Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
En una votación histórica, y con una participación electoral incluso superior a la de algunos comicios presidenciales, los chilenos decidieron dejar atrás la Constitución heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.
También le puede interesar: La herencia más polémica de la dictadura de Augusto Pinochet
Los resultados fueron contundentes: con el 93,7 % de las mesas escrutadas, el “apruebo” llegó al 78,2 %. Los chilenos optaron por una nueva Carta Magna que será escrita desde ceros por una Convención Constitucional integrada por 155 miembros los cuales serán 100 % electos por la ciudadanía el 11 de abril de 2021; misma fecha donde serán las elecciones de alcaldes, concejales y gobernadores regionales.
“Hasta ahora, la Constitución nos ha dividido. Y a partir de hoy todos debemos colaborar para que la nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro, y que se constituya en la casa de todos y en la ley fundamental de la república respetada y legitimada por todos los chilenos”, dijo el presidente Sebastián Piñera minutos antes de que se conocieran los resultados finales.
También le puede interesar: La constitución de Augusto Pinochet que muchos chilenos quieren acabar
El resultado, de acuerdo con las encuestas estaba cantado: la última encuesta reveló que un 76 % de los chilenos iría a las urnas (a pesar del COVID-19) y el 61 % votaría por el cambio. De hecho, fue tal la confianza de los chilenos en este plebiscito, que antes de conocer los resultados —sólo con el 30 % de las mesas escrutadas— miles de personas salieron a celebrar el triunfo del “apruebo”.
Y es que fue precisamente la ciudadanía la que ejerció presión en el Gobierno de Sebastián Piñera para cambiar la Carta Magna. El 18 de octubre de 2019 se desencadenaron en el país las protestas más grandes de las últimas décadas, que estallaron por el aumento del precio del pasaje de metro. Luego se convirtieron en un reclamo por la educación, las pensiones y la salud.
El 25 de octubre del año pasado más de 1,2 millones de personas se reunieron en torno a la Plaza Italia, en una demostración de la profundidad y amplitud del descontento social acumulado en décadas en un país considerado un modelo de crecimiento económico y estabilidad en América Latina. Pocos días después de las manifestaciones, Piñera accedió y convocó un referendo para este domingo 25 de octubre en el que Chile decidió dejar atrás el legado de Pinochet.
Las caravanas de autos haciendo sonar sus bocinas colapsaron rápidamente la avenida Alameda, la principal arteria de Santiago, en camino a unirse a los miles que ya celebraban en la plaza Italia. En varias esquinas, personas con banderas chilenas, luces y pancartas festejaban el abultado triunfo.
“Hoy empieza algo nuevo; capaz no es todo rápido pero todo lo que hemos sufrido este año y los años que ha costado sacarse de encima las injusticias que se armaron en dictadura. Todo lo que se haga de ahora en adelante será histórico”, afirmó Orietta Herraz quien votó por primera vez en su vida en este plebiscito.
¿Qué significa este #Plebiscito2020 para las personas que vivieron la dictadura de Pinochet en Chile?
— Distintas Latitudes (@DLatitudes) October 26, 2020
Pequeño hilo con impresiones que ha recabado @oramas_silvia desde Plaza de la Dignidad. #RedLATAM pic.twitter.com/oyjFN5l7RN
¿Qué viene ahora para Chile?
El próximo paso será elegir a las personas que integrarán la Convención Constitucional encargada de redactar la nueva Carta Magna que se constituirá en mayo de 2021. El texto final se someterá luego a la ratificación de los chilenos en lo que se ha llamado “plebiscito de salida” que será por voto obligatorio a realizarse el segundo semestre de 2022.
Con información de Afp