EE. UU. acusó a tres iraníes por complot para asesinar a Trump, esto se sabe
El Departamento de Justicia estadounidense reveló los cargos en un presunto complot iraní para asesinar a Donald Trump antes de las elecciones presidenciales que ganó el republicano.
El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a tres iraníes por el presunto complot para asesinar al presidente electo, Donald Trump, antes de las elecciones presidenciales.
Según la acusación, el plan de asesinato frustrado estaba supuestamente dirigido por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés) para vengar la muerte del general iraní Qasem Suleimani, muerto en 2020 en un ataque estadounidense en Irak ordenado por el entonces presidente Trump.
“Hay pocos actores en el mundo que representen una amenaza tan grave para la seguridad nacional de Estados Unidos como lo hace Irán”, declaró el fiscal general estadounidense, Merrick Garland, quien ha detallado que entre los detenidos hay dos ciudadanos de Nueva York, que habrían sido contratados por un “agente iraní”.
Los acusados son Farhad Shakeri, de 51 años, que se cree que está en Irán, informó en un comunicado el Departamento de Justicia. También, estarían involucrados Carlisle Rivera, de 49 años, y Jonathon Loadholt, de 36, ambos de Nueva York.
Shakeri, Rivera y Loadholt han sido acusados de intento de asesinato por encargo, conspiración para cometer asesinato y blanqueo de capitales. La suma de estos tres delitos conllevaría penas de hasta 40 años de cárcel.
El Departamento de Justicia describió a Shakeri como un “activo del IRGC residente en Teherán”. Dice que emigró a Estados Unidos cuando era niño y fue deportado alrededor de 2008 después de cumplir 14 años de prisión por robo en la cárcel en Nueva York, donde conoció a sus socios, antes de ser deportado.
“El régimen le encargó dirigir una red de asociados criminales para promover las tramas de asesinato de Irán contra sus objetivos, incluido el presidente electo Donald Trump”, refiere de Shakeri el Departamento de Justicia en un comunicado.
El Departamento de Justicia asegura que Shakeri participó voluntariamente en una conversación telefónica con el FBI.
En ese diálogo, Shakeri dijo a los investigadores que un contacto en la Guardia Revolucionaria iraní le dio instrucciones en septiembre de que dejara a un lado otros trabajos que estaba realizando y montara un plan en siete días para vigilar y, en última instancia, matar a Donald Trump, según una querella criminal desvelada en un tribunal federal de Manhattan.
Shakeri aseguró a los investigadores que el funcionario le dijo que, si no podía armar un plan dentro del plazo de siete días, entonces el complot se pondría en pausa hasta después de las elecciones porque el funcionario asumió que Trump perdería y que sería más fácil matarlo entonces, dice la denuncia.
Los intentos de Irán para intervenir en las elecciones de Estados Unidos
Irán fue acusado por los servicios de inteligencia estadounidenses de querer intervenir en las elecciones presidenciales.
Según investigadores de Microsoft, hackers vinculados al gobierno de Irán intentaron ingresar a la cuenta de un “funcionario de alto rango” en la campaña del republicano en un intento para obtener inteligencia sobre las campañas políticas y atacar a los estados indecisos de Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Varios medios de comunicación estadounidenses, como Politico o The Washington Post informaron haber recibido correos electrónicos de alguien que se identificó solo como “Robert” y envió comunicaciones internas de campaña y un dossier de investigación de 271 páginas sobre el compañero de fórmula de Trump, el próximo vicepresidente, JD Vance, que fue parte de su proceso de investigación.
Hay pocas dudas, dijeron los investigadores cuando se hizo el hackeo al sistema de campaña de Trump, de que los iraníes quieren ver derrotado al republicano. Ya que como presidente (2017-2021) se retiró del acuerdo nuclear de 2015, volvió a imponer sanciones económicas a Irán y, en enero de 2020, ordenó el asesinato en Irak del general de división Qassim Suleimani, comandante de la Fuerza Quds, un ala clandestina de la Guardia Revolucionaria responsable de las operaciones en el extranjero.
“Cuatro años después, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria parece seguir decidido a vengar la muerte de Suleimani, y justo la semana pasada el Departamento de Justicia (de Estados Unidos) anunció que había acusado a un paquistaní, que había visitado recientemente Irán, de intentar contratar a un asesino a sueldo para asesinar a figuras políticas en Estados Unidos, muy probablemente incluido el señor Trump. (No hay pruebas de que Irán estuviera implicado en el atentado del 13 de julio contra la vida del Sr. Trump en Butler, Pensilvania)”, detalló NYT.
Trump utiliza sus decisiones como presidente contra Irán como una prueba de su fortaleza. Ahora, “la combinación del pirateo informático y los asesinos a sueldo que buscan a Trump y a sus antiguos ayudantes ha proporcionado al expresidente una clara ventaja, y la ha utilizado durante el fin de semana para defender que los iraníes preferirían una continuación de la administración Biden-Harris”, informó el medio estadounidense.
También, Donald Trump sufrió dos intentos de asesinato durante el período previo a las elecciones. En junio, en un mitin en Butler (Pensilvania), el exmandatario conservador fue herido de bala en una oreja y unos de sus simpatizantes murió. En septiembre, un sospechoso fue arrestado antes de llegar a disparar el rifle AK-47 con el que lo vigilaba en las inmediaciones de su club de golf en Florida.
Sus servicios de seguridad tuvieron que solicitar medidas de seguridad extra.
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El Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a tres iraníes por el presunto complot para asesinar al presidente electo, Donald Trump, antes de las elecciones presidenciales.
Según la acusación, el plan de asesinato frustrado estaba supuestamente dirigido por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés) para vengar la muerte del general iraní Qasem Suleimani, muerto en 2020 en un ataque estadounidense en Irak ordenado por el entonces presidente Trump.
“Hay pocos actores en el mundo que representen una amenaza tan grave para la seguridad nacional de Estados Unidos como lo hace Irán”, declaró el fiscal general estadounidense, Merrick Garland, quien ha detallado que entre los detenidos hay dos ciudadanos de Nueva York, que habrían sido contratados por un “agente iraní”.
Los acusados son Farhad Shakeri, de 51 años, que se cree que está en Irán, informó en un comunicado el Departamento de Justicia. También, estarían involucrados Carlisle Rivera, de 49 años, y Jonathon Loadholt, de 36, ambos de Nueva York.
Shakeri, Rivera y Loadholt han sido acusados de intento de asesinato por encargo, conspiración para cometer asesinato y blanqueo de capitales. La suma de estos tres delitos conllevaría penas de hasta 40 años de cárcel.
El Departamento de Justicia describió a Shakeri como un “activo del IRGC residente en Teherán”. Dice que emigró a Estados Unidos cuando era niño y fue deportado alrededor de 2008 después de cumplir 14 años de prisión por robo en la cárcel en Nueva York, donde conoció a sus socios, antes de ser deportado.
“El régimen le encargó dirigir una red de asociados criminales para promover las tramas de asesinato de Irán contra sus objetivos, incluido el presidente electo Donald Trump”, refiere de Shakeri el Departamento de Justicia en un comunicado.
El Departamento de Justicia asegura que Shakeri participó voluntariamente en una conversación telefónica con el FBI.
En ese diálogo, Shakeri dijo a los investigadores que un contacto en la Guardia Revolucionaria iraní le dio instrucciones en septiembre de que dejara a un lado otros trabajos que estaba realizando y montara un plan en siete días para vigilar y, en última instancia, matar a Donald Trump, según una querella criminal desvelada en un tribunal federal de Manhattan.
Shakeri aseguró a los investigadores que el funcionario le dijo que, si no podía armar un plan dentro del plazo de siete días, entonces el complot se pondría en pausa hasta después de las elecciones porque el funcionario asumió que Trump perdería y que sería más fácil matarlo entonces, dice la denuncia.
Los intentos de Irán para intervenir en las elecciones de Estados Unidos
Irán fue acusado por los servicios de inteligencia estadounidenses de querer intervenir en las elecciones presidenciales.
Según investigadores de Microsoft, hackers vinculados al gobierno de Irán intentaron ingresar a la cuenta de un “funcionario de alto rango” en la campaña del republicano en un intento para obtener inteligencia sobre las campañas políticas y atacar a los estados indecisos de Estados Unidos antes de las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Varios medios de comunicación estadounidenses, como Politico o The Washington Post informaron haber recibido correos electrónicos de alguien que se identificó solo como “Robert” y envió comunicaciones internas de campaña y un dossier de investigación de 271 páginas sobre el compañero de fórmula de Trump, el próximo vicepresidente, JD Vance, que fue parte de su proceso de investigación.
Hay pocas dudas, dijeron los investigadores cuando se hizo el hackeo al sistema de campaña de Trump, de que los iraníes quieren ver derrotado al republicano. Ya que como presidente (2017-2021) se retiró del acuerdo nuclear de 2015, volvió a imponer sanciones económicas a Irán y, en enero de 2020, ordenó el asesinato en Irak del general de división Qassim Suleimani, comandante de la Fuerza Quds, un ala clandestina de la Guardia Revolucionaria responsable de las operaciones en el extranjero.
“Cuatro años después, el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria parece seguir decidido a vengar la muerte de Suleimani, y justo la semana pasada el Departamento de Justicia (de Estados Unidos) anunció que había acusado a un paquistaní, que había visitado recientemente Irán, de intentar contratar a un asesino a sueldo para asesinar a figuras políticas en Estados Unidos, muy probablemente incluido el señor Trump. (No hay pruebas de que Irán estuviera implicado en el atentado del 13 de julio contra la vida del Sr. Trump en Butler, Pensilvania)”, detalló NYT.
Trump utiliza sus decisiones como presidente contra Irán como una prueba de su fortaleza. Ahora, “la combinación del pirateo informático y los asesinos a sueldo que buscan a Trump y a sus antiguos ayudantes ha proporcionado al expresidente una clara ventaja, y la ha utilizado durante el fin de semana para defender que los iraníes preferirían una continuación de la administración Biden-Harris”, informó el medio estadounidense.
También, Donald Trump sufrió dos intentos de asesinato durante el período previo a las elecciones. En junio, en un mitin en Butler (Pensilvania), el exmandatario conservador fue herido de bala en una oreja y unos de sus simpatizantes murió. En septiembre, un sospechoso fue arrestado antes de llegar a disparar el rifle AK-47 con el que lo vigilaba en las inmediaciones de su club de golf en Florida.
Sus servicios de seguridad tuvieron que solicitar medidas de seguridad extra.
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