El incidente ambiental en EE. UU. que quedó en segundo plano a causa de los ovnis
Justo cuando se estaba desatando el revuelo por el globo chino que sobrevoló Estados Unidos y previo a que el país derribara unos objetos voladores no identificados, un tren, que transportaba sustancias tóxicas, se descarriló entre Ohio y Pensilvania. En medio de ello, un periodista fue encarcelado y los residentes de la zona, que fueron evacuados, pero ya recibieron autorización para volver a sus casas, han reportado la muerte de animales y algunos malestares.
Un tren de 150 vagones viajaba entre Ohio y Pensilvania a principios de febrero, pero un accidente en su trayecto, desde Madison (Illinois) hasta Conway (Pensilvania), desencadenó un incidente medioambiental, que dejó más preguntas que respuestas. Al salirse de la vía, 50 vagones quedaron destruidos y otros quedaron reducidos a nada, a causa de un incendio. El problema es que varios de ellos transportaban sustancias tóxicas, como el cloruro de vinilo, que se usa como precursor del plástico y es altamente inflamable. Las autoridades llevaron a cabo una liberación controlada de gases tóxicos para neutralizar la carga que estaba en llamas dentro de algunos de los vagones. Aunque las personas cerca del perímetro del accidente fueron evacuadas, a los residentes de la zona les dijeron que podían regresar a sus casas, en medio de una fuerte incertidumbre.
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Un tren de 150 vagones viajaba entre Ohio y Pensilvania a principios de febrero, pero un accidente en su trayecto, desde Madison (Illinois) hasta Conway (Pensilvania), desencadenó un incidente medioambiental, que dejó más preguntas que respuestas. Al salirse de la vía, 50 vagones quedaron destruidos y otros quedaron reducidos a nada, a causa de un incendio. El problema es que varios de ellos transportaban sustancias tóxicas, como el cloruro de vinilo, que se usa como precursor del plástico y es altamente inflamable. Las autoridades llevaron a cabo una liberación controlada de gases tóxicos para neutralizar la carga que estaba en llamas dentro de algunos de los vagones. Aunque las personas cerca del perímetro del accidente fueron evacuadas, a los residentes de la zona les dijeron que podían regresar a sus casas, en medio de una fuerte incertidumbre.
El epicentro del incidente fue East Palestine, Ohio, un pueblo de unos 4.700 habitantes, a unas 50 millas al noroeste de Pittsburgh. Una espesa nube de humo, provocada por el incendio que ocurrió tras el descarrilamiento, le avisó a la población que algo estaba pasando. La orden que recibieron fue la de evacuar, y así lo hicieron todos los que viven alrededor de los límites entre los dos estados. El 8 de febrero, cinco días después del accidente, recibieron luz verde para regresar.
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“Las muestras de calidad del aire en el área de los restos y en los vecindarios residenciales cercanos han mostrado consistentemente lecturas en puntos por debajo de los niveles de detección de seguridad para contaminantes preocupantes. Con base en esta información, los funcionarios de salud estatales y locales determinaron que ahora es seguro que los miembros de la comunidad regresen a sus residencias”, se lee en un comunicado emitido por el Gobierno de Pensilvania.
Hasta el momento, no ha habido informes de lesiones o muertes por el descarrilamiento, pero, según se lee en “The New York Times”, algunos residentes se han quejado de dolores de cabeza y de malestar. Una demanda federal presentada por dos residentes de Pensilvania busca obligar a la empresa ferroviaria Norfolk Southern a establecer un control de salud para los residentes en ambos estados y a pagar la atención relacionada para aquellos que se encuentren en un radio de 30 millas, informó “The Associated Press”. Entretanto, y a través de las redes sociales y unos noticieros, los residentes han informado de la muerte de peces y de ranas en arroyos locales. Otros han hablado sobre el olor a químicos que circula por la zona.
En un informe del 10 de febrero, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) dijo que unos 20 vagones del tren transportaban materiales peligrosos. Se sabe que los productos químicos, incluidos el cloruro de vinilo, el acrilato de butilo, el acrilato de etilhexilo y el éter monobutílico de etilenglicol, continuaban siendo liberados al aire, la superficie del suelo y las aguas superficiales para entonces.
Dos días después, tras monitorear el aire, la entidad agregó que no había detectado contaminantes en “niveles de preocupación” en East Palestine y sus alrededores. Hasta el 13 de febrero, y en compañía de Norfolk Southern y la Agencia de Manejo de Emergencias del Condado de Columbiana, la EPA analizó el aire dentro de unas 290 casas y concluyó que no había detectado cloruro de vinilo o cloruro de hidrógeno, que pueden causar problemas respiratorios potencialmente mortales. Para entonces, 180 viviendas estaban a la espera de ser evaluadas.
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Uno de los afectados por el accidente fue Ben Ratner, un hombre de 37 años, que, junto a su familia, se inscribió para ser un extra en el rodaje de la película “White Noise”. En una escena del filme, sale en medio de un trancón, entre una fila de carros, cuando las personas intentan evacuar, pues un tren de carga se estrella con un camión cisterna, provocando una explosión que libera toxinas peligrosas. La película está inspirada en una novela de Don DeLillo, publicada en 1985, poco después de un desastre químico en Bhopal, India, que mató a más de 25.000 personas, contando las víctimas de las primera horas y aquellas de los años posteriores. La empresa norteamericana Union Carbide sólo estimó 3.800.
“La primera mitad de la película es casi exactamente lo que está pasando aquí”, le comentó Ratner a “CNN”, cuatro días después de su evacuación. “Todo el mundo ha estado hablando de eso. De hecho, hice un meme en el que superpuse mi cara en el póster y se lo envié a mis amigos”. La noche del incidente, Ratner estaba viendo el partido de baloncesto de su hija en la escuela secundaria local. Por la noche, escuchó sirenas, pero, como le dijo al canal estadounidense, “no estábamos seguros exactamente de cuál era el peligro”. A la mañana siguiente, el caos ya era evidente: “Hubo mucha conmoción, helicópteros y gente saliendo de la ciudad, y fue un poco intenso”.
El accidente ocurrió en momentos en los que Joe Biden se preparaba para dar el discurso del Estado de la Unión, lo que coincidió con que un globo chino sobrevoló territorio estadounidense y con que los republicanos lo criticaron por demorarse en derribarlo. También tomó lugar días antes de que Estados Unidos derribara unos objetos voladores no identificados, incluido uno en coordinación con Canadá. Pero lo que todavía genera ruido es el encarcelamiento de un periodista, que estaba cubriendo una conferencia de prensa sobre el descarrilamiento del tren en Ohio.
El reportero Evan Lambert, que trabaja para el canal “NewsNation”, fue acusado de alteración del orden público y allanamiento de morada, según el teniente Seth Fraser de la cárcel del condado de Columbiana, en Ohio. “Ningún periodista espera ser arrestado cuando está haciendo su trabajo”, dijo Lambert a “NewsNation”, señalando que no podía hablar en detalle sobre lo sucedido porque los cargos aún estaban pendientes. Esto generó reacciones de rechazo entre sus colegas. Por ejemplo, Mike Viqueira, jefe de la oficina de Washington para “NewsNation”, comentó: “Estoy furioso, estoy indignado, no creo que esto deba suceder en ningún lugar de Estados Unidos. Me sorprende que las fuerzas del orden desprecien tanto el derecho de la prensa a informar sobre las actividades, comentarios y políticas de los funcionarios públicos, especialmente en una crisis”.
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