Fotografía de ataúdes vacíos mientras forman una fila junto a los familiares y pobladores autoconvocados a la espera de la entrega de los cuerpos de los fallecidos en los exteriores del Hospital Carlos Monje Medrano en Juliaca (Perú).
Foto: EFE - Stringer
Puno es hoy un infierno. Este departamento sureño del Perú, con indicadores sociales históricamente lamentables, es el más sacudido por las protestas que estallaron tras el intento de golpe del expresidente Pedro Castillo, su posterior destitución y su detención. Solo el lunes murieron 17 personas, que se sumaron a la lista de 45 fallecidos en esta ola de manifestaciones en todo el país. El gobierno de Dina Boluarte, cabe resaltar, lleva apenas 35 días. Más muertos que días de gobierno.
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