El escándalo en “The Washington Post” que salpica a altos mandos
El Washington Post, propiedad del fundador de Amazon, Jeff Bezos, ha estado en crisis desde el nombramiento el año pasado de un nuevo director ejecutivo, Will Lewis. En vez de cambiar y mejorar la estrategia del periódico, su llegada ha provocado una renovada atención sobre escándalos.
El periodista británico Robert Winnett, el que iba a ser el director del diario The Washington Post, no alcanzó a ocupar su nuevo cargo cuando tuvo que pasar su carta de renuncia tras ser denunciado por falta de ética. Fue el mismo Post que, consultando otros medios, concluyó que Winnett habría robado información cuando trabajaba en la redacción del medio británico The Sunday Times en la década del 2000.
“Lamento comunicarles que Robert Winnett ha renunciado al puesto de director de The Washington Post”, informó Will Lewis, director ejecutivo del Post y excolega de Winnett durante sus años en el Daily Telegraph. Lewis también se vio envuelto en este y otros escándalos.
El 16 de junio, el Post publicó un informe de casi 3.000 palabras en el que detallaba los vínculos de Winnett con John Ford, que ha admitido haber utilizado métodos irregulares para conseguir historias exclusivas. En gran medida, la investigación se basa en una entrevista de Ford al diario británico The Guardian en 2018, en la que este detallaba un modus operandi ilegítimo para conseguir historias exclusivas a Winnett sobre la adquisición del equipo Leeds United, las finanzas de Tony Blair o la lista de clientes para un nuevo modelo de Mercedes-Benz.
“Ford se ha descrito a sí mismo como un ladrón común que era un maestro de la mímica y ponía acentos para convencer a los bancos de que entregaran información. A pesar de que este tipo de blasfemia va en contra de la ley, a menudo puede justificarse legalmente si existe un interés público en la información que se revela”, detalló The Guardian.
Según el Post, cuando Ford fue arrestado, acudió a su antiguo colega Winnett en busca de ayuda. El periodista supuestamente ayudó a encontrarle un abogado, obtuvo un teléfono imposible de rastrear para futuras comunicaciones “y le aseguró a Ford que sus esfuerzos clandestinos nunca saldrían a la luz”.
El Washington Post, propiedad del fundador de Amazon, Jeff Bezos, ha estado en crisis desde el nombramiento el año pasado de un nuevo director ejecutivo, Will Lewis.
A Lewis, exeditor del Daily Telegraph y excompañero de Winnett, se le recomendó la tarea de cambiar la estrategia del periódico y mejorar su posición financiera después de años de fuertes pérdidas. Sin embargo, su llegada ha provocado una renovada atención sobre sus vínculos pasados con el escándalo de escuchas telefónicas de News UK.
En las últimas semanas, Lewis ha sido acusado de tratar de eliminar las historias de su medio sobre sus vínculos con las escuchas telefónicas, lo que contribuyó a la salida de la exeditora Sally Buzbee.
En reemplazo de Buzbee, Lewis fue quien sugirió a Winnett para ser el nuevo director de la sala de redacción del medio estadounidense.
Según Vanity Fair, Lewis dijo recientemente a los periodistas del medio: “Estamos perdiendo grandes cantidades de dinero. Su audiencia se ha reducido a la mitad en los últimos años. La gente no está leyendo tus cosas. Ya no puedo endulzarlo. Así que he tenido que tomar medidas decisivas y urgentes para ponernos en un camino diferente, buscando el talento con el que he trabajado que sea lo mejor de lo mejor”.
Según contó The Guardian, el dúo trabajó junto en el escándalo de gastos de los parlamentarios de 2009, que dominó las noticias durante semanas después de que el Telegraph pagara 110.000 libras esterlinas por un disco robado con datos de gastos de los políticos. La decisión de pagar por la información ha creado controversias en Estados Unidos, donde comprar historias va en contra de las normas periodísticas.
Por ahora, Winnett seguirá trabajando en el Daily Telegraph.
“Me complace informar que Rob Winnett ha decidido quedarse con nosotros”, escribió el director del Telegraph, Chris Evans, en un memorando al personal. “Como todos saben, es un tipo talentoso y su pérdida es nuestra ganancia”, añade el texto.
📧 📬🎥 El próximo mes tendremos al aire En foco, el newsletter de la sección de video de El Espectador. En este espacio podrán encontrar el resumen de todos nuestros contenidos multimedia: documentales, entrevistas, pódcasts y formatos como La Pulla, El Meollo, Claroscuro, entre otros. Si desea suscribirse, puede ingresar a este enlace y dejarnos sus datos.
📧 📬 🌍 Semana a semana tendremos un resumen de las noticias que nos harán sentir que No es el fin del mundo. Si desea inscribirse y recibir todos los lunes nuestro newsletter, puede hacerlo en el siguiente enlace.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
Si le interesan los temas internacionales, quiere opinar sobre nuestro contenido o recibir más información, escríbanos al correo mmedina@elespectador.com o aosorio@elespectador.com
El periodista británico Robert Winnett, el que iba a ser el director del diario The Washington Post, no alcanzó a ocupar su nuevo cargo cuando tuvo que pasar su carta de renuncia tras ser denunciado por falta de ética. Fue el mismo Post que, consultando otros medios, concluyó que Winnett habría robado información cuando trabajaba en la redacción del medio británico The Sunday Times en la década del 2000.
“Lamento comunicarles que Robert Winnett ha renunciado al puesto de director de The Washington Post”, informó Will Lewis, director ejecutivo del Post y excolega de Winnett durante sus años en el Daily Telegraph. Lewis también se vio envuelto en este y otros escándalos.
El 16 de junio, el Post publicó un informe de casi 3.000 palabras en el que detallaba los vínculos de Winnett con John Ford, que ha admitido haber utilizado métodos irregulares para conseguir historias exclusivas. En gran medida, la investigación se basa en una entrevista de Ford al diario británico The Guardian en 2018, en la que este detallaba un modus operandi ilegítimo para conseguir historias exclusivas a Winnett sobre la adquisición del equipo Leeds United, las finanzas de Tony Blair o la lista de clientes para un nuevo modelo de Mercedes-Benz.
“Ford se ha descrito a sí mismo como un ladrón común que era un maestro de la mímica y ponía acentos para convencer a los bancos de que entregaran información. A pesar de que este tipo de blasfemia va en contra de la ley, a menudo puede justificarse legalmente si existe un interés público en la información que se revela”, detalló The Guardian.
Según el Post, cuando Ford fue arrestado, acudió a su antiguo colega Winnett en busca de ayuda. El periodista supuestamente ayudó a encontrarle un abogado, obtuvo un teléfono imposible de rastrear para futuras comunicaciones “y le aseguró a Ford que sus esfuerzos clandestinos nunca saldrían a la luz”.
El Washington Post, propiedad del fundador de Amazon, Jeff Bezos, ha estado en crisis desde el nombramiento el año pasado de un nuevo director ejecutivo, Will Lewis.
A Lewis, exeditor del Daily Telegraph y excompañero de Winnett, se le recomendó la tarea de cambiar la estrategia del periódico y mejorar su posición financiera después de años de fuertes pérdidas. Sin embargo, su llegada ha provocado una renovada atención sobre sus vínculos pasados con el escándalo de escuchas telefónicas de News UK.
En las últimas semanas, Lewis ha sido acusado de tratar de eliminar las historias de su medio sobre sus vínculos con las escuchas telefónicas, lo que contribuyó a la salida de la exeditora Sally Buzbee.
En reemplazo de Buzbee, Lewis fue quien sugirió a Winnett para ser el nuevo director de la sala de redacción del medio estadounidense.
Según Vanity Fair, Lewis dijo recientemente a los periodistas del medio: “Estamos perdiendo grandes cantidades de dinero. Su audiencia se ha reducido a la mitad en los últimos años. La gente no está leyendo tus cosas. Ya no puedo endulzarlo. Así que he tenido que tomar medidas decisivas y urgentes para ponernos en un camino diferente, buscando el talento con el que he trabajado que sea lo mejor de lo mejor”.
Según contó The Guardian, el dúo trabajó junto en el escándalo de gastos de los parlamentarios de 2009, que dominó las noticias durante semanas después de que el Telegraph pagara 110.000 libras esterlinas por un disco robado con datos de gastos de los políticos. La decisión de pagar por la información ha creado controversias en Estados Unidos, donde comprar historias va en contra de las normas periodísticas.
Por ahora, Winnett seguirá trabajando en el Daily Telegraph.
“Me complace informar que Rob Winnett ha decidido quedarse con nosotros”, escribió el director del Telegraph, Chris Evans, en un memorando al personal. “Como todos saben, es un tipo talentoso y su pérdida es nuestra ganancia”, añade el texto.
📧 📬🎥 El próximo mes tendremos al aire En foco, el newsletter de la sección de video de El Espectador. En este espacio podrán encontrar el resumen de todos nuestros contenidos multimedia: documentales, entrevistas, pódcasts y formatos como La Pulla, El Meollo, Claroscuro, entre otros. Si desea suscribirse, puede ingresar a este enlace y dejarnos sus datos.
📧 📬 🌍 Semana a semana tendremos un resumen de las noticias que nos harán sentir que No es el fin del mundo. Si desea inscribirse y recibir todos los lunes nuestro newsletter, puede hacerlo en el siguiente enlace.
👀🌎📄 ¿Ya se enteró de las últimas noticias en el mundo? Invitamos a verlas en El Espectador.
Si le interesan los temas internacionales, quiere opinar sobre nuestro contenido o recibir más información, escríbanos al correo mmedina@elespectador.com o aosorio@elespectador.com