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A partir de hoy, las fuerzas navales estadounidenses tendrán un comando de alto nivel dedicado específicamente a supervisar a América Latina y el Caribe. Se trata de la Cuarta Flota de la Marina de Estados Unidos, una unidad que se disolvió hace 60 años justo después de surcar las aguas del Mar Caribe y del Atlántico Sur cazando submarinos alemanes durante la Segunda Guerra Mundial.
La Flota, compuesta por modernos buques, submarinos y hasta un nuevo portaaviones nuclear, tendrá su base en la ciudad de Mayport, en el estado de Florida, y responderá a su vez al Comando Sur de Estados Unidos, ubicado en la ciudad de Miami, el cual dirige a todas las fuerzas militares de ese país en la región.
La reactivación de esta unidad militar alborotó los ánimos en la región. Aunque analistas aseguran que la medida sólo tiene un significado simbólico, otros expertos advierten que tiene una clara misión: neutralizar las amenazas contra Washington que se alzan en Latinoamérica.
Así lo entendió el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien ayer aseguró que está listo para responder a cualquier intento desestabilizador de Estados Unidos. “Nos amenazan con la Cuarta Flota. ¡No les tenemos miedo, esta patria es libre, Venezuela es libre y más nunca será colonia ni gringa ni de nadie!”, aseguró. Fidel Castro, ex líder cubano, afirmó que el regreso de la IV Flota era un “claro mensaje de guerra”.
Malcolm Seronal, analista de la Universidad de Miami, explica que la Flota no tiene ningún alcance militar. “La idea no es intimidar a Hugo Chávez o respaldar a Álvaro Uribe. Lo que se busca es tener más presencia contra la droga y el terrorismo”.
Qué busca la IV Flota
Sin embargo, el diario Jacksonville Business Journal de Florida publicó recientemente un artículo en el que asegura que las razones que adujo la Marina para solicitar al Congreso la reactivación de esta poderosa flota son: la “creciente fortaleza económica” de Brasil, el creciente movimiento comercial en el Canal de Panamá, la “edad” del líder cubano Fidel Castro y la “beligerancia” de Venezuela.
“Es una forma de recordarles a sus posibles antagonistas que los Estados Unidos son líderes en la región y que tienen el poderío naval, el poderío político y económico”, dijo Félix Martín, profesor de relaciones internacionales de la Universidad Internacional de la Florida. “Y al mismo tiempo es una forma de asegurarle a sus amigos, como el señor presidente colombiano Álvaro Uribe, que ellos no están solos en la región”.
Esta flota tendrá bajo su supervisión a más de 30 países y se enfocará en aguas de Centro y Suramérica, el Mar Caribe, sus 12 islas y territorios europeos de ultramar, el Golfo de México y una porción del Océano Atlántico.
La Armada estadounidense asegura que no aumentará la cantidad de militares desplegados en América Latina y el Caribe, y, si bien admite que existen preocupaciones de que Chávez pueda desestabilizar la región con la compra de armamentos, rechaza de plano cualquier relación entre el restablecimiento de la flota y esos temores.
Las dudas sobre la IV Flota surgieron por la fecha en que fue anunciado su regreso. La reactivación fue anunciada en mayo, pocas semanas después de que Venezuela, Ecuador y Colombia protagonizaran un incidente diplomático que mantuvo alerta a toda la región, tras un bombardeo de las Fuerzas Armadas colombianas contra un campamento de la guerrilla colombiana Farc en territorio ecuatoriano.
Carrera armamentista
Varios países de la región —entre ellos Venezuela, Brasil, Colombia y Ecuador—, por otra parte, han incrementado sus gastos militares. Venezuela, por ejemplo, aumentó de manera considerable la compra de armas: de los 71 millones de dólares desembolsados con ese fin entre el 2002 y 2004, pasó a 4.000 millones de dólares en el período 2005-2007, según el Consejo de Relaciones Exteriores, que tiene su base en EE.UU.
El capitán de corbeta Pat Paterson explicó a la prensa que el restablecimiento de la Cuarta Flota equiparará los recursos y el personal naval de la región con los de otras flotas ya existentes, como por ejemplo la Quinta, emplazada en el Golfo Pérsico, y la Sexta, que está en el Mar Mediterráneo.
Aunque rechazó la idea de que el restablecimiento sea una medida para contrarrestar a Chávez, admitió que “existe preocupación de que un líder como el presidente venezolano pueda revertir el gran progreso que su país ha efectuado hacia los principios democráticos y las instituciones”.
La flota no tendrá control operativo de barcos en su base de Mayport ya que las embarcaciones seguirán bajo control de la Segunda Flota, que se encuentra en Norfolk, en el estado de Virginia, de acuerdo con la Marina estadounidense. Los barcos viajarán a Latinoamérica desde las bases de Norfolk o San Diego y estarán bajo la responsabilidad del comando de la Cuarta Flota mientras dure su misión.
El comunicado oficial del Pentágono argumenta que la reactivación de la Cuarta Flota “servirá para demostrar el compromiso de Estados Unidos con sus socios regionales”, entre los que se destaca Colombia en su lucha contra el narcotráfico y las Farc.
Funciones de la IV Flota
Estados Unidos creó la Cuarta Flota Naval en marzo de 1943 para cubrir las aguas del Mar Caribe y del Atlántico Sur. En esta reaparición, se unirá a otras divisiones de la Armada estadounidense que también tienen asignado un ámbito geográfico específico. Por ejemplo, la Séptima Flota patrulla las aguas del este de Asia, mientras que la Sexta Flota está ubicada en el Mediterráneo. Hasta este año, la Segunda Flota tenía responsabilidades sobre América Latina.
Al frente de la Cuarta Flota estará el Contraalmirante Joseph Kernan, quien hasta el momento se venía desempeñando como Jefe del Comando de Operaciones Militares Especiales.