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Desde antes de llegar a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Mauricio Claver-Carone estuvo en el centro de la polémica. Su elección, que contó con el voto de varios gobiernos de la región, entre ellos Colombia, se convirtió el 11 de septiembre de 2020 en el primer presidente de la institución que no era latinoamericano. Su llegada rompió 70 años de tradición.
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Más allá de ser estadounidense y candidato del polémico Donald Trump, lo que se argumentaba era el equilibrio de poder que supone que por primera vez EE. UU., mayor accionista del BID, se hiciera con este puesto.
Hoy Claver-Carone está de nuevo en el centro de la polémica y será investigado. ¿Por qué? Según reporta la Agencia Reuters, los directores BID se reunieron para discutir las acusaciones contenidas en un correo electrónico anónimo de que Mauricio Claver-Carone mantuvo una relación íntima con una empleada.
Una de las fuentes citadas por Reuters reporta que “los directores debatieron la posibilidad de contratar una empresa externa para investigar las acusaciones y pedir a Claver-Carone que se apartara temporalmente del cargo”. Otras dos personas cercanas al caso confirmaron que los 14 directores del banco, su asesor general y su vicesecretario se reunieron para discutir las acusaciones y cómo proceder.
El correo anónimo, que llegó al consejo de administración del BID, acusó al presidente del Banco de mantener una relación con una estratega de alto nivel bajo su mando. Otra acusación es que habría usado mal los fondos y violó el código de ética del BID.
Las acusaciones salieron a la luz después de la asamblea anual del banco y justo cuando Claver-Carone está tratando de impulsar una ampliación de capital para el BID Invest, el brazo del sector privado del banco.
Se espera que los funcionarios del BID vuelvan a reunirse esta semana para discutir la empresa externa y la situación laboral de Claver-Carone, precisó una fuente.
¿Quién es Claver-Carone?
Antes de convertirse en funcionario de Donald Trump, Mauricio Claver-Carone tenía un blog. Se llamaba “Capital Hill Cubans” y desde allí criticaba cada decisión del gobierno de Barack Obama sobre Cuba; defendía con uñas y dientes el embargo y promovía una transición “incondicional” hacia la democracia en La Habana.
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Claver-Carone, el principal asesor para Latinoamérica del presidente de EE.UU., Donald Trump, quedó como único aspirante al puesto tras la retirada del argentino Gustavo Béliz, que era el único que disputaba el puesto al estadounidense de origen cubano.
Fue director ejecutivo del comité de acción política US-Cuba Democracy PAC, cuyo objetivo, según dice en su página web, era “promover una transición incondicional en Cuba a la democracia” y el mercado libre, y que cabildeaba para oponerse a leyes que pudieran “financiar la maquinaria represiva de la dictadura cubana”.
Claver-Carone hace parte de la generación de cubanoamericanos, hijos de cubanos que nacieron en Miami duros críticos de la isla. Fue profesor adjunto en las facultades de Derecho de la Universidad Católica de América y la Universidad George Washington.
Trabajó en el Departamento del Tesoro cuando George Bush era presidente; fue director ejecutivo interino de EE. UU. ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y, en noviembre de 2016, el entonces presidente electo Trump lo incluyó en el equipo encargado de organizar la transición en el Departamento del Tesoro.
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