En video: Protestas en Perú por crisis institucional
Pedro Castillo empezó la jornada como presidente de Perú y la terminó lejos del poder, detenido por el delito de rebelión tras un intento fallido de disolver el Congreso de su país. En las calles, cientos de manifestantes a favor y en contra de su destitución se concentraron frente al Parlamento.
El Congreso de Perú destituyó el pasado miércoles al entonces presidente Pedro Castillo por “incapacidad moral” y juramentó en su lugar a la vicepresidenta, Dina Boluarte, en medio de un bombardeo de dramáticos anuncios en el vecino país, que atraviesa una crisis institucional.
Castillo empezó la jornada como presidente y la terminó lejos del poder, bajo detención policial por el delito de rebelión tras un intento fallido de disolver el Parlamento.
Horas antes de que el Congreso debatiera su tercer intento en 16 meses para sacarlo del poder, Castillo anunció que era blanco de “un ataque sin cuartel” por parte del parlamento y anunció su disolución, un toque de queda y dijo que gobernaría por decreto.
Sin embargo, las Fuerzas Armadas y la Policía no lo apoyaron, y el Congreso ignoró su decisión y procedió a destituirlo.
La vicepresidenta Boluarte, una abogada de 60 años, fue juramentada como jefa de Estado y dijo que gobernará hasta julio de 2026, cuando estaba previsto el fin del mandato de Castillo, consagrándose como la primera mujer en presidir ese país.
Marita Barreto, coordinadora del equipo especial de fiscales contra la corrupción del poder, anunció que “hay una comisión de un hecho en flagrancia” y que Castillo “está en calidad de detenido”. El presidente caído fue trasladado a una base policial en el este de Lima desde la Prefectura, donde permanecía detenido.
En ese lugar cumple su condena a prisión el expresidente Alberto Fujimori, quien gobernó entre 1990-2000.
En simultáneo, la Fiscalía ingresó la noche del miércoles a la sede del Palacio de Gobierno y ministerios para allanar el despacho presidencial en busca de más pruebas de las investigaciones por corrupción.
El Congreso de Perú destituyó el pasado miércoles al entonces presidente Pedro Castillo por “incapacidad moral” y juramentó en su lugar a la vicepresidenta, Dina Boluarte, en medio de un bombardeo de dramáticos anuncios en el vecino país, que atraviesa una crisis institucional.
Castillo empezó la jornada como presidente y la terminó lejos del poder, bajo detención policial por el delito de rebelión tras un intento fallido de disolver el Parlamento.
Horas antes de que el Congreso debatiera su tercer intento en 16 meses para sacarlo del poder, Castillo anunció que era blanco de “un ataque sin cuartel” por parte del parlamento y anunció su disolución, un toque de queda y dijo que gobernaría por decreto.
Sin embargo, las Fuerzas Armadas y la Policía no lo apoyaron, y el Congreso ignoró su decisión y procedió a destituirlo.
La vicepresidenta Boluarte, una abogada de 60 años, fue juramentada como jefa de Estado y dijo que gobernará hasta julio de 2026, cuando estaba previsto el fin del mandato de Castillo, consagrándose como la primera mujer en presidir ese país.
Marita Barreto, coordinadora del equipo especial de fiscales contra la corrupción del poder, anunció que “hay una comisión de un hecho en flagrancia” y que Castillo “está en calidad de detenido”. El presidente caído fue trasladado a una base policial en el este de Lima desde la Prefectura, donde permanecía detenido.
En ese lugar cumple su condena a prisión el expresidente Alberto Fujimori, quien gobernó entre 1990-2000.
En simultáneo, la Fiscalía ingresó la noche del miércoles a la sede del Palacio de Gobierno y ministerios para allanar el despacho presidencial en busca de más pruebas de las investigaciones por corrupción.