El gobernador de Nueva York se resiste a renunciar pese a la presión política
Andrew Cuomo está cada vez más acorralado. Sin embargo, pese a la presión política y judicial el Gobernador de Nueva York se resiste a dejar el cargo.
Cada vez más aislado tras la publicación de una investigación que lo señala de acoso sexual y la apertura de varios frentes judiciales, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, se resiste a renunciar. La fiscal federal de Nueva York, Letitia James, concluyó sus pesquisas -que no buscaban llegar a inculpar a Cuomo- con la publicación de un informe demoledor de 165 páginas que enumera once denuncias de mujeres que aseguran haber sido víctimas de gestos inapropiados o insinuaciones por parte del gobernador de 63 años.
Pero Cuomo aún está lejos de saldar cuentas con la justicia. El miércoles, tres procuradores de los condados de Westchester, Manhattan y Nassau, situados en el estado de Nueva York, informaron que esperan obtener todos los elementos útiles del informe para llevar a cabo sus propias investigaciones sobre delitos que podrían haberse llevado a cabo en su jurisdicción.
El martes, el fiscal del condado de Albany, capital de Nueva York y donde tiene sede la gobernación, hizo un anuncio similar, al evocar una “investigación criminal en curso” por parte de sus servicios. Políticamente, Cuomo, quien dirige el cuarto estado más poblado del país (con alrededor de 20 millones de habitantes) luce cada vez más aislado, como atestigua el llamado a su renuncia lanzando conjuntamente por cuatro gobernadores de Estados vecinos (Connecticut, Rhode Island, Nueva Jersey, Pensilvania), todos miembros del Partido Demócrata, como él.
Puede leer: Vuelven las deportaciones exprés a Estados Unidos: ¿qué son y a quiénes afectan?
Los gobernadores se suman a una larga lista que va desde el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, con quien mantenía relaciones hostiles, al presidente Joe Biden, mucho tiempo considerado como su amigo.
“Pienso absolutamente que debe renunciar por el bien del estado de Nueva York y de nuestra gente. Si no lo hace, la ola de llamados a dimitir, que es universal en este punto, de demócratas y republicanos, se lo tragará. Si quiere esperar la destitución, puede, pero eso puede ocurrir pronto en nuestro estado”, asestó De Blasio en la cadena CBS el miércoles.
“¿Quién va a luchar por él?”
Cuomo se defendió el martes de haber cometidos actos indecentes y acoso sexual. Ya había rechazado los primeros llamados a su dimisión en marzo, bajo el argumento de que solo debe entregar cuentas a los habitantes de Nueva York y no a políticos. “Quiere aguantar porque lo único que importa para Andrew Cuomo es ser gobernador de Nueva York”, afirmó a la AFP Lincoln Mitchell, profesor de ciencias políticas en la universidad de Columbia.
Cuomo ocupa desde 2011 el mismo cargo que su padre, Mario Cuomo, tuvo entre 1983 y 1994. Fue reelegido en 2014 y 2018, y hasta ahora, se consideraba su intención de volver a presentarse en 2022.
A la cabeza del estado, el antiguo secretario de Vivienda de Bill Clinton, quien estuvo casado con una de las hijas de Bob Kennedy, hizo adoptar varias leyes progresistas como el matrimonio homosexual en 2011, o el salario mínimo de 15 dólares por hora.
Fue sobre todo en lo más duro de la pandemia de coronavirus, durante la primavera de 2020, cuando Nueva York recibía de lleno el impacto del covid-19, que Cuomo adquirió la estatura de figura nacional. Con sus conferencias de prensa cotidianas, racionales y tranquilizadoras, este político experimentado pero con fama de duro y autoritario cambió de estatus.
Su balance ya había sido sin embargo ensombrecido por subestimar el número de muertos por covid-19 en hogares geriátricos. “Una vez que el presidente de Estados Unidos, que es el jefe del partido, dice que no se puede quedar, se vuelve muy difícil (que se mantenga en el puesto)”, agrega Mitchell, quien pregunta: ¿”Quién va a luchar por él?”. Según el analista político, Biden quizá le dio el golpe de gracia al liberar a todos aquellos que temían a Cuomo y no se atrevían a encararlo.
“Poca gente lo apreciaba, y ahora se sienten respaldados”, explica. Más allá de las investigaciones judiciales, el gobernador también se ve amenazado en el seno del parlamento del estado por un procedimiento que puede llevar a su destitución.
“Una vez que habremos recibido todos los documentos y pruebas útiles por parte de la fiscal, actuaremos con diligencia y buscaremos a concluir nuestra investigación para llegar a la inculpación tan rápido como sea posible”, aseguró el líder de la cámara baja, el demócrata Carl Heastie, al asegurar que Cuomo “no puede quedarse en el cargo”.
Cada vez más aislado tras la publicación de una investigación que lo señala de acoso sexual y la apertura de varios frentes judiciales, el gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, se resiste a renunciar. La fiscal federal de Nueva York, Letitia James, concluyó sus pesquisas -que no buscaban llegar a inculpar a Cuomo- con la publicación de un informe demoledor de 165 páginas que enumera once denuncias de mujeres que aseguran haber sido víctimas de gestos inapropiados o insinuaciones por parte del gobernador de 63 años.
Pero Cuomo aún está lejos de saldar cuentas con la justicia. El miércoles, tres procuradores de los condados de Westchester, Manhattan y Nassau, situados en el estado de Nueva York, informaron que esperan obtener todos los elementos útiles del informe para llevar a cabo sus propias investigaciones sobre delitos que podrían haberse llevado a cabo en su jurisdicción.
El martes, el fiscal del condado de Albany, capital de Nueva York y donde tiene sede la gobernación, hizo un anuncio similar, al evocar una “investigación criminal en curso” por parte de sus servicios. Políticamente, Cuomo, quien dirige el cuarto estado más poblado del país (con alrededor de 20 millones de habitantes) luce cada vez más aislado, como atestigua el llamado a su renuncia lanzando conjuntamente por cuatro gobernadores de Estados vecinos (Connecticut, Rhode Island, Nueva Jersey, Pensilvania), todos miembros del Partido Demócrata, como él.
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Los gobernadores se suman a una larga lista que va desde el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, con quien mantenía relaciones hostiles, al presidente Joe Biden, mucho tiempo considerado como su amigo.
“Pienso absolutamente que debe renunciar por el bien del estado de Nueva York y de nuestra gente. Si no lo hace, la ola de llamados a dimitir, que es universal en este punto, de demócratas y republicanos, se lo tragará. Si quiere esperar la destitución, puede, pero eso puede ocurrir pronto en nuestro estado”, asestó De Blasio en la cadena CBS el miércoles.
“¿Quién va a luchar por él?”
Cuomo se defendió el martes de haber cometidos actos indecentes y acoso sexual. Ya había rechazado los primeros llamados a su dimisión en marzo, bajo el argumento de que solo debe entregar cuentas a los habitantes de Nueva York y no a políticos. “Quiere aguantar porque lo único que importa para Andrew Cuomo es ser gobernador de Nueva York”, afirmó a la AFP Lincoln Mitchell, profesor de ciencias políticas en la universidad de Columbia.
Cuomo ocupa desde 2011 el mismo cargo que su padre, Mario Cuomo, tuvo entre 1983 y 1994. Fue reelegido en 2014 y 2018, y hasta ahora, se consideraba su intención de volver a presentarse en 2022.
A la cabeza del estado, el antiguo secretario de Vivienda de Bill Clinton, quien estuvo casado con una de las hijas de Bob Kennedy, hizo adoptar varias leyes progresistas como el matrimonio homosexual en 2011, o el salario mínimo de 15 dólares por hora.
Fue sobre todo en lo más duro de la pandemia de coronavirus, durante la primavera de 2020, cuando Nueva York recibía de lleno el impacto del covid-19, que Cuomo adquirió la estatura de figura nacional. Con sus conferencias de prensa cotidianas, racionales y tranquilizadoras, este político experimentado pero con fama de duro y autoritario cambió de estatus.
Su balance ya había sido sin embargo ensombrecido por subestimar el número de muertos por covid-19 en hogares geriátricos. “Una vez que el presidente de Estados Unidos, que es el jefe del partido, dice que no se puede quedar, se vuelve muy difícil (que se mantenga en el puesto)”, agrega Mitchell, quien pregunta: ¿”Quién va a luchar por él?”. Según el analista político, Biden quizá le dio el golpe de gracia al liberar a todos aquellos que temían a Cuomo y no se atrevían a encararlo.
“Poca gente lo apreciaba, y ahora se sienten respaldados”, explica. Más allá de las investigaciones judiciales, el gobernador también se ve amenazado en el seno del parlamento del estado por un procedimiento que puede llevar a su destitución.
“Una vez que habremos recibido todos los documentos y pruebas útiles por parte de la fiscal, actuaremos con diligencia y buscaremos a concluir nuestra investigación para llegar a la inculpación tan rápido como sea posible”, aseguró el líder de la cámara baja, el demócrata Carl Heastie, al asegurar que Cuomo “no puede quedarse en el cargo”.