Tras atentado contra Trump: ¿llamados a la unidad “de dientes para afuera”?
Poco se sabe del motivo del tirador que atentó contra el candidato republicano, Donald Trump; sin embargo, la situación pone en evidencia el riesgo de la creciente polarización que vive Estados Unidos.
Juliana Castellanos Guevara
“Los desacuerdos son inevitables. Es parte de la naturaleza humana, pero la política nunca debe ser un campo de batalla y, Dios no lo quiera, un campo de muerte”, comentó Joe Biden por el atentado contra su mayor contrincante político, el republicano Donald Trump. Sin embargo, durante años, desde distintas orillas políticas se ha apelado a la radicalización e incluso a discursos de odio, que ubican a Estados Unidos entre los países más divididos del mundo. Pese a que ambos líderes hicieron un llamado a la unidad nacional, a menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales, la polarización de los estadounidenses parece no tener vuelta atrás.
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“Los desacuerdos son inevitables. Es parte de la naturaleza humana, pero la política nunca debe ser un campo de batalla y, Dios no lo quiera, un campo de muerte”, comentó Joe Biden por el atentado contra su mayor contrincante político, el republicano Donald Trump. Sin embargo, durante años, desde distintas orillas políticas se ha apelado a la radicalización e incluso a discursos de odio, que ubican a Estados Unidos entre los países más divididos del mundo. Pese a que ambos líderes hicieron un llamado a la unidad nacional, a menos de cuatro meses de las elecciones presidenciales, la polarización de los estadounidenses parece no tener vuelta atrás.
¿Fue el atentado contra el expresidente consecuencia de la creciente polarización que vive Estados Unidos? Es una pregunta que quedó después del evento. Sin cancelar el resto de su agenda porque no tiene “miedo” y se mantendrá fuerte y “desafiante”, Donald Trump les dijo a sus seguidores a través de su red social, Truth, que “en este momento, es más importante que nunca que permanezcamos unidos y mostremos nuestro verdadero carácter como estadounidenses, manteniéndonos fuertes y decididos y no permitiendo que el mal gane”. Por su parte, Joe Biden opinó en X: “No hay lugar para este tipo de violencia en Estados Unidos. Debemos unirnos como una nación para condenarlo”. Y más tarde, durante un discurso transmitido por las principales cadenas de televisión, dijo: “En Estados Unidos, resolvemos nuestras diferencias en las urnas, no con balas”.
De acuerdo con Sandra Botero, profesora de Ciencia Política de la Universidad del Rosario, para entender el atentado hay que ver varios aspectos. No solo está “el tema de la polarización extrema actual entre los políticos de los dos partidos, sino también la radicalización en particular de la derecha en el país que tiene que ver con dinámicas en redes sociales, racismo, xenofobia y teorías de conspiración extrema y, además, el problema grandísimo que tiene Estados Unidos con el manejo de las armas”, comentó.
Justamente, para Rafael Prieto, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Externado, el rol de los medios de comunicación y las redes sociales es fundamental en al actual ambiente de polarización. “Los medios se han quedado cortos a la hora de combatir la desinformación, radicalización, difusión de noticias falsas e incluso incitación a la violencia que producen las redes sociales”. Según una encuesta realizada en 2023 por The Associated Press y el centro Robert F. Kennedy Human Rights, casi tres cuartas partes de los adultos estadounidenses dicen que los medios de comunicación están aumentando la polarización política en el país y casi la mitad de los encuestados dijo tener poca o ninguna confianza en la capacidad de los medios para informar de “manera justa y precisa”. Además, quienes se identifican con el partido republicano (61 % en la encuesta) cree que los medios dañan la democracia, frente a un 23 % de los demócratas y un 36 % de los independientes.
De acuerdo con Botero esta división partidista también debe leerse desde el manejo mediático de la violencia política en Estados Unidos. “Este no es un fenómeno nuevo, tiene que ver con la radicalización de ciertos jóvenes en espacios digitales, su aislamiento, pero para poder hablar bien sobre eso necesitamos saber un poco más sobre quién es este joven que tiró el gatillo”.
El Buró Federal de Investigación (FBI) aclaró que hasta el momento se desconoce la motivación, ideología o afiliación de Thomas Matthew Crooks, el agresor abatido tras disparar al republicano, quien no estaba en el radar de la Policía. Según documentos a los que han podido acceder los medios, Crooks estaba registrado como votante republicano en Pensilvania, pero reportes federales de financiación de campañas también muestran que donó 15 dólares a un comité de acción política progresista el 20 de enero de 2021, el día en que el presidente Joe Biden rindió juramento. Con ese precedente, la agencia informó que, además de tentativa de homicidio, se indaga el caso como terrorismo doméstico, es decir, su relación con el extremismo político violento.
Hace un mes, la Universidad de Chicago publicó un estudio que revelaría, según concluyó un editorial del New York Times: “La democracia exige que los partidarios acepten que el proceso es más importante que los resultados. Incluso antes de los acontecimientos del sábado, había indicios preocupantes de que muchos estadounidenses no estaban superando esta prueba esencial”. De acuerdo con la encuesta, el 7 % de los consultados apoyaría el uso de la fuerza para devolver a Trump a la Casa Blanca y uno de cada diez estadounidenses considera que “el uso de la fuerza está justificado para impedir que Donald Trump llegue a la presidencia”. De esos, un tercio respondió que sí poseía un arma.
Aunque en un principio, el partido republicano de Trump invitó a mantener la calma hubo voces más radicales y disidentes que aumentaron la tensión. Ejemplo de ello, fue el comentario del senador republicano J. D. Vance, recién anunciado como fórmula vicepresidencial de Donald Trump, que acusó a los demócratas, en especial a Biden, de haber alentado la violencia con su retórica anti-Trump. “La premisa central de la campaña de Biden es que el presidente Donald Trump es un fascista autoritario al que hay que detener a toda costa”, escribió en su cuenta de X. “Esa retórica condujo directamente al intento de asesinato del presidente Trump”, concluyó.
La decisión de Trump se dio a conocer el primer día de la Convención Nacional Republicana y apenas dos días después del atentado. Para Botero, “el perfil de Vance solo le va a subir la temperatura al debate. Es alguien que representa bien el ala más radical del nuevo partido republicano, de hecho, no es una figura del partido, con capital político propio, sino que se ha convertido en un fiel seguidor personalista de Trump. Congresista primíparo, conecta con las ideas ultraconservadoras y es leal solamente a Trump”.
A menos de cuatro meses de las elecciones, Jackson Janes, experto en política europea y estadounidense, afirmó ante Euronews que se espera que el ataque aumente el fervor de los votantes republicanos que apoyan a Trump y no influirá en los demócratas profundamente arraigados, pero deja preguntas sobre las opiniones de aquellos “en medio de los dos ejércitos” y cómo responderán. En los votantes indecisos hay una oportunidad, pero su opinión dependerá de “cómo respondan los líderes de los partidos Demócrata y Republicano al atentado, y de si entrarán en el juego de las culpas que se filtra en los círculos políticos”, explicó Janes. Del mismo modo, para Prieto, seguro habrá una “seria incidencia sobre los indecisos, que pueden estar buscando otro tipo de respuestas o soluciones en vez de un mártir de la política”, como algunos han presentado a Trump.
“Trump ahora es visto como esa persona ‘superpoderosa’, como el mártir que sobrevive al atentado, inclusive como una víctima porque ahora resulta que lo quieren matar”, explicó Botero. “A Trump le gusta proyectarse como el macho, el gran líder y ahora un sobreviviente. Esto (el atentado) ratifica un poco su discurso de que él es un perseguido”, concluyó.
Muestra de ello fue el mensaje que Trump envió para exigir que se ponga fin a “todos” los “ataques políticos” que enfrenta, en alusión a las causas penales abiertas en su contra, justo cuando una jueza de Florida decidió desestimar el caso por llevarse cajas de documentos clasificados de la Casa Blanca en 2021 a su mansión de Mar-a-Lago. “Mientras avanzamos para unificar a nuestra nación tras los horribles acontecimientos del sábado, esta desestimación de la acusación ilegal en Florida debería ser solo el primer paso, seguido rápidamente por el rechazo de TODAS las cacerías de brujas”, publicó Trump en un mensaje en Truth Social.
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