El Espectador le explica lo que está pasando con las elecciones en Venezuela

Es miércoles, día de El Espectador le explica. ¿Por qué se está diciendo que existe un aumento de la persecución política y la sociedad civil en general en medio de un cronograma electoral que se ha saltado los compromisos con la oposición en Venezuela? ¿Qué ha tenido que hacer, precisamente, la oposición política de ese país, para poder participar de los comicios que buscan llevar uno de sus líderes al cargo que llegó Hugo Chávez en 1999 y luego heredó Nicolás Maduro? ¿Por qué detuvieron a varias personas que han criticado de manera directa al actual mandatario de los venezolanos? ¿Por qué la ONU habla de la “represión más violenta” que se usa para “silenciar las voces de la oposición a cualquier precio? ¿Qué ha dicho Colombia sobre el proceso político del vecino país? ¿Qué fue lo que reveló la investigación periodística que habla sobre una supuesta violación de la soberanía colombiana y chilena por parte de autoridades venezolanas en busca de conspiradores? Pues en este boletín de noticias, con la ayuda de los textos publicados por los colegas de la redacción Mundo, respondemos esas y otras preguntas. Recuerden entrar a todos los enlaces. Comencemos.

Es miércoles, día de El Espectador le explica. ¿Por qué se está diciendo que existe un aumento de la persecución política y la sociedad civil en general en medio de un cronograma electoral que se ha saltado los compromisos con la oposición en Venezuela? ¿Qué ha tenido que hacer, precisamente, la oposición política de ese país, para poder participar de los comicios que buscan llevar uno de sus líderes al cargo que llegó Hugo Chávez en 1999 y luego heredó Nicolás Maduro? ¿Por qué detuvieron a varias personas que han criticado de manera directa al actual mandatario de los venezolanos? ¿Por qué la ONU habla de la “represión más violenta” que se usa para “silenciar las voces de la oposición a cualquier precio? ¿Qué ha dicho Colombia sobre el proceso político del vecino país? ¿Qué fue lo que reveló la investigación periodística que habla sobre una supuesta violación de la soberanía colombiana y chilena por parte de autoridades venezolanas en busca de conspiradores? Pues en este boletín de noticias, con la ayuda de los textos publicados por los colegas de la redacción Mundo, respondemos esas y otras preguntas. Recuerden entrar a todos los enlaces. Comencemos.

Primero, un poco de contexto. Hugo Chávez llegó a la presidencia de Venezuela en 1999 con la bandera de la izquierda y el llamado “socialismo unido”. Lideró reformas estructurales en ese país, se crearon programas de alimentación, educación y médicos soportados en los altos ingresos que dejaba la industria petrolera, de la que siempre Venezuela había sido protagonista global. Se nacionalizaron muchas empresas, muchas organizaciones en cada industria, y pasaron a control estatal. Pero una década después los indicadores comenzaron a desnudar una crisis económica con una inflación creciente y problemas en el suministro de energía, denuncias de corrupción en muchos de esos programas oficiales, incluidos en estamentos policiales y de las fuerzas militares; la tasa de pobreza crecía como los niveles de violencia e inseguridad, la prensa no oficial estaba censurada, eran innumerables las denuncias por violación de derechos humanos y hasta casos de tráfico de drogas relacionadas con el favorecimiento de funcionarios públicos salieron a la luz.

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Se empezó a vivir la migración más alta de la historia de Venezuela con sus ciudadanos buscando una mejor calidad de vida en docenas de países, pero sobre todo en los de la región, empezando por Colombia. Chávez gobernó durante 14 años, hasta su muerte en 2013. Acto seguido, asumió Nicolás Maduro, quien venía de ser su Canciller y su vicepresidente. Desde ese instante, como dicen los analistas políticos, Maduro se ha atornillado a su cargo a tal punto que muchos organismos internacionales hablan de dictadura y de régimen, pues hoy controla, incluso, parte de las otras ramas del poder, como la judicial. Y, sí, también el llamado poder electoral. Maduro ya lleva 11 años en la presidencia de Venezuela.

Ahora sí, vayamos al 15 de febrero de 2024, cuando la noticia era que “el régimen de Nicolás Maduro” había expulsado “al personal de la Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos que se encontraba en Caracas” y les daba “72 horas para dejar el país”. ¿Por qué? Porque “la organización había expresado previamente su preocupación por la desaparición de la defensora de DD. HH. Rocío San Miguel, “quien fue imputada por cargos de “traición a la patria, conspiración, terrorismo y asociación””. Para ese instante llevaba seis días incomunicada. Se sabía que estaba recluida en El Helicoide, llamado el “mayor centro de tortura en Venezuela””.

Dicha salida de la ONU se daba justo cuando el camino electoral se iba labrando poco a poco, pues la Asamblea Nacional enviaba al Consejo Nacional Electoral de Venezuela un documento con 27 posibles fechas (días) para realizar las votaciones a la presidencia. Se avistaba, como ha sucedido en pasadas elecciones, la “intervención del chavismo en el proceso electoral”, decían analistas que han seguido la realidad política de ese país; aparecían mencionados los Acuerdos de Barbados y también se entregaba el cronograma tanto del plazo para inscribir candidaturas como para el arranque de la campaña electoral:

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Pero, antes de seguir, es preciso explicar varios detalles. ¿Qué son los Acuerdos de Barbados? Se trata de dos acuerdos, firmados efectivamente en Barbados, entre representantes del gobierno de Nicolás Maduro y la Plataforma Unitaria Democrática, PUD, catalogada la alianza política opositora más fuerte de Venezuela con representación de sindicatos, militares retirados, otros partidos políticos, exdiputados y sociedad civil en general que no está de acuerdo con el modelo que rige desde la llegada de Chávez y luego de Maduro. “El primer acuerdo es sobre los derechos políticos y electorales por el que se elabora un cronograma electoral para 2024″. Y el segundo fue llamado la “protección de los intereses vitales para la nación”. Era, en términos generales, un pacto para “la promoción de derechos políticos y garantías electorales para todos”.

En otras palabras, daban vía libre a varios asuntos, entre ellos “unas elecciones presidenciales en el segundo semestre de 2024″, a que se trabajaría en la actualización del “Registro Electoral, tanto dentro como fuera de Venezuela”, y se invitaría “a la Unión Europea, al Centro Carter y a un panel de expertos de Naciones Unidas para observar el proceso electoral”. Allí, “finalmente, el oficialismo se compromete a dar un equilibrio en el acceso a los medios públicos y privados para que más candidatos puedan visibilizar sus campañas”, informaban en octubre de 2023 los colegas de la sección Mundo, cuando las dos partes se sentaron a dialogar. Y allí jugó un papel fundamental el gobierno de Estados Unidos.

Estos documentos “sirvieron, además, para presionar por un mecanismo para impugnar inhabilitaciones que impedirían postularse a dirigentes como María Corina Machado, elegida como la candidata de la oposición mayoritaria”. Todo, al parecer, estaba diseñado para que los contradictores del chavismo, de Nicolás Maduro, tuvieran las garantías de participar en la campaña electoral. No solo fueron bien recibidos adentro, también afuera de Venezuela, que los leían como el respeto democrático. Pero esa lectura solo duró un par de meses, pues en enero de 2024 era el mismo Maduro quien advertía que los Acuerdos de Barbados estaban “heridos de muerte”.

El gobierno, en cabeza de Nicolás Maduro, con un argumento que ya es frecuente desde que lideran el país, dijo que conocían de “planes conspirativos” que incluían el “asesinato” del mandatario. Se habló incluso de “30 arrestos, entre civiles y militares, por cinco presuntas conspiraciones en 2023 y comienzos de 2024, en las que estarían involucrados dirigentes opositores, agentes de inteligencia de Estados Unidos y el Ejército de Colombia, todos habituales blancos del gobierno venezolano en este tipo de acusaciones”. La oposición, entonces, respondió: “Capítulos enteros de historias de ficción se presentan cada año, que van desde magnicidio, golpes de estado o conspiraciones de todo tipo, y que sirven de argumento para emprender una razia selectiva contra la oposición venezolana, aumentando las cifras de rehenes políticos, que luego son utilizados como piezas de canje en procesos de negociación”.

Y con esa disputa previa, que ha sido la constante en los últimos 25 años -el tiempo de gobierno sumado de Chávez y Maduro-, el 5 de marzo de 2024 quedaba definido el cronograma electoral, no sin antes recordar que María Corina Machado, quien había resultado vencedora en las primarias de 2023 y se convertía en la más fuerte para competir por el primer cargo del país, seguía inhabilitada tras una decisión de Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela (TSJ):

Así quedó el calendario:

• 21 y el 25 de marzo: plazo para inscribir las candidaturas.
• 4 de julio: comienza la campaña electoral.
• 25 de julio: termina campaña electoral.
• 28 de julio: día de las votaciones (como coincidencia, es la misma fecha en la que cumplía años Hugo Chávez, razón por la cual la oposición dijo que hubo injerencia del chavismo en la decisión del Consejo Nacional Electoral de Venezuela)
• 10 de enero de 2025: posesión presidencial.

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Y una vez se conoció este calendario, empezaron a llegar las primeras reacciones. Txomin Las Heras Leizaola, presidente de Diálogo Ciudadano Colombo Venezolano, fue claro: “Los tiempos no dan para hacer unas elecciones competitivas, donde se puede inscribir la gente para votar y revisar asuntos técnicos”. Aseguraba que el verdadero objetivo del régimen con estos plazos era imposibilitar o al menos dificultar el proceso opositor. Maduro, desde las redes sociales, dijo: “Palabra Sagrada, habló el Poder Electoral... nos ha convocado para el 28 de julio, día de las elecciones Presidenciales. Sigamos adelante por amor a Venezuela, a la Revolución Bolivariana y al amor de nuestro comandante Eterno Hugo Chávez. ¡Vamos a la batalla y vamos a ganar!”.

Los colegas de la redacción Mundo también citaron al líder opositor Henrique Capriles, quien pidió no dejar a la gente sin opción de la oposición: “Estando inhabilitado inconstitucionalmente por 15 años (algunos quisieron manipular con ello) pongo el ejemplo de Barinas. El pueblo de Barinas nunca se quedó sin opción frente a la arbitrariedad”, recordando el estado venezolano catalogado bastión del chavismo y en donde su actual gobernador, el opositor Sergio Garrido, se logró posesionar en el cargo luego de que el régimen inhabilitara otras candidaturas.

Para el 19 de marzo ya había una crítica profunda porque la autoridad electoral no había aprobado la directriz para el voto en el exterior, “por lo que el proceso, que debe durar un mes, ya presenta retrasos”, nos contaron. La comunidad internacional dejaba saber su lectura de lo que observaba en Venezuela. Ya se contaban más de siete detenciones de integrantes del equipo de la opositora María Corina Machado:

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¿Qué dijo la ONU? El gobierno venezolano está reactivando “la modalidad más violenta de represión”, con una nueva ola de detenciones a opositores acusados de supuestas conspiraciones como la llamada Operación Brazalete Blanco, contó la agencia de noticias AFP. La portuguesa Marta Valiñas presentó ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas un nuevo informe sobre abusos cometidos por el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela desde 2023, donde destacó que “las autoridades invocan conspiraciones reales o ficticias para amedrentar, detener y procesar a personas opositoras o críticas del gobierno”.

De casos puntuales se hablaba: “Siete dirigentes de Vente Venezuela han sido detenidos en los últimos dos meses, mientras que la Fiscalía anunció este 20 de marzo la solicitud de aprehensión contra otras siete personas cercanas a Machado, entre ellas su jefa de comunicaciones, Claudia Macero; el exdiputado Omar González Moreno y Magaly Meda, la jefa de campaña de la antichavista”. Sucedió entonces que Argentina, Uruguay, Chile y Canadá fueron los países que “condenaron las detenciones y las órdenes de aprehensión contra el equipo de la opositora, acusada en la víspera de planes desestabilizadores, y quien figura como favorita en las encuestas para las presidenciales, pese a su inhabilitación por 15 años para ejercer cargos públicos”, detallaba la agencia de noticias internacionales AFP.

Chile dijo que era “una acción contraria al espíritu democrático que debe imperar en todo proceso electoral”, Argentina que sed estaba atentando “contra el surgimiento de nuevos liderazgos políticos y su legitimación ciudadana”. Canadá recordó lo que se había firmado en octubre de 2023 pidiendo que se respete el “espíritu de la plena implementación del Acuerdo de Barbados para garantizar elecciones libres y justas”.

Y Colombia… ¿qué dijo Colombia? El canciller encargado, Luis Gilberto Murillo, dijo que tenía que “expresar nuestra preocupación por los efectos que los últimos acontecimientos puedan tener en la ruta del proceso político en Venezuela”. De acuerdo con los colegas de Política, “Murillo enfatizó la importancia de elecciones libres, justas, competitivas y transparentes, con la participación de todas las fuerzas políticas, como parte de una solución integral para Venezuela”. Para el canciller colombiano, lo que está en juego se enmarca “en la ruta del proceso político en Venezuela, en el marco de los acuerdos alcanzados en Barbados y en el propósito de realizar unas elecciones que permitan la participación de todas las fuerzas políticas en Venezuela”. Consultada por El Espectador, Ligia Bolívar, coordinadora general de Alerta Venezuela, por su parte, expresó: “Siempre hemos dicho que la única forma de impulsar reformas hasta la recuperación de la democracia y la vigencia de los derechos humanos en Venezuela no pasa solo por la diplomacia de micrófono o de Twitter. Entendemos la declaración del canciller, que es una declaración pública, y le damos la bienvenida”.

El 22 de marzo se supo que Corina Yoris reemplazaría a María Corina Machado en la carrera presidencial para las elecciones del 28 de julio. Es docente universitaria y miembro de la Academia Venezolana de la Lengua, licenciada en Filosofía y doctora en Historia. “Tras una decisión unánime dentro de la Plataforma Unitaria, con “todo el respaldo” de María Corina Machado, fue designada para ser la persona con la que Nicolás Maduro se enfrentará en los comicios presidenciales de 2024. De hecho, Yoris fue miembro de la Comisión Nacional de Primaria (CNP), ente que organizó la cita a las urnas en la cual Machado arrasó con el 92,35 % de los votos”, nos explicaron los colegas de la redacción Mundo.

Juan Guaidó, desde su cuenta de Twiiter, refiriéndose a Corina Yoris y a María Corina Machado, escribió: “Hasta el final con Venezuela. Es la representación de todo un país, no están solas. Vamos juntos para recuperar nuestra libertad. La primaria de octubre creó la legitimidad y la unidad para enfrentar y desafiar a la dictadura. Hoy más que nunca, unión”. Y Henrique Capriles, por su parte, comentó: “Por decisión unánime de todos los partidos de la Plataforma Unitaria y de María Corina Machado, Corina Yoris será postulada como candidata presidencial. ¡Ahora más que nunca, unidad y voto!”.

Y entonces, tras conocerse la decisión de Corina Yoris, se denunció un bloqueo en el sitio web de la autoridad electoral en el que se iba a inscribir la candidatura precisamente de ella. Apareció el actual gobernador del estado de Zulia en la baraja, Manuel Rosales, y también el exembajador Edmundo González Urrutia se sumó a la partida:

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Entonces, ¿quiénes llegaban a mover la ruleta política de cara a las presidenciales? Corina Yoris no pudo hacer su inscripción, mientras que Manuel Rosales, gobernador del estado de Zulia y opositor de Hugo Chávez, sí logró hacerlo y dijo que se había decidido a “abrir una ruta a los venezolanos o irnos a la abstención y que Nicolás Maduro dure seis años más”. Rosales estuvo seis años en el exilio, también fue encarcelado e inhabilitado. “No vengo a sustituir a nadie. No vengo a quitarle el liderazgo a nadie”, dijo. “Vengo con los brazos abiertos para reconstruir a Venezuela”. Rosales habló, haciendo referencia a Chávez y Maduro: “25 años de desunión, de sufrimiento, de dolor profundo”.

El otro candidato es Edmundo González Urrutia, por la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), catalogada como una “vieja alianza absorbida por la actual Plataforma Unitaria y que tiene su propia boleta electoral”. Explicaban los colegas de la sección Mundo que González Urrutia es lo que expertos electorales en Venezuela llaman un “candidato tapa”, es decir, que puede ser sustituido en camino a los comicios. Nicolás Maduro, como se esperaba, también se inscribió, con el objetivo manejar el país otros seis años más. En total, de acuerdo con el Consejo Nacional Electoral, además de Maduro, Rosales y Gonzalez, se postuló el exrector electoral “Enrique Márquez, que integró la coalición opositora, pero ahora se dice independiente, junto a otros nueve aspirantes que se presentan como antichavistas, aunque son tachados por la oposición tradicional de “alacranes”, término usado para nombrar a “colaboracionistas” del partido de gobierno”. Pero en total se habla de 13 postulados.

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Así que, en total, son 13 los postulados, pero con posibilidades, tres fuertes:

• Manuel Rosales, gobernador del estado petrolero de Zulia (oeste) y rival de Hugo Chávez en 2006
• Edmundo González Urrutia, inscrito “provisionalmente”
• Nicolás Maduro
• Luis Eduardo Martínez
• Daniel Ceballos
• Antonio Ecarri
• Juan Carlos Alvarado
• José Dionisio Brito Rodríguez
• Benjamín Rausseo
• Javier Bertucci
• Claudio Fermín
• Luis Ratti
• Enrique Márquez

¿Qué decía el oficialismo de Venezuela, en voz de Diosdado Cabello, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV? Que la oposición que no podrá cambiar la postulación de Edmundo González -sí, el llamado “candidato tapa”-, por la de otro nombre, si este no está previamente inscrito. Y se hizo referencia al Artículo 64 (de la Ley de Procesos Electorales) que habla de la sustitución de un candidato o una candidata y que se constituye en una nueva postulación. “¿Qué significa que constituya una nueva postulación? Usted primero postula y esa postulación es admitida o no. Hay gente que ni siquiera llega a postularse porque la máquina dice que no va. Es una parte fundamental del proceso. En consecuencia, cuando el postulado sustituto o la postulada sustituta no sea un candidato o una candidata previamente admitidos, deberá cumplir con los requisitos con la presente ley y su reglamento. Es decir, si previamente no fue postulado, no puede ser candidato”, dijo Cabello. “Léanse las leyes, escuálidos. Perdón, señores opositores”, agregó el señor Cabello.

Entre el 21 y 25 de marzo estaba fechado el plazo para inscribir las candidaturas. Para el 26 de marzo “la Cancillería colombiana publicó un comunicado sobre la situación electoral en Venezuela, luego de que se conociera que la candidata de la oposición, Corina Yoris, no pudo inscribirse dentro del tiempo establecido por las autoridades”, contaron en este texto los periodistas que han seguido la situación que se vive el país vecino. La Cancillería allí se refirió a “la necesidad de un proceso electoral presidencial libre, justo y competitivo en Venezuela, donde se promueva la participación ciudadana a través del voto como mecanismo de expresión democrática”. Y, además, escribió: “Colombia se une a los llamados de la comunidad internacional sobre la necesidad de priorizar el actual proceso político electoral presidencial como mecanismo democrático para la toma de decisiones que afectan y tendrán incidencia en la vida del pueblo hermano de Venezuela durante los próximos años”.

La posición de Colombia no le gustó a Venezuela, aseguraron que lo que decía la Cancillería no le hacía bien al proceso de normalización de relaciones entre los dos países, y hasta Maduro criticó lo que él llamó gobiernos de derecha y de “izquierda cobarde”. Y Petro le respondió diciendo que la “revolución de hoy” es “transformar el mundo profundizando la democracia” y que la diferencia con Chávez fue que el exmilitar propuso “democracia”. La oposición venezolana agradeció a Petro por su posición:

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Cumplida la primera parte del cronograma electoral y con las críticas internacionales para que se pudiera librar una discusión democrática, empezando por la inscripción de la candidata de la oposición, Corina Yoris, un informe periodístico publicó “documentos secretos en poder de Noticias Caracol” que revelaron “cómo la contrainteligencia militar venezolana lleva años actuando en Colombia en alianza con el ELN y grupos criminales venezolanos” con la misión de no solo “acceder a secretos de seguridad nacional” sino para ejecutar “la cacería de desertores y opositores”.

Se supo, con dicha investigación, que “en el centro de la historia reciente está una reunión de diciembre pasado, llevada a cabo en Cúcuta, Norte de Santander, a la que fueron convocados varios desertores de las Fuerzas Militares venezolanas. “Sin armas, sin dinero y sin ningún respaldo se reunieron para planear cómo derrocar el régimen de Nicolás Maduro”, cuenta el noticiero, que pudo hablar con uno de los desertores que asegura haber estado en el encuentro. Allí también se presentaron el capitán Ángelo Heredia y el teniente Ronald Ojeda, quien, tras la reunión de planificación, se habrían acercado a la frontera para ejecutar el plan, denominado “Venezuela Libre”. No obstante, el primero resultó detenido, según la información recabada por el medio, luego de ser secuestrado por el ELN y entregado a las autoridades venezolanas, lo que sería apenas una muestra del trabajo en conjunto que hay entre esa guerrilla y las fuerzas del vecino país”, contó la redacción Mundo de El Espectador haciendo referencia a la investigación de Noticias Caracol.

Ya, en estos primeros días de abril, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, dijo que lo que está pasando en Venezuela es “un golpe antidemocrático” por todas “las trabas administrativas que han tenido varias de las candidaturas de la oposición al régimen de Nicolás Maduro. Y, con nombre propio, habló de los casos de Mariana Corina Machado y de Leopoldo López”. Petro aseguró que “el derecho a elegir no es solo individual. Es de la sociedad y hoy esta discusión, que se evidencia muy bien en los hechos de Venezuela con la señora María Corina y otros previamente; se les inhabilitó para participar de campañas electorales por autoridades administrativas”. “A Leopoldo López lo inhabilitaron en Venezuela. Exactamente lo mismo que me querían inhabilitar a mí aquí”.

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Las declaraciones de Petro también desencadenaron críticas de la oposición colombiana, en este caso, en voz de María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático, quien calificó de “rechazo tardío” el mensaje del mandatario y cuestionó u autenticidad. Cabal afirmó que Petro ha dejado a María Corina Machado “sola contra una narco dictadura”. María del Rosario Guerra, del mismo partido político, también escribió en redes sociales: “El presidente, amigo del tirano gobernante de Venezuela, se expresa tarde cuando ha consumado el régimen de Maduro el bloqueo a la candidatura de @MariaCorinaYA y a la inscripción en su reemplazo de la candidata de la oposición Corina Yoris. Esperemos que, aunque tarde, sirva”.

Por ahora, desde Caracas no han llegado más pronunciamientos. Ni de parte de Maduro, ni de sus funcionarios y aliados políticos. En este análisis escrito por la redacción Política de El Espectador, recordaron que “John Kirby, portavoz de la Casa Blanca, dijo en su momento que “el régimen de Maduro se comprometió el pasado otoño a permitir unas elecciones libres y justas y a facilitar la participación de los partidos de la oposición” y que “tiene hasta la primavera para cumplir con este compromiso”. Allí también nos recordaron que “fue la notificación de Estados Unidos en torno a que, pese a todo lo que ha cedido –hasta sacó de la cárcel al polémico Álex Saab y le retiró los cargos federales en Florida–, sigue de cerca lo que suceda electoralmente”.

La situación electoral en Venezuela, con todas las evidencias del caso, tiene por delante una parte de la historia por escribirse: o se mantiene Maduro seis años más -con toda la partida sobre la mesa a su favor-, o la oposición logra unirse, se decide por un candidato y logra llevar a las urnas el voto que permita dar un giro distinto al que ha tenido Venezuela en los últimos 25 años. La comunidad internacional está atenta. Los Acuerdos de Barbados firmados. Colombia, por su parte, debe dar una respuesta contundente sobre la intromisión de las fuerzas venezolanas en territorio colombiano según la información denunciada por la investigación periodística, pues aquí, además, se habla de relaciones directas entre la Dirección General de Contrainteligencia Militar (DGCIM) y el ELN. Seguiremos, paso a paso, todo lo que va sucediendo en el país vecino, la posición de la administración Petro y lo que la ONU ha llamado la “represión más violenta” del gobierno Maduro en contra de la oposición.

Este es un hasta pronto con nuestro mensaje final: si les gustó este newsletter y el contenido que desarrollamos en El Espectador, invitados a disfrutar del contenido exclusivo que tenemos en nuestra página web. En esta labor de todos los días necesitamos compañía no solo para las críticas, que las recibimos con humildad, sino para que nos ayuden a construir un mejor país, denunciando, indagando, investigando, informando. Y no olviden dejar aquí abajo los temas que ustedes quisieran que investiguemos en la redacción de El Espectador. Nos vemos el próximo miércoles. Hasta pronto.

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