Este es Antony Blinken, el hombre que quiere “reparar” lo que Trump hizo en el exterior
Como secretario de Estado designado por Joe Biden, Antony Blinken revertirá el famoso America First de Donald Trump. Su confirmación refleja una vuelta a la política exterior tradicional, que abogará por la cooperación internacional.
Antony Blinken acabará con el tan anhelado America First de Donald Trump. Como secretario de Estado de los Estados Unidos promete incomodidad para muchos, y un contraste drástico frente a la agenda de su predecesor Mike Pompeo en materia de política exterior. “Los grandes problemas que enfrentamos como país y como planeta, ya sea el clima, una pandemia, o la proliferación de armas, ninguno tiene soluciones unilaterales; incluso un país tan poderoso como Estados Unidos no puede manejarlos solo”, dijo Blinken en un diálogo del Instituto Hudson sobre política exterior estadounidense.
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Es un defensor sin fisuras de Israel y de los derechos humanos frente a las prácticas de Gobiernos como el de Arabia Saudí o Egipto; todo por su legado familiar. “Mi difunto padrastro Samuel Pisar encontró refugio en Estados Unidos después de los horrores del holocausto. Él fue el único sobreviviente de su familia, y de la escuela de 900 niños en Bialystok, Polonia, después de cuatro años en los campos de concentración”, dijo Blinken en su presentación como nominado por Biden para dirigir la diplomacia estadounidense.
“Al final de la guerra se escapó de una marcha de la muerte por los bosques de Bavaria, Alemania. Desde su escondite escuchó un estrépito profundo, era un tanque, pero en lugar de una Cruz de Hierro de las tropas alemanas vio una estrella blanca de cinco puntas”, dijo Blinken en su discurso.
Cuando Samuel Pisar corrió hacia ese tanque, la tapa se abrió y un soldado estadounidense afroamericano se asomó. “Mi padrastro cayó de rodillas y dijo las únicas tres palabras que sabía en inglés, y que su madre le había enseñado antes de la guerra: Dios bendiga a América“. Pisar, un abogado estadounidense nacido en Polonia, vivió en París, donde Blinken asistió a la prestigiosa escuela Jeannine Manuel.
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Blinken, de 58 años, licenciado de la Universidad de Harvard y del Columbia Law School, fue subsecretario de estado en la administración de Barack Obama, y comenzó su carrera en el Departamento de Estado durante la administración Clinton. Blinken estuvo al lado de Biden durante casi 20 años; fue su asistente en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y más adelante se desempeñó como asesor de seguridad nacional cuando Biden era vicepresidente.
Pero no siempre los dos han estado en sintonía. Biden, después de haber votado a favor de la guerra de Irak en 2003, dio un giro menos intervencionista, en línea con la idea de un Estados Unidos cansado de “guerras eternas”. Blinken, marcado por la impotencia de Estados Unidos durante el genocidio de 1994 en Ruanda, continuó hablando a favor de las intervenciones militares en nombre de los derechos humanos bajo la administración Obama.
A veces con éxito, como cuando abogó por enviar refuerzos a Afganistán a pesar de la oposición de Biden. A veces no, como en Siria, donde Obama había optado por una participación limitada. “No hemos podido evitar una horrible tragedia humana”, se lamentó en mayo en una entrevista a CBS. “Es algo que nunca olvidaré”.
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Su recorrido es clave a la hora de tomar las riendas de la política exterior en un momento convulso para el país; una pandemia que ha matado a más de 429.000 personas en Estados Unidos, un Medio Oriente sacudido por las tensiones entre Irán y sus vecinos, y una China muy agresiva. “Tiene el temperamento. Es un gran compañero y trabaja bien con otros, y lo más importante de todo, confía en el presidente de Estados Unidos”, dijo el diplomático Jim Steinberg, quien también fue subsecretario de Estado bajo el Gobierno de Obama y ha trabajado con Blinken durante décadas. Su confirmación como secretario de Estado refleja una vuelta a la política exterior tradicional, que abogará por las alianzas de toda la vida.
Entre sus prioridades estará restablecer la confianza en EE.UU., como un aliado global dispuesto a regresar a tratados e instituciones internacionales de las que se ha retirado Trump. Blinken cree en la acogida de refugiados en EE.UU., y hace unos meses dijo que, si Biden llegaba al poder, buscaría aumentar la ayuda a Guatemala, Honduras y El Salvador para afrontar las causas de raíz que generan la inmigración ilegal hacia el norte.
El diplomático también buscará la manera de cambiar la dinámica en la competición con China sin abandonar esa pugna, al promover iniciativas multilaterales en materia de comercio, inversiones en tecnología y derechos humanos en lugar de presionar a naciones para que elijan entre los dos países, según un análisis del New York Times.
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🎸 Un dato curioso: Su pasión por el rock lo siguió hasta Washington donde, luego de estudiar en la Universidad de Harvard, era guitarrista en un grupo que tocaba clásicos de los Beatles, y recientemente aprovechó el confinamiento de la pandemia para componer sus propias canciones. Tiene una banda llamada Ablinken con dos canciones originales en Spotify: “Lip Service” y “Patience”.
Con información de Efe y Afp*
Antony Blinken acabará con el tan anhelado America First de Donald Trump. Como secretario de Estado de los Estados Unidos promete incomodidad para muchos, y un contraste drástico frente a la agenda de su predecesor Mike Pompeo en materia de política exterior. “Los grandes problemas que enfrentamos como país y como planeta, ya sea el clima, una pandemia, o la proliferación de armas, ninguno tiene soluciones unilaterales; incluso un país tan poderoso como Estados Unidos no puede manejarlos solo”, dijo Blinken en un diálogo del Instituto Hudson sobre política exterior estadounidense.
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Es un defensor sin fisuras de Israel y de los derechos humanos frente a las prácticas de Gobiernos como el de Arabia Saudí o Egipto; todo por su legado familiar. “Mi difunto padrastro Samuel Pisar encontró refugio en Estados Unidos después de los horrores del holocausto. Él fue el único sobreviviente de su familia, y de la escuela de 900 niños en Bialystok, Polonia, después de cuatro años en los campos de concentración”, dijo Blinken en su presentación como nominado por Biden para dirigir la diplomacia estadounidense.
“Al final de la guerra se escapó de una marcha de la muerte por los bosques de Bavaria, Alemania. Desde su escondite escuchó un estrépito profundo, era un tanque, pero en lugar de una Cruz de Hierro de las tropas alemanas vio una estrella blanca de cinco puntas”, dijo Blinken en su discurso.
Cuando Samuel Pisar corrió hacia ese tanque, la tapa se abrió y un soldado estadounidense afroamericano se asomó. “Mi padrastro cayó de rodillas y dijo las únicas tres palabras que sabía en inglés, y que su madre le había enseñado antes de la guerra: Dios bendiga a América“. Pisar, un abogado estadounidense nacido en Polonia, vivió en París, donde Blinken asistió a la prestigiosa escuela Jeannine Manuel.
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Blinken, de 58 años, licenciado de la Universidad de Harvard y del Columbia Law School, fue subsecretario de estado en la administración de Barack Obama, y comenzó su carrera en el Departamento de Estado durante la administración Clinton. Blinken estuvo al lado de Biden durante casi 20 años; fue su asistente en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado y más adelante se desempeñó como asesor de seguridad nacional cuando Biden era vicepresidente.
Pero no siempre los dos han estado en sintonía. Biden, después de haber votado a favor de la guerra de Irak en 2003, dio un giro menos intervencionista, en línea con la idea de un Estados Unidos cansado de “guerras eternas”. Blinken, marcado por la impotencia de Estados Unidos durante el genocidio de 1994 en Ruanda, continuó hablando a favor de las intervenciones militares en nombre de los derechos humanos bajo la administración Obama.
A veces con éxito, como cuando abogó por enviar refuerzos a Afganistán a pesar de la oposición de Biden. A veces no, como en Siria, donde Obama había optado por una participación limitada. “No hemos podido evitar una horrible tragedia humana”, se lamentó en mayo en una entrevista a CBS. “Es algo que nunca olvidaré”.
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Entre sus prioridades estará restablecer la confianza en EE.UU., como un aliado global dispuesto a regresar a tratados e instituciones internacionales de las que se ha retirado Trump. Blinken cree en la acogida de refugiados en EE.UU., y hace unos meses dijo que, si Biden llegaba al poder, buscaría aumentar la ayuda a Guatemala, Honduras y El Salvador para afrontar las causas de raíz que generan la inmigración ilegal hacia el norte.
El diplomático también buscará la manera de cambiar la dinámica en la competición con China sin abandonar esa pugna, al promover iniciativas multilaterales en materia de comercio, inversiones en tecnología y derechos humanos en lugar de presionar a naciones para que elijan entre los dos países, según un análisis del New York Times.
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Con información de Efe y Afp*