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Kamala Harris aceptó este sábado la invitación de CNN para otro debate con Donald Trump, quien poco después rechazó la idea. El encuentro, según informó la campaña de la demócrata, debía ocurrir el 23 de octubre, pocos días antes de las elecciones presidenciales, previstas para el 5 de noviembre. “Aceptaré con gusto un segundo debate presidencial”, escribió la vicepresidenta en X: “Espero que Donald Trump se una a mí”. Sin embargo, la respuesta del republicano fue otra.
Jen O’Malley Dillon, directora de campaña de Harris, escribió en un comunicado: “Él no debería tener ningún problema en aceptar. Es el mismo formato y la misma configuración que el debate de CNN al que asistió y dijo que ganó en junio, cuando elogió a los moderadores, las reglas y los índices de audiencia”. Sin embargo, en un mitin en Wilmington, Carolina del Norte, Trump respondió: “Ella ya ha participado en un debate, yo lo he hecho en dos. Es demasiado tarde para participar en otro”.
¿Quién ganó el debate presidencial entre Trump y Harris?
El encuentro entre los dos aspirantes a la Casa Blanca, que se realizó en la noche del 10 de septiembre, estuvo atravesado por varios temas: el aborto, la migración y la política exterior, en medio de los constantes reparos y las críticas que se hicieron mutuamente. Aunque el candidato republicano aseguró en una entrevista con el programa Fox and Friends que fue su mejor debate y que lo ganó “por mucho”, analistas en diferentes medios de comunicación apuntaron lo contrario: la demócrata tuvo un mejor desempeño que él, o al menos supo sacar ventaja de la actitud de su rival.
Bajo la afirmación de que el debate estuvo en su contra, se vio a la actual vicepresidenta calmada, mientras que el republicano se mostró más combativo, casi no la miraba a los ojos y no pronunció el nombre de ella a lo largo de los 90 minutos que duró la discusión moderada por ABC, algo que unos catalogaron de irrespeto. De hecho, sin pruebas, él acusó al canal de ser la “organización de noticias más deshonesta” y afirmó que el debate estaba en su contra: “Muchas cosas que dije fueron desacreditadas, totalmente desacreditadas, pero ella podía decir lo que quisiera. Mis palabras eran correctas, pero me corregían”, apuntó durante la entrevista mencionada anteriormente.
De hecho, el rol de los moderadores de ABC News, a diferencia de los de CNN, fue elogiado. Quizás fueron dos las afirmaciones centrales que se pusieron en entredicho, y ambas fueron hechas por el magnate. Una se centró en demostrar que lo dicho sobre los migrantes en Ohio, sobre que se están comiendo los perros y gatos de los vecinos, no tiene prueba alguna. David Muir, citando a un administrador de la ciudad de Springfield, dijo: “No se ha recibido ningún informe creíble de afirmaciones específicas sobre mascotas heridas o abusadas por personas dentro de la comunidad migrante”. Linsey Davis, por su parte, respondió a los alegatos del exmandatario estadounidense relacionados con que los demócratas apoyan la ejecución de bebés después de haber nacido vivos: “No hay ningún estado en el país donde sea legal matar a un bebé después de que nace”.
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