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La polémica sigue cireciendo al rededor de la extraña muerte del concejal, ocurrida el pasado lunes. El dirigente chavista respaldó las investigaciones que adelanta el Ministerio Público y la hipótesis presentada por el fiscal general, Tarek Saab, según la cual Albán se quitó la vida al saltar desde el piso 10 de los calabozos del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin).
"Da mucha tristeza que la oposición siga haciendo política con la muerte y no respete ni siquiera la decisión de una persona de quitarse su propia vida", dijo en contraposición con casi todo el antichavismo que asegura que Albán fue asesinado.
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El jefe de la ANC, un órgano integrado solo por oficialistas y no reconocido por numerosos Gobiernos, admitió que el concejal estaba bajo custodia del Estado pero, matizó, "sus acciones no son responsabilidad del Estado".
Además, dijo que los opositores son los ganadores en este caso "primero porque evitan que alguien diga cosas que tenía que decir (...) y segundo porque se arma el escándalo contra Venezuela".
Según han dicho las autoridades, Albán iba a ser llevado a tribunales el día que se quitó la vida pues estaba detenido desde el viernes acusado por el atentado fallido que sufrió el pasado agosto el jefe de Estado, Nicolás Maduro.
El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, ha denunciado que en este caso se cometió un homicidio y la posterior simulación de muerte autoinfligida.
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La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE), la Iglesia católica, partidos políticos, organizaciones de derechos humanos y varios Gobiernos han pedido al Ejecutivo de Nicolás Maduro una investigación independiente que determine responsabilidades en este caso.