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Pese a que las campañas presidenciales de Brasil aún no han empezado, los aspirantes al cargo ya se están movilizando para seducir al sector evangélico, el cual fue clave en la elección de Jair Bolsonaro en las elecciones del 2018 y tiende a ser cada vez más decisivo, de acuerdo con expertos.
Por un lado, está Bolsonaro, el actual presidente del país, quien aspira a la reelección con la promesa de seguir trabajando para defender los valores cristianos. No obstante, según varios sondeos perderá las elecciones de octubre frente al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Según Bolsonaro su gobierno es uno que “dice con orgullo que cree en Dios (...) que defiende la familia brasileña”. Asimismo, recientemente cumplió su promesa y nombró a la Corte Suprema de Justicia brasilera a André Mendonça, un juez “terriblemente evangélico”.
Por otro lado, está el Partido de los Trabajadores (PT) al cual pertenece Lula da Silva, quienes lanzarán el mes próximo un podcast con entrevistas de interés exclusivo para los evangélicos. Este proyecto forma parte de una estrategia diseñada por Paulo Marcelo Schallenberger, un pastor que ha orientado a Lula sobre cómo aproximarse y vencer las desconfianzas de este sector hacia este partido político, según confirmó una fuente del partido a la AFP.
Asimismo, el exjuez de la operación anticorrupción “Lava Jato”, Sergio Moro, quien es el tercer candidato presidencial y va de tercero en las encuestas, se ha comprometido ante los líderes religiosos a ser fiel a 14 “principios”, uno de ellos es luchar contra el aborto.
De acuerdo con el politólogo André Cesar, de la consultora Hold “los movimientos de los candidatos están mostrando la relevancia que tiene el mercado evangélico para la política”. En Brasil, el sector evangélico representa casi un tercio de la población, lo que equivale a unos 70 millones de personas, y según indican algunas proyecciones, en una década podrían superar a los católicos, en el país con el mayor número de fieles de esa religión en el mundo.
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Principal bastión de Bolsonaro
Pese al desgaste que ha sufrido Bolsonaro por su mala gestión de la pandemia y el impacto que ha tenido en la economía, el mandatario aún conserva al sector religioso como su principal bastión.
Según un sondeo de PoderData realizado este mes, un 44 % de ellos votaría por él en la primera vuelta del 2 de octubre, mientras que un 32 % se inclinaría por Lula. Sin embargo, de acuerdo con otras encuestas, hay mucha más paridad en términos de intención al voto, entre Bolsonaro y Lula da Silva.
En las elecciones presidenciales del 2018, el voto religioso fue decisivo para inclinar la balanza en favor de Bolsonaro. Según sondeos, en el balotaje entre Bolsonaro y el entonces candidato del PT, Fernando Haddad, un 70 % se inclinó por el actual presidente, quien, pese a ser católico, está casado con una evangélica y supo aproximarse a ese electorado.
Durante su campaña, Bolsonaro acusó al PT de promover la sexualización de niños y de haber entregado en escuelas un supuesto “kit” que enseñaba cómo ser homosexual, algo que fue catalogado como información falsa por el Tribunal Electoral. Más tarde, en su labor como presidente, nombró a evangélicos para conducir ministerios como la pastora Damares Alves, quien lidera la cartera de Derechos Humanos.
Según Juliano Spyer antropólogo y autor del libro “Povo de Deus” o “Pueblo de Dios” en español, el cual es considerado una radiografía de los evangélicos brasileños, Bolsonaro “comparte con los evangélicos los mismos valores sobre la homoafectividad, el aborto y la importancia de la familia tradicional. No es el candidato ideal, sino el candidato posible”.
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Cuestión de valores
Para Sóstenes Cavalcante, quien fue entrevistado por AFP y es un diputado federal y líder del poderoso frente parlamentario Evangélico, pese a las penurias económicas en las que cayeron algunos brasileños evangélicos, la mayoría volverá a votar a Bolsonaro,
“Con este gobierno no tuvimos que luchar contra afrentas a nuestros valores”, afirmó Cavalcante, quien es aliado de Bolsonaro. “En las gestiones del PT vivíamos impidiendo proyectos de legalización del aborto, de matrimonio homosexual o de sexualización de niños en las escuelas”.
A su vez, el pastor reconoció, que Lula marcha primero en la carrera a la presidencia, con una ventaja que puede ser revertida si Bolsonaro adopta medidas de alivio económico. Sin embargo, señaló que “incluso con la crisis, el sector evangélico va a regirse por los valores” y, por eso, votarán en su mayoría por el ultraderechista.
De acuerdo con Spyer, Bolsonaro ha abrazado el cristianismo “de forma integral” y gracias a esto “los evangélicos nunca tuvieron tanto espacio como ahora. Los próximos presidentes tendrán que partir de esa realidad”.
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