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La brecha entre la educación sexual que los y las estudiantes estadounidenses deben recibir y lo que realmente están recibiendo es realmente amplia. Menos de la mitad de las escuelas secundarias de Estados Unidos, y solo una quinta parte de las escuelas preparatorias, enseñan en sus programas los componentes esenciales sobre este tema que recomiendan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Las conversaciones sobre educación sexual disminuyen cada año, y los adolescentes tampoco discuten estos temas con sus padres. Y todo esto es un gran problema.
Sin educación sexual, los jóvenes quedan más expuestos a enfermedades de transmisión sexual, pues no saben cómo prevenirlas. Las enfermedades de transmisión sexual reportadas en el país alcanzaron su máximo histórico en 2019, por sexto año consecutivo. Según cifras de los CDC, en 2019 se registraron 1.8 millones de casos de clamidia (19 % más que en 2015); 616.392 casos de gonorrea (56 % más que en 2015) y 129.813 casos de sífilis (74 % más que en 2015).
La falta de educación sexual, cabe resaltar, también genera que los jóvenes y las jóvenes no desarrollen su criterio frente a temas como el aborto, pues desconocen por completo los detalles de esta práctica. El desconocimiento genera rechazo, aprovechado por políticos conservadores, y eso se puede evidenciar en las zonas rurales del país principalmente, en donde la información sobre estos temas es aún más escasa.
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Además, los políticos republicanos y algunos demócratas conservadores han hecho de todo para limitar el acceso a la educación sexual. Se trata de una batalla ideológica para estadounidenses que creen que la abstinencia es el enfoque correcto. Y esto fue particularmente llamativo durante la administración del expresidente Donald Trump.
Trump saboteó constantemente durante su gobierno la educación sexual. El expresidente republicano, por ejemplo, eliminó el Programa de Prevención del Embarazo Adolescente, que abordaba temas como la anticoncepción, relaciones saludables, desarrollo sexual e incluso la abstinencia y que funcionaba en 39 estados. En lugar de promover la educación con el enfoque correcto, instó a los jóvenes a evitar toda actividad sexual hasta que se casen.
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La manera de contrarrestar las campañas de desinformación, explica Alejandra Soto, directora de comunicaciones de Planned Parenthood, ha sido el uso de las plataformas digitales en las que participan activamente los jóvenes. De esta actividad se enorgullece la organización, que incluso está usando redes sociales como TikTok para informar sobre salud sexual y reproductiva. Este trabajo se ha multiplicado ahora que en el país hay una guerra de los conservadores contra la sentencia del caso Roe v. Wade, la cual abrió paso al derecho al aborto en el país.
“La información accesible, clara y sin tapujos es fundamental para que la gente decida por sí misma. Al fin y al cabo de eso se trata Roe v. Wade, de una ley no en pro del aborto sino de la privacidad médica, es tu cuerpo y tu decides cuál es la mejor opción en consulta con tu médico, familiares, pareja e incluso un líder religioso, pero que tengas acceso a la información es primordial”, recalca Soto.
En efecto, la información es primordial, más aún si se tiene en cuenta todos los inconvenientes que existen frente a este tema en el país. Cada estado decide su currículum y por ello algunos estados se saltan los capítulos sobre educación sexual, así como se los saltan sobre la historia del racismo en el país. Mientras que en el estado de Nueva Jersey los estudiantes aprenden a usar condones, esto no ocurre en estados como Indiana.
Solo 13 estados requieren educación sexual médicamente precisa, por lo que hay un analfabetismo frente a este tema. La mayoría no enseña sobre anticonceptivos, lo que se ve reflejado en embarazos adolescentes. Sin embargo, todos los estados enseñan sobre la abstinencia. Además, como los padres deben dar su consentimiento al currículum, puede que un estudiante esté en una escuela excelente, pero su padre le diga que se salte la clase de educación sexual.
“Lo que recibes en la escuela no es suficiente. Por eso debemos estar en redes sociales”, concluye Soto.
Entre tanto, organizaciones como Planned Parenthood se han dedicado, además de luchar en los tribunales, a impartir la educación sexual que el gobierno no brinda. Y no se trata solo de información sobre el aborto, sino de otros temas como las enfermedades de transmisión sexual y la sexualidad como tal. Desde esta semana, la organización comenzó a publicar una serie de videos con los que espera resolver las dudas más frecuentes de los ciudadanos.
Esta semana, las congresistas Barbara Lee, Alma Adams y los senadores Mazie Hirono y Cory Booker presentaron un proyecto de ley para introducir una educación integral, equitativa, accesible y apropiada para la edad y el desarrollo de los estudiantes.
“Después de décadas de escasez de fondos e interferencia política, ahora más que nunca, los jóvenes necesitan acceso al conocimiento y los servicios necesarios para comprender sus cuerpos, definir sus límites, proteger su salud y construir su propio futuro. El Congreso debe aprobar rápidamente este proyecto de ley y dejar en claro que la educación sexual es una parte fundamental de la educación”, dijo Alexis McGill Johnson, presidente y director ejecutivo de Planned Parenthood Federation of America.
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Este proyecto garantizará a los jóvenes información sobre la anatomía y fisiología sexual, identidad y expresión de género, anticoncepción y embarazo, así como sobre la importancia del consentimiento, las relaciones saludables y la violencia sexual.