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El expresidente republicano Donald Trump y el New York Post, un tabloide popular de tendencia conservadora, pueden ser los mejores aliados que tenga el Gobierno de Estados Unidos para contrarrestar el movimiento de los antivacunas y promover la vacunación en los ciudadanos que aún son reacios a esta.
Según un estudio de la Kaiser Family Foundation, el 13 % de los adultos estadounidenses no quieren una vacuna contra el COVID-19 y, en este grupo, los republicanos son los que demuestran más rechazo a la vacunación. Casi tres de cada 10 no quiere recibir una dosis. La proporción es aún mayor en las zonas rurales, donde el 35 % no quiere vacunarse.
Los expertos apuntan a que para lograr la inmunidad colectiva, Estados Unidos debe tener más del 80 % de la población adulta vacunada, y para conseguir ese objetivo es necesario que se trabaje para aliviar las preocupaciones de todas las personas y se despejen los mitos alrededor de la vacunación. Trump, que es una voz muy respetada dentro de la población que no se quiere vacunar, puede ayudar a resolver este problema.
“Nadie debe ser forzado, tenemos nuestras libertades. Pero es un verdadero salvavidas”, dijo el exmandatario.
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Con este anuncio, Trump se suma a otras figuras de la esfera política, como los expresidentes Jimmy Carter, Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama, que han promovido la vacunación y han pedido participar de esta campaña. Pero para que estas declaraciones sean realmente efectivas, el expresidente y también el New York Post necesitan dejar de difundir teorías de conspiración y noticias falsas sobre las vacunas.
El tabloide lleva semanas publicando historias sobre los efectos adversos de las inyecciones, generando pánico y confusión en la población, mientras que Trump impulsó una teoría conspirativa infundada que sugiere que Estados Unidos pausó las inyecciones de la vacuna de Johnson & Johnson para favorecer a la de Pfizer alegando que esta última compañía tenía cercanía con la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), la cual regula las autorizaciones para el uso de vacunas y tratamientos contra el coronavirus.
Estados Unidos alcanzó este viernes 31.986.375 casos confirmados y 571.109 fallecidos por esa enfermedad, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. Por otro lado, la FDA autorizó este viernes la reanudación “de inmediato” del uso de la vacuna de Janssen, filial belga de Johnson&Johnson (J&J), después de que su administración quedase prácticamente suspendida hace diez días por varios casos de trombosis en mujeres.
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