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En lo que transcurrió de 2022, Estados Unidos confiscó la cantidad suficiente de fentanilo para matar de sobredosis a toda su población: 330 millones de personas. Así lo dio a conocer la Administración de Control de Drogas (DEA) en un comunicado.
En el informe, que describe al fentanilo como “la amenaza más mortífera a la que se enfrenta este país”, indicó que más de 379 millones de dosis “potencialmente mortales” fueron confiscadas por la institución.
Las cifras de droga duplican lo que se confiscó durante 2021, año en el cual 107.000 personas murieron por el “abuso de sustancias”, de acuerdo con los hallazgos del Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Para las autoridades de salud pública, el fentanilo es el causante de dos tercios de todas esas muertes.
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La DEA aclaró que sus funcionarios decomisaron 10.000 libras en polvo y más de 50 millones de tabletas que simulan ser medicamentos para el dolor. A pesar de las alarmas encendidas en la administración estadounidense, el Washington Post afirma que “solo están capturando del 5 al 10 % del fentanilo que cruza la frontera sur”.
La “píldora venenosa”
Esta droga, catalogada dentro de la familia de los opioides, es de origen sintético, es decir que se procesa en laboratorios. Es capaz de ser 100 veces más potente que la morfina, analgésico que se utiliza constantemente en medicina. Incluso puede ser considerada como 50 veces más potente que la heroína.
Cabe aclarar que la DEA se refiere al fentanilo ilegal, pues en el mercado hay variaciones de esta sustancia derivada de la planta de amapola.
En el comunicado de la entidad antidrogas se lee que “la mayor parte del fentanilo traficado por los carteles de Sinaloa y Jalisco se produce en masa en fábricas secretas en México con sustancias químicas procedentes en gran parte de China”.
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La facilidad con que se distribuye y consume el fentanilo es una de las causas que más preocupan a las autoridades estadounidenses. El informe menciona que “los traficantes generalmente presionan la droga en tabletas diseñadas para parecerse a las pastillas de dolor […] también mezclan metanfetamina, cocaína y otras drogas ilegales con fentanilo para aumentar la potencia y enganchar a más clientes”.
El Washington Post incluso reportó una historia en la cual un joven de 17 años murió de sobredosis tras comprar fentanilo a través de las redes sociales.
¿Por qué es peligroso?
Si la sustancia tiene respaldo en la comunidad científica y farmacéutica, ¿por qué perjudica tanto a sus consumidores? El Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas (NIDA) ha explicado esto.
Por un lado, el instituto ha detectado que los traficantes combinan esta sustancia con otras drogas “para hacerlo más barato”. Esto quiere decir que los componentes químicos de dos sustancias diferentes entran al organismo y esto “puede aumentar el riesgo de sobredosis”.
Ante esto, la DEA informó que el 60 % de las ventas ilegales de píldoras o tabletas de fentanilo tienen dosis “potencialmente mortales” de droga.
El NIDA también aclaró los efectos físicos que esta sustancia tiene en el cuerpo, especialmente en el cerebro. El instituto explica que “el fentanilo se une a receptores opioides en el cerebro que controlan el dolor y las emociones”.
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Si bien las cifras de la DEA se actualizan a través de su portal web, es posible decir que el monto de fentanilo que circula en Estados Unidos es muy superior. El Washington Post mencionó que los hallazgos de la DEA son solo un “recuento parcial”, pues estas estadísticas “no incluyen las incautaciones de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza”.
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