Estos son los retos y las oportunidades de legalizar al migrante venezolano
La integración efectiva de los migrantes venezolanos es una necesidad en Colombia. El Espectador habló con expertos en el campo para despejar los mitos más grandes alrededor del tema.
Colombia lleva cerca de dos décadas recibiendo migración venezolana, pero desde 2015 cuando se dio un aumento vertiginoso de la llegada de migrantes al país. De acoger a cerca de 350.000 entre 2015 y 2016, pasó a ser el receptor de al menos el 36 % de una diáspora que hoy alcanza los 5′180.615 venezolanos en el mundo, producto de una de las peores crisis humanitarias del continente.
La llegada del Estatuto de Protección Temporal para migrantes venezolanos fue un alivio en un país que carecía de un marco legal completo que regulara la llegada de tantas personas. En diálogo con este diario, que inició la campaña Lado a Lado de la mano de la organización Mercy Corps, diferentes expertos dieron su punto de vista para intentar despejar dudas sobre los mitos alrededor del estatuto.
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El estatuto como oportunidad
Edna López, directora de Acceso a Recursos Legales, Corporación Opción Legal, aseguró: “Desde hace cuatro años se han promulgado mecanismos que, si bien han ayudado a una gran parte de la población migrante, también se han visto barreras para un número alto de familias que no han podido acceder a estos beneficios”.
Si bien el Estatuto es clave, no es la solución mágica a todos los problemas, pues debe estar acompañado de un enorme trabajo posterior para que se cumpla. Justamente esto dijo Anjalina Sen, coordinadora regional de PMR (Oficina de Población, Refugiados, y Migración) en Colombia: “Hay que resaltar que los mecanismos de formalización no garantizan la reconstrucción automática de los proyectos de vida y derechos de la población migrante”.
Además, agregó: “El Estatuto que busca proteger a la población migrante permitirá que tengan una identificación. Es decir, que podrán ser visibles por primera vez y serán parte de la sociedad normal”.
La xenofobia es un problema latente
Sobre la xenofobia, uno de los aspectos más críticos que ha dejado la migración venezolana en Colombia, Hugh Aprile, Director de País de Mercy Corps en Colombia, señaló: “Hay xenofobia, pero no es sorprendente. Es el miedo a la persona no conocida. En Colombia no es diferente a lo que se ve en otros países. Pero también hay que destacar la solidaridad de los colombianos, ese es el antídoto a la xenofobia”.
Aprile agrega: “Las ciudades que logren aprovechar al máximo la llegada de los migrantes van a ser las que más logren recuperarse económicamente una vez se supere la pandemia. En las regiones que trabajamos hay ejemplos concretos de venezolanos que tienen sus emprendimientos y que contribuyen a la economía local dando empleo a los colombianos. El Estatuto les va a dar más oportunidades, porque con una cédula como la que se propone van a tener acceso a tener cuentas bancarias y entrar en el sistema financiero”.
Las pruebas parecen estar sobre la mesa. De hecho, Aprile dijo que “en 2019, Colombia creció en un 3.3 % según el FMI. Y una gran parte de ese crecimiento fue producto del consumo adicional de los venezolanos. Es decir, la migración ayudó a crecer a Colombia”.
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Por otro lado, las trochas han sido uno de los medios más populares para entrar a Colombia y definitivamente será uno de los retos más grandes del gobierno colombiano. Ligia Bolívar, líder venezolana, socióloga y defensora de derechos humanos, afirmó: “Un seguimiento que hemos hecho vemos que, en el caso de Perú, el 98% de las personas entraban con pasaporte en 2017, mientras que en 2019 esa cifra se redujo al 35%. Eso no significa que hayan dejado de entrar, sino que lo hacen por otro lado”.
Luego, afirmó: “Aunque los requisitos para acceder al Estatuto parecen sencillos, hay algunos obstáculos. Por ejemplo, a los menores de edad se les pide la partida de nacimiento. Si este documento se pide apostillado será una tarea casi imposible en Venezuela”.
Inseguridad
Recientemente los migrantes venezolanos han sido acusados en redes sociales e incluso por políticos como la alcaldesa Claudia López de estar relacionados con el aumento de la inseguridad. Sin embargo, los expertos aseguran que no hay pruebas para semejantes afirmaciones, y que por lo contrario lo que se logra es que aumente la xenofobia.
“No existen cifras significativas para decir que los niveles de delincuencia han incrementado por la llegada de venezolanos. Esto obedece a imaginarios inadecuados, xenofobia y discriminación”, dijo Edna López.
López agregó: Toda esta integración que debemos promover debe contribuir y evitar que en zonas donde hay alta incidencia de actores armados no haya una desprotección de la población venezolana. Se trata de cubrirla y protegerla para que esos escenarios en los que se se van forzados a entrar en estructuras de delincuencia y economías ilegales no sean posibles.
Colombia lleva cerca de dos décadas recibiendo migración venezolana, pero desde 2015 cuando se dio un aumento vertiginoso de la llegada de migrantes al país. De acoger a cerca de 350.000 entre 2015 y 2016, pasó a ser el receptor de al menos el 36 % de una diáspora que hoy alcanza los 5′180.615 venezolanos en el mundo, producto de una de las peores crisis humanitarias del continente.
La llegada del Estatuto de Protección Temporal para migrantes venezolanos fue un alivio en un país que carecía de un marco legal completo que regulara la llegada de tantas personas. En diálogo con este diario, que inició la campaña Lado a Lado de la mano de la organización Mercy Corps, diferentes expertos dieron su punto de vista para intentar despejar dudas sobre los mitos alrededor del estatuto.
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El estatuto como oportunidad
Edna López, directora de Acceso a Recursos Legales, Corporación Opción Legal, aseguró: “Desde hace cuatro años se han promulgado mecanismos que, si bien han ayudado a una gran parte de la población migrante, también se han visto barreras para un número alto de familias que no han podido acceder a estos beneficios”.
Si bien el Estatuto es clave, no es la solución mágica a todos los problemas, pues debe estar acompañado de un enorme trabajo posterior para que se cumpla. Justamente esto dijo Anjalina Sen, coordinadora regional de PMR (Oficina de Población, Refugiados, y Migración) en Colombia: “Hay que resaltar que los mecanismos de formalización no garantizan la reconstrucción automática de los proyectos de vida y derechos de la población migrante”.
Además, agregó: “El Estatuto que busca proteger a la población migrante permitirá que tengan una identificación. Es decir, que podrán ser visibles por primera vez y serán parte de la sociedad normal”.
La xenofobia es un problema latente
Sobre la xenofobia, uno de los aspectos más críticos que ha dejado la migración venezolana en Colombia, Hugh Aprile, Director de País de Mercy Corps en Colombia, señaló: “Hay xenofobia, pero no es sorprendente. Es el miedo a la persona no conocida. En Colombia no es diferente a lo que se ve en otros países. Pero también hay que destacar la solidaridad de los colombianos, ese es el antídoto a la xenofobia”.
Aprile agrega: “Las ciudades que logren aprovechar al máximo la llegada de los migrantes van a ser las que más logren recuperarse económicamente una vez se supere la pandemia. En las regiones que trabajamos hay ejemplos concretos de venezolanos que tienen sus emprendimientos y que contribuyen a la economía local dando empleo a los colombianos. El Estatuto les va a dar más oportunidades, porque con una cédula como la que se propone van a tener acceso a tener cuentas bancarias y entrar en el sistema financiero”.
Las pruebas parecen estar sobre la mesa. De hecho, Aprile dijo que “en 2019, Colombia creció en un 3.3 % según el FMI. Y una gran parte de ese crecimiento fue producto del consumo adicional de los venezolanos. Es decir, la migración ayudó a crecer a Colombia”.
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Por otro lado, las trochas han sido uno de los medios más populares para entrar a Colombia y definitivamente será uno de los retos más grandes del gobierno colombiano. Ligia Bolívar, líder venezolana, socióloga y defensora de derechos humanos, afirmó: “Un seguimiento que hemos hecho vemos que, en el caso de Perú, el 98% de las personas entraban con pasaporte en 2017, mientras que en 2019 esa cifra se redujo al 35%. Eso no significa que hayan dejado de entrar, sino que lo hacen por otro lado”.
Luego, afirmó: “Aunque los requisitos para acceder al Estatuto parecen sencillos, hay algunos obstáculos. Por ejemplo, a los menores de edad se les pide la partida de nacimiento. Si este documento se pide apostillado será una tarea casi imposible en Venezuela”.
Inseguridad
Recientemente los migrantes venezolanos han sido acusados en redes sociales e incluso por políticos como la alcaldesa Claudia López de estar relacionados con el aumento de la inseguridad. Sin embargo, los expertos aseguran que no hay pruebas para semejantes afirmaciones, y que por lo contrario lo que se logra es que aumente la xenofobia.
“No existen cifras significativas para decir que los niveles de delincuencia han incrementado por la llegada de venezolanos. Esto obedece a imaginarios inadecuados, xenofobia y discriminación”, dijo Edna López.
López agregó: Toda esta integración que debemos promover debe contribuir y evitar que en zonas donde hay alta incidencia de actores armados no haya una desprotección de la población venezolana. Se trata de cubrirla y protegerla para que esos escenarios en los que se se van forzados a entrar en estructuras de delincuencia y economías ilegales no sean posibles.