexuales.
Más denuncias
Son tres las denuncias actuales contra Epstein. Sin embargo, este miércoles se sumó una nueva: una mujer de Nueva York alegó que Jeffrey Epstein la captó fuera del instituto en el que estudiaba, por medio de una persona asociada y que este la violó a los 15 años.
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Jennifer Araoz, que hoy tiene 32 años, explicó en una entrevista en el programa Today del canal NBC que esa persona, una mujer joven y amigable, se aproximó a ella en distintas ocasiones y más adelante le presentó a Epstein, con el que entonces empezó a tener encuentros a lo largo de un año en los que le daba masajes.
De acuerdo con ese medio, Araoz no es una de las tres víctimas que se mencionan en la querella presentada este lunes contra Epstein por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, en la que se le acusa de tráfico sexual de menores y hacer planes para cometer ese grave delito contra decenas de niñas entre 2002 y 2005.
La mujer, entonces una adolescente en situación vulnerable, no se contactó con las autoridades por miedo a sufrir represalias, pero ante la reciente imputación del magnate sus abogados solicitaron este miércoles información en un juzgado de la ciudad para preparar una demanda, indica el canal. Araoz relató que a los 14 años había perdido recientemente a su padre por el virus del sida y acudía a una escuela especializada en artes porque soñaba con ser actriz, información que reveló a una mujer que “intentaba decididamente” conocerla a la vez que le hablaba de un hombre “poderoso, muy rico y bueno”.
Esa mujer la acompañó a la mansión de Epstein en el acaudalado barrio del Upper East Side, cercano a la escuela, y más adelante Araoz comenzó a ir sola a lo largo de un año, donde el magnate la manipulaba para que se quedara en ropa interior y le diera masajes, tras los que este se masturbaba y le pagaba US$300.
“Me sentía casi obligada por el dinero que me estaba dando”, afirmó Araoz, que en aquel momento “era muy joven y no sabía qué hacer”.
Un día, ya con 15 años, el acusado la presionó de manera violenta para que se desnudara entera, la agarró a la fuerza y la violó pese a que ella le pidió que parara, según recordó la mujer, que no volvió allí y acabó abandonando sus estudios para no acercarse al barrio, afectada por una fuerte ansiedad.
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