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Las tensiones entre Rusia y Estados Unidos han aumentado en los últimos meses por una serie de asuntos, entre ellos la presunta injerencia del gobierno de Vladimir Putin en las pasadas elecciones generales, y la reciente concentración de tropas de Rusia en la frontera con Ucrania.
Ante esa situación, el presidente estadounidense, Joe Biden, propuso el martes a su homólogo ruso, Vladimir Putin, un encuentro en un país tercero; pero el Kremlin ya avisó este jueves que las posibles sanciones estadounidenses podrían impedir esa reunión. “Lo que se está discutiendo actualmente -probables sanciones- no va a favorecer de ningún modo tal reunión”, estimó el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov.
Las sanciones afectarán a más de 30 entidades rusas e incluirán la expulsión de más de 10 ciudadanos rusos de Estados Unidos, incluidos diplomáticos, informó el Wall Street Journal, citando a fuentes.
Los diplomáticos serán sancionados por las acusaciones, negadas por Rusia, de que Moscú ofreció pagar a militantes en Afganistán para que mataran a personal militar estadounidense, según el periódico. La orden ejecutiva también ampliará la prohibición existente de que los bancos estadounidenses negocien con deuda pública rusa.
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Washington también se dispone a acusar formalmente a la inteligencia rusa de piratear a la empresa informática SolarWinds, lo que afectó a más de 100 empresas estadounidenses y a 18.000 redes informáticas gubernamentales y privadas. Rusia negó haber realizado el ataque.
Junto con Reino Unido, Australia, Canadá y la Unión Europea, Estados Unidos también sancionará a ocho personas y entidades por la ocupación de Crimea, informó el Wall Street Journal. Las sanciones llegan en un momento difícil para las relaciones entre Estados Unidos y Rusia.
Biden y Putin hablaron por teléfono el martes y acordaron “continuar el diálogo”, después de que el presidente estadounidense describiera el mes pasado al mandatario ruso como un “asesino” que “pagaría un precio” por la intromisión en las elecciones.
La inteligencia estadounidense asegura que Putin y otros altos funcionarios “estaban al tanto y probablemente dirigían” una operación rusa para influir en el voto en las elecciones de 2020 a favor del republicano Donald Trump.
Más recientemente, un aumento de las tropas rusas en la frontera con Ucrania -donde las fuerzas de Kiev han estado luchando contra los separatistas prorrusos desde 2014- ha provocado una alarma generalizada y advertencias de la OTAN.
La organización se pronunció sobre las sanciones que se vienen contra Rusia y afirmó: “Los aliados de la OTAN apoyan y se solidarizan con Estados Unidos, tras el anuncio del 15 de abril de acciones para responder a las actividades desestabilizadoras de Rusia”, anunció la alianza militar transatlántica en un comunicado.