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Tras Cuatros días de búsqueda sin resultados se encontró la primera posible pista sobre el paradero del submarino Titán. La Guardia Costera de Estados Unidos, que ha desplegado naves de rescate en aguas canadienses, aseguró este jueves que halló “un campo de restos” que podría ser del sumergible desaparecido desde el pasado domingo.
La búsqueda en el Atlántico Norte se ha prolongado durante días y ha reunido esfuerzos de Estados Unidos y Francia, que proveyó de submarinos y robots para intentar rescatar al submarino y los cinco tripulantes con vida.
Sin embargo, estaba previsto que el sumergible, propiedad de OceanGate, tuviera un suministro de oxígeno suficiente para que sus pasajeros respiraran durante 96 horas. No obstante, ese plazo venció en la mañana de este jueves, conduciendo la búsqueda a un “punto crítico”, según explicó Guillero Sohnlein, confundador de la empresa.
En la búsqueda se han empleados aviones que sobrevuelan el Atlántico, submarinos de la Guardia Costera y robots franceses capaces de navegar hasta la profundidad del lecho marino, donde se encuentran las ruinas del Titanic, el barco que se hundió en 1912 y dejó 1.500 personas muertas.
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A través de un trino en Twitter, la Guardia Costera explicó que analizarían los escombros encontrados y ofrecerían una rueda de prensa en la tarde de este jueves. Se espera que ofrezcan detalles sobre los hallazgos que los rescatistas recogieron a una distancia de casi 4.000 metros de profundidad.
“Los expertos del mando unificado están evaluando la información”, dijo el servicio costero en un tuit.
Los restos fueron hallados en la “zona de búsqueda de un ROV, un vehículo operado remotamente, cerca del Titanic”, aunque el servicio de guardacostas no ofreció por el momento más detalles.
The US Coast Guard announces that a debris field has been found near the Titanic, where the missing submarine is being searched for.
— Pop Base (@PopBase) June 22, 2023
The debris is now being evaluated. pic.twitter.com/YLh5TDygqc
“Seguimos viendo en casos particularmente complejos que la voluntad de vivir de las personas también debe tomarse en cuenta”, dijo al programa Today de NBC el contralmirante John Mauger, de la Guardia Costera estadounidense, poco antes del nuevo hallazgo.
Cronología de la desaparición
El barco nodriza Polar Prince, de la compañía canadiense Horizon Maritime, perdió todo contacto con el sumergible menos de dos horas después de haber iniciado una inmersión que debería haber durado unas siete horas, para visitar los restos del mítico transatlántico Titanic, que yace a casi 4.000 metros de profundidad y a 600 km de tierra firme, en Terranova.
A bordo viajaban el millonario británico Hamish Harding, presidente de la compañía Action Aviation; el paquistaní Shahzada Dawood, vicepresidente de Engro, y su hijo Suleman; el experto buceador francés Paul-Henri Nargeolet; y Stockton Rush, director general de OceanGate Expeditions, la compañía que opera el sumergible, y que cobraba 250.000 dólares por turista.
La detección de ruidos bajo el agua en la zona de búsqueda en los últimos días reavivó la esperanza de encontrar al sumergible y centró la búsqueda de barcos y aviones en una superficie de unos 20.000 km cuadrados, casi del tamaño de El Salvador.
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La ubicación de la búsqueda “vuelve excepcionalmente difícil la movilización rápida de grandes cantidades de equipamiento”, reconoció la víspera el capitán de los guardacostas Jamie Frederick.
En total, una decena de barcos, con ayuda de robots de control remoto (ROV, por sus siglas en inglés) forman parte del dispositivo internacional que participa en la búsqueda del sumergible.
Otro robot de la empresa de cartografía en aguas profundas Magellan, tenía previsto llegar desde Gran Bretaña en la tarde de este jueves para sumarse al peinado de los fondos marinos.
En los últimos días salió a la luz de un informe sobre las posibles deficiencias de seguridad de la nave.
El exdirector de operaciones marinas de OceanGate Expeditions, la empresa fabricante, David Lochridge, despedido por haber cuestionado la seguridad del Titán, mencionó en una demanda judicial el “diseño experimental y no probado” del sumergible.
Según Lochridge, un ojo de buey de la parte delantera del aparato fue concebido para resistir a la presión a 1.300 metros de profundidad, y no a 4.000 metros.
Según el profesor de ingeniería marina en el University College London, Alistair Greig, el Titán habría podido sufrir un problema eléctrico o de comunicaciones, lo que no le habría impedido subir a la superficie, o que el casco estuviera dañado, con lo que las esperanzas de encontrar a los cinco pasajeros con vida se disiparían.
Viaje “aterrador”
Tom Zaller contó su experiencia hace 23 años en una inmersión similar a la del domingo para visitar los restos del naufragio más famoso de la historia.
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“A medida que bajas más y más, se vuelve más oscuro”, y más “frío”, contó. Tras ver el vídeo que grabó de sí mismo en las profundidades marinas, vio que “estaba completamente aterrorizado”.
“Estuve en ese sumergible por doce horas con todo marchando de acuerdo al plan”, comentó, pero “no me puedo ni imaginar” lo que es estar varios días encerrado en un habitáculo donde no hay espacio para moverse, ni para ir al baño.
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