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El alivio sobre los préstamos estudiantiles que decretó el gobierno le dio un gran golpe de popularidad al presidente estadounidense, Joe Biden. Esta era una de las principales promesas de la campaña del demócrata y un punto clave en la agenda para los electores más jóvenes. Aunque positivo, esta victoria no movilizará tantos votos en las próximas elecciones de medio término como otro asunto clave para los liberales: el aborto.
“No quiere decir que otros temas no sean importantes, pero cuando te han quitado un derecho constitucionalmente protegido durante tantas décadas, eso impacta a tanta gente en este país que tiene que ser la prioridad número uno”, le dijo Dakota Hall, directora ejecutiva del Alliance for Youth Action, a la NPR.
Las organizaciones políticas y los donantes están enfocados en atraer el voto de los jóvenes en las próximas elecciones, en las que el Partido Demócrata se juega el poder en las dos cámaras del Congreso. De momento, los demócratas tienen la mayoría en la Cámara con 221 escaños frente a los 212 de los republicanos. En el Senado, los demócratas tienen una ventaja aún más ligera, pues sumados los dos escaños de los independientes tienen los mismos 50 votos que los republicanos, aunque rompen el empate con el voto especial de la vicepresidenta, Kamala Harris.
Biden, que reconoce la importancia del acceso al aborto para los votantes, dijo el martes que “el primer proyecto de ley que enviaré al Congreso será codificar Roe v. Wade”, refiriéndose al histórico fallo de la Corte Suprema que hace medio siglo legalizó el aborto en todo el país, y que en junio pasado fue anulado por el mismo tribunal. Con esto quiso decir que el aborto será una prioridad y que espera legalizarlo cuando su partido tenga una mayoría fuerte en el Congreso. Pero muchos lectores se preguntan: ¿por qué no puede hacer el cambio ya? De todas maneras, los demócratas ostentan la mayoría en este momento, y pueden perderla pronto.
La razón es simple: para que avance un proyecto de ley con el que se consagre el acceso al aborto en todo el país, los demócratas necesitan romper con el llamado filibuster, un procedimiento con el que los miembros del Legislativo prolongan el debate sobre una legislación para evitar que sea aprobado.
Para romper con este obstruccionismo es necesario que el Senado apruebe una excepción a las reglas del “filibusterismo” o acabar con ese mecanismo de una buena vez. La actual mayoría demócrata podría forzar el cambio, el problema para Biden es que no todos sus senadores están de acuerdo con acabar con el “filibuster” o con el acceso el aborto. Hablamos de dos casos puntales: los senadores Joe Manchin y Kyrsten Sinema se han opuesto en repetidas ocasiones a la reforma. Así que, aunque los demócratas cuentan con la mayoría sobre el papel, no lo hacen en la práctica. Sin estos dos votos, una reforma es imposible.
Es por eso que Biden no promete priorizar el acceso al aborto si los demócratas ganan la mayoría, puesto que ya la tienen, sino que impulsará un gran proyecto de ley sobre el aborto si su partido fortalece su mayoría. Es decir, si candidatos demócratas con una postura más favorable al aborto llegan al Congreso a reforzar la delicada mayoría demócrata.
¿Es eso posible?
Las encuestas dicen que hay una muy ligera posibilidad de que los demócratas conserven la mayoría en el Senado. Pero, de nuevo, el asunto no está en conservar la mayoría, sino fortalecerla.
Según el modelo de FiveThirtyEight, los demócratas tienen un 80 % de posibilidades de obtener entre 47 y 53 escaños, tres más de los que tienen. Esto abre la posibilidad a la llegada de por lo menos dos demócratas liberales pro-aborto que estén a favor de romper el filibuster y aprobar un proyecto de ley que consagre el acceso al aborto en todo el país.
En las próximas elecciones de medio término hay 35 escaños en juego en el Senado. Se espera que los republicanos conserven sus escaños en los estados más conservadores, como Alabama, y que los demócratas hagan lo mismo en los estados liberales como California y Nueva York, también en juego.
Esto nos deja con un pequeñísimo puñado de escaños un poco más abiertos. Acá están los estados a los que hay que prestarle mayor atención en la carrera por el control del Senado. Recordemos la meta de los demócratas: aumentar sus escaños para abandonar la dependencia de sus senadores más conservadores (Machin y Sinema).
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Pensilvania, republicano en la actualidad 🔴
La carrera entre el republicano Mehmet Oz, personalidad de televisión, y el demócrata John Fetterman 🔵, vicegobernador del estado, está abierta. Ninguno tiene experiencia en la política tradicional. Buscan el escaño del retirado senador republicano Pat Toomey 🔴. Es la campaña más seguida del año.
Georgia, demócrata en la actualidad 🔵
El demócrata Raphael Warnock 🔵, predicador y actual senador en funciones, ganó su escaño en 2020 en las elecciones especiales que se celebraron en el estado para reemplazar al senador Johnny Isakson, quien renunció en diciembre de 2019. Se enfrentó a la republicana Kelly Loeffler.
Como estas se trataron de unas elecciones especiales para reemplazar a Isakson, las elecciones para el periodo completo de este escaño quedaron programadas para este año. Warnock deberá enfrentarse a Herschel Walker 🔴, ex jugador de fútbol americano, quien recibió el apoyo de Donald Trump y carga con varios escándalos encima. Walker, opositor al aborto, fue recientemente acusado de pagar el aborto de una exnovia en 2009. Aunque el margen es estrecho, las encuestas son favorables para Warnock.
Arizona, demócrata en la actualidad 🔵
Este es un caso similar al de Georgia. En 2020, el astronauta Mark Kelly 🔵 ganó las elecciones especiales de Arizona para terminar el mandato del difunto senador John McCain. Ahora, el demócrata buscar conservar su escaño en una apretada competencia con el empresario republicano Blake Masters 🔴, quien puso la migración en el centro del debate. Kelly lleva la ventaja por un leve margen. Los demócratas no pueden darse el lujo de perder este estado o Georgia.
Wisconsin, republicano en la actualidad 🔴
Este es otro de los estados en los que Joe Biden logró una sorpresiva victoria en las presidenciales de 2020, por menos de un punto porcentual. El demócrata Mandela Barnes 🔵, vicegobernador del estado, busca derrotar al actual senador de Wisconsin, el republicano Ron Johnson 🔴. La campaña se ha centrado sobre el crimen, los fondos para la policía y el apoyo de Johnson a la campaña contra el aborto.
Nevada, demócrata en la actualidad 🔵
Sin duda, esta es la carrera más apretada de todo el listado. La senadora demócrata, Catherine Cortez Masto 🔵, promotora del derecho a elegir, busca defender su escaño ante el exfiscal general de Nevada, Adam Laxalt 🔴, quien ha hecho campaña sobre el impacto de la inflación en este estado altamente dependiente del turismo.
Carolina del Norte, republicano en la actualidad 🔴
La jubilación del senador republicano Richard Burr dejó abierta la carrera por su sucesor en el estado de Carolina del Norte, donde Donald Trump logró una muy estrecha victoria en 2020. Del lado demócrata aparece Cheri Beaslet 🔵, ex jueza superior del estado, se enfrenta al representante Ted Budd 🔴, quien votó contra la certificación de los resultados electorales de 2020 y es un promotor de la campaña contra el aborto.
Ohio, republicano en la actualidad 🔴
Este es un estado que ha visto una tendencia republicana en los últimos años. Sin embargo, el retiro del senador Robert Portman le permitió a los demócratas soñar con alcanzar una victoria en esta carrera. Tim Ryan 🔵, quien se postuló para presidente por el Partido Demócrata, compite contra el empresario y autor de libros de emprendimiento JD Vance 🔴, quien ha sido promotor de la “teoría del gran reemplazo”, una teoría de conspiración que dice que los demócratas estaban buscando “reemplazar” a los votantes del estado por otros más liberales.
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