El Espectador le explica: las cuestionadas estrategias de EE. UU. para tumbar a Salvador Allende
El Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos reveló una serie de documentos inéditos que muestran la estrategia del entonces presidente Richard Nixon y su gabinete para desestabilizar a toda costa la administración del chileno Salvador Allende.
En septiembre, el Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos –una institución no gubernamental– reveló una serie de documentos titulados “Allende ganó” en los que destacan la reacción de Estados Unidos al triunfo en las urnas de un presidente marxista en Chile hace 50 años. El 3 de noviembre este grupo de investigación de la Universidad George Washington publicó una colección de documentos que evidencian una agresiva estrategia en contra de la victoria de Salvador Allende.
Ver más: La increíble reacción de EE. UU. por triunfo de Allende en Chile hace 50 años
Las intenciones de Nixon y su gabinete salieron a la luz por primera vez en septiembre de 1974 cuando el periodista Seymour Hersh del New York Times reveló las operaciones encubiertas de la CIA para socavar al entonces mandatario chileno. En ese momento se inició una investigación en el Congreso de EE. UU..
“La naturaleza y el alcance del papel estadounidense en el derrocamiento de un gobierno chileno elegido democráticamente son asuntos de profunda y continua preocupación pública”, dijo el senador Frank Church en ese entonces, de acuerdo con la información recolectada por la institución no gubernamental. Esa investigación en el Congreso quedó en veremos.
“Allende y Chile: ‘Derríbalo’”, así se titula esta publicación del Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
¿Qué dicen los documentos?
Hay un registro detallado sobre cómo Nixon y su asesor de seguridad nacional, Henry Kissinger, configuraron una política de desestabilización en Chile; “operaciones que ‘crearon las mejores condiciones posibles’ , como dijo después Kissinger, para el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 que llevó al poder al general Augusto Pinochet”, se lee en la página web del Archivo de Seguridad Nacional.
Para Nixon la agenda socialista chilena amenazaba los intereses de Estados Unidos. Y varios miembros de su gabinete estuvieron de acuerdo con el entonces mandatario. “Podemos traer su caída, tal vez, sin ser contraproducente”, sugirió el exsecretario de Estado William Rogers. Posición similar a la del entonces secretario de Defensa, Melvin Laird. “Tenemos que hacer todo lo posible para lastimar [a Allende] y derribarlo”.
En una conversación con fecha del 11 de septiembre de 1970 Richard Nixon le dijo a Kissinger que “si (Allende) puede demostrar que puede establecer una política marxista antiamericana, otros harán lo mismo”, dijo Nixon. Kissinger estuvo de acuerdo. “Tendrá efecto incluso en Europa. No solo latinoamericanos”.
¿Cuáles fueron las estrategias de Nixon en contra de Allende?
De acuerdo con el centro de investigación, el gobierno de Nixon tenía dos alternativas para presionar a Allende: La primera sería instaurar una política “abiertamente hostil”. Mientras que la otra, sería una postura “públicamente correcta pero fría, con presión y hostilidad”. La administración del entonces presidente estadounidense optó por la segunda opción.
Ver más: Libro recupera la vida de la hija guerrillera de Salvador Allende
“La directiva autoriza un corte silencioso de los créditos estadounidenses a Chile, así como los esfuerzos para bloquear los préstamos bancarios multilaterales; un acercamiento a los militares en Argentina y Brasil para colaborar en formas de socavar al gobierno de Allende”, se lee en los documentos publicados.
¿Cuál fue la respuesta de la administración de Nixon?
Como lo mencionamos al principio, en 1974 ya había indicios sobre las intenciones de Nixon y su gabinete. En ese momento, y ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Henry Kissinger dijo que “la intención de Estados Unidos no era desestabilizar o subvertir [a Allende] sino seguir siendo partidos políticos [de oposición]”, de acuerdo con lo revelado por el Archivo de Seguridad.
En septiembre, el Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos –una institución no gubernamental– reveló una serie de documentos titulados “Allende ganó” en los que destacan la reacción de Estados Unidos al triunfo en las urnas de un presidente marxista en Chile hace 50 años. El 3 de noviembre este grupo de investigación de la Universidad George Washington publicó una colección de documentos que evidencian una agresiva estrategia en contra de la victoria de Salvador Allende.
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Las intenciones de Nixon y su gabinete salieron a la luz por primera vez en septiembre de 1974 cuando el periodista Seymour Hersh del New York Times reveló las operaciones encubiertas de la CIA para socavar al entonces mandatario chileno. En ese momento se inició una investigación en el Congreso de EE. UU..
“La naturaleza y el alcance del papel estadounidense en el derrocamiento de un gobierno chileno elegido democráticamente son asuntos de profunda y continua preocupación pública”, dijo el senador Frank Church en ese entonces, de acuerdo con la información recolectada por la institución no gubernamental. Esa investigación en el Congreso quedó en veremos.
“Allende y Chile: ‘Derríbalo’”, así se titula esta publicación del Archivo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
¿Qué dicen los documentos?
Hay un registro detallado sobre cómo Nixon y su asesor de seguridad nacional, Henry Kissinger, configuraron una política de desestabilización en Chile; “operaciones que ‘crearon las mejores condiciones posibles’ , como dijo después Kissinger, para el golpe militar del 11 de septiembre de 1973 que llevó al poder al general Augusto Pinochet”, se lee en la página web del Archivo de Seguridad Nacional.
Para Nixon la agenda socialista chilena amenazaba los intereses de Estados Unidos. Y varios miembros de su gabinete estuvieron de acuerdo con el entonces mandatario. “Podemos traer su caída, tal vez, sin ser contraproducente”, sugirió el exsecretario de Estado William Rogers. Posición similar a la del entonces secretario de Defensa, Melvin Laird. “Tenemos que hacer todo lo posible para lastimar [a Allende] y derribarlo”.
En una conversación con fecha del 11 de septiembre de 1970 Richard Nixon le dijo a Kissinger que “si (Allende) puede demostrar que puede establecer una política marxista antiamericana, otros harán lo mismo”, dijo Nixon. Kissinger estuvo de acuerdo. “Tendrá efecto incluso en Europa. No solo latinoamericanos”.
¿Cuáles fueron las estrategias de Nixon en contra de Allende?
De acuerdo con el centro de investigación, el gobierno de Nixon tenía dos alternativas para presionar a Allende: La primera sería instaurar una política “abiertamente hostil”. Mientras que la otra, sería una postura “públicamente correcta pero fría, con presión y hostilidad”. La administración del entonces presidente estadounidense optó por la segunda opción.
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“La directiva autoriza un corte silencioso de los créditos estadounidenses a Chile, así como los esfuerzos para bloquear los préstamos bancarios multilaterales; un acercamiento a los militares en Argentina y Brasil para colaborar en formas de socavar al gobierno de Allende”, se lee en los documentos publicados.
¿Cuál fue la respuesta de la administración de Nixon?
Como lo mencionamos al principio, en 1974 ya había indicios sobre las intenciones de Nixon y su gabinete. En ese momento, y ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, Henry Kissinger dijo que “la intención de Estados Unidos no era desestabilizar o subvertir [a Allende] sino seguir siendo partidos políticos [de oposición]”, de acuerdo con lo revelado por el Archivo de Seguridad.