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En su visita a Canadá, el papa Francisco se disculpó por el papel de la iglesia católica en la gestión de internados donde los niños indígenas fueron abusados sexual y físicamente, donde además murieron varios de ellos. Este gesto del sumo pontífice responde a una serie de críticas de los sobrevivientes de las escuelas residenciales administradas por la iglesia que se convirtieron en centros de abuso, asimilación forzada, devastación cultural y muerte.
“Humildemente, pido perdón por el mal cometido por tantos cristianos contra los pueblos indígenas”, dijo Francisco frente a una gran multitud de indígenas, algunos con vestidos y tocados tradicionales, en Maskwacis (Alberta), el sitio de una antigua escuela residencial. El papa se disculpó en un círculo pow wow, un anillo cubierto que rodea un espacio abierto utilizado para círculos tradicionales de baile y percusión. A su alrededor había tipis, fogatas y cabinas etiquetadas como “Salud mental y apoyo cultural”.
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En su discurso, el máximo jerarca de la iglesia dijo que estaba “profundamente arrepentido” por las formas en las que “muchos cristianos apoyaron la mentalidad colonizadora de los poderes que oprimían a los pueblos indígenas”. “Lo siento”, continuó entre aplausos. “Pido perdón, en particular, por la forma en que muchos miembros de la iglesia y de las comunidades religiosas cooperaron, sobre todo a través de su indiferencia, en los proyectos de destrucción cultural y de asimilación forzosa promovidos por los gobiernos de la época, que culminaron en el sistema de escuelas residenciales”.
Francisco dijo que era “correcto recordar” en el lugar de tales traumas, incluso a riesgo de abrir viejas heridas. “Es necesario recordar cómo las políticas de asimilación y emancipación, que incluyeron también el sistema de escuelas residenciales, fueron devastadoras para la gente de estas tierras”, dijo, y agregó: “les agradezco que me hagan apreciar esto”. Además, el máximo jerarca llamó a los abusos, a menudo cometidos con celo misionero, un “error desastroso” que erosionó al pueblo, su cultura y valores.
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